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ALTERNATIVA JAPONESA

Cuando se piensa en la compra de un vehículo utilitario, a uno enseguida   se le vienen a la cabeza los Seat Ibiza, Renault Clio, Peugeot 206, etc; pero   el mundo no acaba allí, ya que al margen de las seis o siete marcas europeas   más vendidas existe todo un universo de opciones (afortunadamente cada   día la oferta es más extensa).
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                                                                                             Entre “las otras” opciones, el Toyota Yaris nos parece una de las   mejores, ya no sólo por sus prestaciones, diseño, practicidad   de uso, etc; si no también por un importantísimo detalle: tanto   la marca Toyota en general como el modelo Yaris en concreto ocupan puestos   de honor en el ranking de fiabilidad. Hoy se dice que todos los coches   son buenos, y en parte es verdad, pero no es menos cierto que con el Yaris tenemos   más posibilidades de olvidarnos del taller que con ningún otro   de sus competidores.
Y hablando de competidores, actualmente resulta algo complicado situar al Yaris,   ya que se encuentra por tamaño a mitad de camino entre los utilitarios   clásicos de nueva generación (Ibiza, Fiesta, Polo), los cuales   han crecido hasta los casi cuatro metros de longitud, y los nuevos urbanos o   minicoches, al estilo del Fiat Seicento o VW Lupo.
De hecho, el Yaris de Toyota fue de los pioneros en ofrecer espacio interior   gracias a su elevada altura (mide 1,50 metros de alto) combinado   con una longitud muy recortada (3,64 metros). 
En definitiva, que el Yaris, y sobre todo la versión probada D4-D   de 75 cv, nos ofrece muchas cosas buenas por los 12.800 euros   que cuesta, entre ellas robustez mecánica, calidad y   economía de uso (sólo gasta 3,7 l/100 km en carretera),   convirtiéndose así en un urbano ideal con el   que tampoco se tienen porqué descartar los viajes por carretera.
Enrique Marco, Autocity
13 de Mayo de 2004 
DISEÑO Y EQUIPAMIENTO

El Toyota Yaris lleva ya unos cuantos años en nuestro mercado, aunque   hace ahora un año fue “puesto al día”   con ligeros retoques estéticos tanto en el interior como en el exterior,   a la vez que se dispusieron nuevas tonalidades, llantas, etc. No obstante, estilísticamente   hablando, el Yaris sigue gozando de una gran personalidad, sobre todo   en su interior. El salpicadero con el cuadro de mandos central   ya lo han incorporado varias marcas más, la instrumentación   digital también; pero el Yaris sigue sorprendiendo por su proyección   de datos con sensación de profundidad en sus indicaciones principales.
Al               margen de esa originalidad, el interior no resulta muy completo,               y salvo el cuadro central el salpicadero nos parece algo soso. Eso               sí, la calidad y ajuste es muy buena y además               en él encontramos varios huecos para dejar objetos. Por espacio,               de altura vamos sobrados y en la fila trasera dos adultos pueden               viajar sin problemas. El volumen del maletero lógicamente               no es muy grande: 205 litros.
Actualmente la gama Yaris con motor D4-D se estructura en dos tipos de carrocería   (3 y 5 puertas) y dos niveles de acabados (Luna y Sol),   con unos precios que oscilan entre 12.800 y 13.650 euros. El   modelo Luna lleva ya de serie cierre centralizado, elevalunas eléctricos,   ABS, airbag para conductor y pasajero y radio-cd; a lo que el Sol añade   detalles como las llantas de aleación y el volante forrado en cuero.   El aire acondicionado y los airbags laterales son opcionales, mientras que los   controles de tracción y estabilidad no están disponibles. 
CONDUCCION
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El hábitat natural del Toyota Yaris es la ciudad, en   ella se desenvuelve como pez en el agua. Con él es posible   maniobrar o aparcar por lugares que con otros utilitarios no podríamos.   Su visibilidad es buena, gracias también a la elevada posición   de conducción y a la superficie frontal acristalada.

Con el motor D4-D de 1,4 litros de cilindrada y 75 cv sigue   ofreciendo un rendimiento envidiable, a pesar de que últimamente   han aparecido propulsores de este tipo muy eficaces y modernos. Y es que cuando   el 1.4 D4-D se montó en el Yaris a principios de 2002 sorprendió   a todos por su reducida cilindrada y excelente funcionamiento.
Hoy esas virtudes de suavidad, silencio, economía y empuje –aunque   ya igualadas- no han quedado desfasadas ni mucho menos. Con su motor, además   de resultar sobresaliente para la ciudad, se defiende con nota en carretera.   Y es que llegar a 170 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 12,9   segundos no está al alcance de cualquier modelo de su categoría,   características técnicas y precio. Más importante todavía   es su reducido consumo: 4,2 l/100 km como media (3,7 l/100   km en carretera y 5,1 l/100 km en ciudad)
Por lo que se refiere al chasis, como era de suponer se le ha dotado de un   tarado de suspensiones bastante suave, de modo que las carreteras   bacheadas a ritmos elevados no son su fuerte, pero es que el Yaris D4-D no ha   sido creado para ello. A velocidades “normales” y por la mayor parte   de los terrenos el pequeño Toyota circula de forma segura y muy cómoda   para los ocupantes.
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