Mini Countryman
Ya falta menos. Después del verano Mini incorporará su cuarto modelo, y no será otro que el Countryman, un SUV 4×4 que por tamaño podría enfrentarse a los Suzuki SX4, Fiat Sedici y Skoda Yeti, pero que por concepto de coche premium quizá sería más acertado ubicarlo como la opción más urbana y de tamaño más compacto frente al BMW X1.
 El caso es que esta cuarta carrocería Mini se diferencia   sustancialmente respecto a la Clubman,   la más parecida. Ya las puertas traseras son convencionales y   verdaderas, en lugar de la original solución del Clubman. Sus   proporciones son notablemente mayores, pues crece en todas las cotas, llegando   a los 4,10 metros de longitud, 1,76 metros de anchura y 1,56   metros de altura; cota esta última que le permite una mayor   distancia libre al suelo con la que transitar por caminos   con mayores garantías.
Como todos los SUV de este tipo, el Mini Countryman podrá llevar   tracción total o simple. De hecho, de los cinco motores   iniciales que compondrán la gama de este curioso y caprichoso SUV, sólo   dos ofrecerán como opción el sistema ALL4. En el caso   del Mini Countryman la tracción total sólo supone un incremento   de peso de 80 kilos sobre los de tracción delantera, lo cual   no le penaliza en prestaciones. Del mismo modo, aunque la carrocería   sea mucho más voluminosa que la de un Clubman, la báscula sólo   da 60 kilos más para el Countryman. Así las cosas, este nuevo   modelo conservará casi intacta la agilidad y dinámica   de conducción característica de Mini.
Estéticamente las diferencias son evidentes, aunque   conserva los rasgos de la familia Mini. Cambian los faros,   la parrilla y, sobre todo, sus medidas y sus   puertas traseras. En el interior se observan cambios y soluciones novedosas,   como la configuración de cuatro asientos con el sistema   de rail central, que separa el habitáculo del coche longitudinalmente   y permite anclar diversos objetos en dicho rail. Además los asientos   traseros son desplazables y sus respaldos reclinables, de modo que   por una parte permiten ajustar mejor los parámetros a gusto del pasajero,   y por otra parte posibilitan variar la capacidad de carga del maletero   entre 350 y 442 litros. Si estos se abaten el volumen aumenta hasta   los 1.170 litros.
 En cuanto a las versiones que llegarán en otoño   encontramos tres motorizaciones de gasolina y dos diésel.   Los diesel recurren al motor 1.6 D, que bajo denominaciones   One D o Cooper D, desarrollan 90 ó 112 cv. En cualquiera   de los casos van obligatoriamente asociados a cajas de cambio manuales   de seis velocidades; mientras que para la tracción, el menos   potente será siempre de tracción simple y el de 112 cv   bien delantera o bien 4×4. Las prestaciones y consumos del Mini   Cooper D 112 cv Coutryman son de 185 km/h, 10,9 segundos de 0 a 100   km/h y 4,4 l/100 km de consumo medio (180 km/h, 11,6 segundos   y 4,6 l/100 km con el sistema de tracción total ALL4).
 Las opciones de gasolina permiten más posibilidades todavía,   al ser posible optar por el cambio automático en cualquiera   de los tres casos. Eso sí, la tracción 4×4 queda   reservada para el más potente Cooper S de 184 cv.   Aún con el eficaz sistema de tracción integral, que en esta motorización   supone un peso final de 1.380 kilos, el Mini Cooper   S Countryman ALL4 acelera de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos,   alcanza los 210 km/h y no necesita más que 6,7   l/100 km; unas cifras muy brillantes. El resto de modelos de gasolina   son los conocidos Cooper de 122 cv y One de 98 cv.