Fórmula Student
Una competición de ingenieros. Concebir un coche desde cero y evolucionarlo hasta su llegada a circuito, en equipo, a contrarreloj y con áreas especializadas en su desarrollo, como trabaja cualquier escudería profesional de la Fórmula 1. Es la Fórmula Student, originariamente Formula SAE (Society of Automotive Engineers) cuando surgió en Michigan (Estados Unidos) en 1982 como una iniciativa formativa para complementar el perfil profesional de los jóvenes estudiantes de ingenierías (sobre todo Industriales) que en un futuro trabajarán en empresas del sector de la automoción.Los estudiantes se convierten tras la experiencia de la Fórmula Student en potenciales ingenieros de competición
Fue un proyecto pionero en el que participaron algunas de las universidades estadounidenses más prestigiosas, acogido con entusiasmo entre los estudiantes y con un éxito rotundo entre las empresas que utilizaban la Fórmula SAE como una perfecta plataforma de captación de futuros talentos. Era cuestión de tiempo que este escaparate de ingenieros se exportase a otros rincones del planeta, hasta convertirse en una competición global que a Europa llegó bajo la denominación de Fórmula Student.
El concepto de competición era similar: concebir, diseñar y construir un pequeño monoplaza con motores térmicos al principio y también con motorizaciones eléctricas en los últimos años por un equipo de trabajo compuesto íntegramente por un grupo de 30 ó 40 estudiantes de la universidad de turno. En España el germen lo implantó en 2003 la Universidad Politécnica de Madrid que creó la escudería UPM Racing con la filosofía de trabajar en equipo: “trabajar aplicando, trabajar haciendo y trabajar compitiendo”, dice Francisco Javier Sánchez, director de formación y difusión de INSIA (Instituto Universitario de Investigación del Automóvil).Cada universidad cuenta con una escudería de entre 30 y 40 estudiantes, cada uno especializados en un área de desarrollo del monoplaza
En Europa, la Fórmula Student ha visitado circuitos como Montmeló o Silverstone. Es entonces cuando el trabajo de meses es examinado a fondo. Universidades de todo el mundo compitiendo entre sí. Con España creciendo en número de escuderías, hasta las seis universidades presentes actualmente en el certamen. Existen dos tipos de pruebas, estáticas y dinámicas. Entre las primeras están los apartados ‘Design’ (justificar el diseño del vehículo), ‘Cost’ (justificar costes de fabricación) y ‘Businnes Plan’ (defensa de un plan de negocio viable). Y, después, es el turno de la competición en pista, donde la fiabilidad, la seguridad y la resistencia de los monoplazas son los aspectos a evaluar.No sólo consiste en construir el prototipo más rápido y resistente, también hay que justificar su diseño, sus costes y el plan de negocio
‘En términos de tiempo y responsabilidad, este es un proyecto que requiere gran cantidad de esfuerzo y dedicación, que al final tiene su recompensa cuando ves a un monoplaza diseñado y construido por ti rodando de igual a igual frente a los rivales; entonces te das cuenta de que todo ese tiempo invertido ha merecido la pena”, apunta Sánchez, quien, junto a otros alumnos del equipo UPM Racing, explica a Autocity el doble valor de pasar por la Fórmula Student: “es competición y es ingeniería, dos en uno”.
El eco de los prototipos desarrollados en la Fórmula Student ha superado ampliamente los círculos universitarios, alcanzando a grandes empresas, fundamentalmente del sector de la automoción, que no solo invierten patrocinando el evento sino que utilizan éste como un banco de pruebas para “medir las destrezas y habilidades de los estudiantes” y fichar a “futuros talentos”, dice Sánchez, ingenieros de primera línea dentro del mundo de la competición, quién dice si alguno de ellos será el futuro Adrian Newey de la Fórmula 1.En 2003, la Politécnica de Madrid fue la universidad pionera en España con el equipo UPM Racing