Opel Corsa DTi

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AGIL Y DINAMICO

El Corsa 1.7 DTI ofrece una opción mecánica de notable brío y economía, cuyo precio es más justificable que en la competencia a nivel de ahorro económico a medio plazo. Nos encontramos en un momento en el que el mercado acepta de buen grado mecánicas diesel, a pesar de que su justificación económica no se relacione por comparación con homólogas de gasolina. En este contexto el Corsa DTI viene a poner un poco de cordura frente a la ‘fiebre TDI’ que afecta a todas las categorías, ofreciendo un producto equilibrado y rentabilizable.
El precio no es su único encanto, aunque bien es cierto que otros competidores ofrecen más prestaciones; pero en aspectos como acabados interiores, calidad de terminación y practicidad se encuentra en los puestos destacados. Donde menos fuerte pega es en estabilidad y comportamiento dinámico en general, aspectos que siguen sin convencer plenamente en el paso de una generación del Corsa a otra.

Carlos Lera, Autocity.
3 de Agosto de 2001

Equipamiento y Acabados

EQUIPAMIENTO Y ACABADOS

La terminación general de los Opel Corsa siempre ha sido una de las mejores de la categoría. Los materiales gozan tanto de buen aspecto visual como, lo que es más importante, de texturas agradables y solidez de terminación. El diseño es sencillo pero impecable.
Existen dos niveles de equipamiento, Comfort y Elegance, y en cualquiera de los dos casos la dotación básica parece lo suficientemente completa como para no defraudar a quienes lleguen ‘rascando bolsillos’, algo que ya supone una importante diferencia con respecto a otros coches del mismo estilo, cuyos precios se han ido injustificablemente por las nubes. En el caso de la terminación básica Comfort, el equipamiento de serie incluye elevalunas eléctricos y cierre centralizado, así como doble airbag y reposacabezas activos en las plazas delanteras.

El acabado Elegance, por su parte, añade el aire acondicionado y mejora notablemente la dotación de elementos de seguridad, con airbags laterales para las plazas delanteras y sistema ABS en los frenos. La diferencia en precio respecto al Comfort es de casi 300.000 pesetas, algo elevada pues casi es lo que podrían costar todas las opciones relevantes añadidas al precio de la versión básica.
En general destaca lo bien organizado que está el espacio, porque sin alardes llamativos de diseño consigue que todo quede a mano, donde se espera encontrar cada mando. La tendencia en general es muy sencilla, con una apariencia actual y cuidada.
Por espacio interior se encuentra a un nivel correcto teniendo en cuenta las dimensiones exteriores. Especialmente lograda está la habitabilidad longitudinal, que no debe plantear problemas a cualquier talla hasta casi el metro ochenta en las plazas traseras. No obstante, si alguien viaja en la plaza central debe tener en cuenta que la anchura es limitada, y que por tanto repercutirá negativamente en la comodidad de los tres pasajeros.
El maletero ofrece 260 litros, una capacidad que se encuentra en la media de la categoría. La posibilidad de plegar los respaldos de los asientos traseros en partes asimétricas está contemplada en los dos niveles de acabado.

Motor

MOTOR

La gama diesel del Corsa está compuesta por dos versiones basadas en el mismo bloque, un 1.686 cc. dotado en ambos casos de inyección directa y turbo. Se diferencian por el intercooler que posee la versión más potente, de la que os estamos hablando. Gracias a este elemento de refrigeración para el compresor, la potencia llega a 75 caballos mientras que el motor carente de este elemento se queda en 65 cv. Las diferencias de denominación son claras: DT para el diesel turbo y DTI para e diesel turbo intercooler. Los consumos, al menos según las cifras oficiales, son idénticos y en cualquier caso bajos, con una media oficial de 4,7 litros cada 100 kilómetros. Pudimos comprobar la gran parquedad en el gasto de combustible. Incluso rodando con el motor constantemente en su zona ‘alegre’ mantuvimos una media inferior a seis litros, un auténtico mechero que en caso de necesidad puede registrar consumos de risa.
La entrega de fuerza del 1.7 DTI es bastante lineal, sin tirones ni zonas de vacío a partir de las 1.800 o 2.000 revoluciones, régimen a partir del cual la actuación del turbo comienza a dejarse notar. De todas formas no se trata de un motor en el que la potencia ocupe un primer plano destacado. La suavidad cobra importancia tanto como las prestaciones, lográndose un conjunto bastante equilibrado. En este sentido es superior a casi todos sus competidores, lo mismo que en lo referente a la sonoridad, pero cede terreno en recuperaciones y aceleración frente al ‘atleta’ de la categoría, el TDi del Polo, que incluso con un pulmón menos (tiene tres cilindros…) es el más dinámico. La cifra de par arrojada por el Corsa es un poco débil en valores absolutos si la comparamos con el ya citado Polo o también con el Fiat Punto JTD, el primero con 195 y el segundo con 196 Nm. frente a los 165 Nm de nuestro Opel.

Comportamiento

COMPORTAMIENTO

Llegamos al punto más débil de este Corsa, como la ha sido durante años de los sucesivos Corsa diesel o gasolina de gama media/baja. La elección de unos muelles muy duros para amortiguadores bastante poco operativos crea en ocasiones situaciones incomprensibles en coches actuales, como rebotes parásitos de la carrocería tras un bache de autopista o falta de apoyo en curvas largas.
No es muy partidario de rodar a ritmo alegre, pero por lo visto en otras versiones más dinámicas del Corsa no es muy complicado sacar de él un buen comportamiento rutero. Basta con cambiar los amortiguadores por otros más eficaces. No logro entender porqué Opel se empeña en no montarlos de serie. ¿Para que gaste menos amortiguadores a base de ahorrarles trabajo? …no me entra en la cabeza.

Por lo demás el Corsa Dti está a un nivel muy alto. Se muestra muy ágil en ciudad, en giros cerrados o en maniobras de zig-zag, respondiendo la dirección con una importante asistencia que facilita bastante el uso constante del volante.
El uso del embrague es también suave y cómodo. El accionamiento del cambio es precisamente uno de los elementos mecánicos más evolucionados (a tenor de los resultados) y la inserción de las marchas se realiza de forma bastante intuitiva, con poco recorrido y sin holguras ni puntos duros.
Los frenos ponen toda la fuerza necesaria a base de pisar el pedal con cierta decisión, fruto de un tacto muy matizado, que permite imprimir la fuerza justa para cada situación pero que alarga demasiado el recorrido del pedal si se requiere toda su potencia.

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