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PARA DISFRUTAR

Por Enrique Marco, Autocity
1 de febrero del 2001
1 de febrero del 2001
Los tiempos cambian a pasos agigantados en el mundo del automóvil, y en esta   constante evolución, la oferta se va ampliando cada día más. Uno de los segmentos   de reciente aparición que más éxitos está cosechando es el de los vehículos   híbridos. ¿Por qué no fabricar un coche que permita viajar en carretera con   la comodidad de un turismo y que a la vez sea válido para adentrarse en el campo?   Varias marcas se han atrevido a lanzar modelos de este tipo pero pocas con un   resultado tan brillante como Subaru.

Dentro de una gama que impone la tracción integral en todos sus modelos, destaca,   por ser el más eficaz fuera del asfalto, el Forester. En su versión SLX de 2.0   Litros y 125 CV encontramos a un buen compañero para disfrutar del tiempo libre   sin tener que invertir una fuerte cantidad de dinero.
Diseño
DISEÑO

El habitáculo está en armonía con la filosofía del coche: hecho para disfrutar   del tiempo libre. La habitabilidad es buena, sobre todo por la altura del techo,   y los compartimentos para dejar objetos abundan por todo el interior. El diseño   del salpicadero es sobrio y austero, algo común en la mayoría de los automóviles   japoneses.
La versión SLX incluye en su equipamiento de serie aire acondicionado, cierre   centralizado con mando a distancia, pintura bitono, toma de corriente en el   maletero, techo solar, ABS, airbags para conductor y acompañante, airbags laterales,   diferencial central viscoso, caja reductora, sistema antirampa y tracción AWD.

Conducción
CONDUCCIÓN

La mecánica del Forester sigue fiel a la tradición de disponer los cilindros   horizontalmente opuestos (motor boxer). Esta solución técnica permite gozar   de un bajo centro de gravedad y además se combina perfectamente con el sistema   de tracción integral. Asimismo, incorpora diferencial central de tipo viscoso   y caja reductora.
En carretera, la estabilidad es comparable a la de cualquier turismo con buenas   aptitudes. Esto se consigue con una suspensión que, aunque de mayor recorrido,   adopta un tarado de amortiguación firme. De esta forma, en los pasos por curva   no aparecen los típicos balanceos propios de los todoterrenos de siempre.

En campo, el Subaru Forester sorprende, pues, por su imagen de coche familiar,   no parece que vaya a tener semejante capacidad ‘off road’. El cliente potencial   del Forester seguramente pensará en él como apto para la carretera y para las   pistas, pero debe saber que incluso en caminos accidentados el vehículo japonés   responde dignamente, gracias a unas suspensiones que se lo tragan todo.
Ficha
FICHA TÉCNICA
 
