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¿SUSTITUIRA AL COCHE EN LA CIUDAD?
Pocas veces un invento de estas características ha logrado atraer la atención en la medida que lo ha hecho el transportador humano Segway, como así se ha bautizado al patinete eléctrico que promete revolucionar el modo de transporte en la ciudad. Presentado ayer en el centro de Nueva York, todos los medios de comunicación se han hecho eco de la noticia y, aunque en principio se ve con cierto escepticismo, quién sabe si algún día será algo familiar en nuestras vidas.
El aparato en cuestión es como un patinete con dos grandes ruedas que se conduce de forma muy intuitiva. Avanza cuando el usuario inclina su cuerpo hacia delante y retrocede cuando lo hace hacia atrás y, del mismo modo, ‘It’ (como así se llamaba hasta ahora) se mueve hacia un lado u otro siguiendo los movimientos del conductor. El curioso y práctico invento se podría empezar a comercializar a finales de 2002 y, aunque de momento su precio es elevado –9.000 euros (1.497.474 pesetas)-, éste se podría rebajar hasta los 3.500 euros (582.351 pesetas) si se llega a fabricar en serie.
Autocity, 4 de diciembre de 2001.
Detalles
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Dean Kamen es el creador de este curioso patinete que aspira a convertirse en el medio de transporte del futuro en la gran ciudad. Para el inventor estadounidense el transportador humano Segway no es el primer fruto de su trabajo, aunque sí espera que sea el más sonado. De momento, Kamen ya cuenta con una amplia experiencia en la fabricación de artilugios revolucionarios, como la silla de ruedas que puede subir escaleras.
En el desarrollo de este proyecto se han invertido 76 millones de dólares y según el propio Kamen ya existen contactos con grandes compaas para su venta. De hecho, en principio, se tiene previsto que el patinete d? servicio a centros de distribución, como Correos, que ya ha mostrado su interés por el invento. Más adelante, el Segway se podrá ser adquirido por cualquier particular.
Sin duda alguna, lo más llamativo del Segway es su facilidad de manejo. Su funcionamiento se basa en unos complejos giroscopios, que analizan el movimiento del cuerpo del conductor y su inclinación para impulsar el patinete en la dirección requerida. No tiene frenos y para detenerlo basta con colocar el cuerpo en posición vertical. La velocidad máxima del transportador humano está en torno a los 15 km/h, sube y baja obstáculos, tiene una autonomía aproximada de un día y se recarga por medio de unas baterías en seis horas
