Inicio
DINAMICO Y ACTUAL
Un comportamiento dinámico sobresaliente y una carrocería de estilo deportivo y actual son las mejores bazas del nuevo Mazda 6, berlina que sustituye al 626 y que se encuentra ya disponible en los concesionarios de la red con un precio de partida de 21.150 euros. De momento se ofrece sólo la versión de cuatro puertas y con tres opciones mecánicas, todas ellas de gasolina, pero en el próximo mes de septiembre la gama se completará con las variantes de cinco puertas y wagon, a la vez que con dos nuevos motores turbodiesel denominados CRTD, que rendirán 120 cv y 136 cv.
Durante la jornada de pruebas tuvimos la oportunidad de conducir el modelo medio de la gama, el 2.0 16v de 141 cv, que está acompañado por el 1.8 16v de 120 cv y el novedoso 2.3 16v de 166 cv. Nuestro protagonista de hoy se ofrece con un completo equipamiento denominado Active y tiene un precio de 22.450 euros.
Enrique Marco, Autocity
24 de junio de 2002
DISEÑO Y EQUIPAMIENTO
Parece ser que Mazda se ha dado cuenta del error que, a nuestro juicio, cometió hace unos años, cuando ‘normalizó’ el diseño de sus vehículos y pasaron de ser muy personales y diferenciadores a discretos y con poco ‘gancho’. Hoy, con presentaciones como la del Mazda 6, vemos como la marca japonesa retorna a sus raíces y vuelve a ofrecer automóviles con un ‘algo’ especial. De hecho, el Mazda 6 transmite muchas sensaciones cuando se observa su línea, una de ellas la de dinamismo, virtud que como veremos más adelante se cumple perfectamente.
Su frontal presenta un diseño muy afilado que imprime aires de deportividad y modernidad. La carrocería es larga (4,68 metros), y posee una total armonía que, en definitiva, completa un brillante resultado. La zaga, compacta y robusta, adopta los pilotos con carenado claro que puso de moda la marca Lexus y que ya han copiado otros fabricantes.
El interior es muy amplio, por encima de la media en su categoría, y, aunque no se desmarca de la moda japonesa de la austeridad, el salpicadero incluye un buen número de elementos y de agradable diseño. En todo caso, el tacto de los plásticos nos parece algo duro y de aspecto menos cuidado que el de otros competidores. La fila de asientos trasera se merece una nota muy alta, pues incluso el pasajero que viaje en el centro lo hará con comodidad. Por último, el maletero, de 500 litros de capacidad, se amplía de forma fácil y rápida gracias al sistema ‘karakuri’, que mediante una palanca situada en el maletero abate en un momento los respaldos traseros.
Y en lo que se refiere al equipamiento, para el motor 2.0 16v se cuenta con el Active, que incluye entre otras cosas climatizador, ordenador de abordo, control de velocidad de crucero, llantas de aleación con neumáticos 205/R 16, volante y pomo en cuero, ABS con EDB y sistema de asistencia en la frenada (EBA), control de estabilidad (DSC), control de tracción (TCS), equipo de sonido con reproductor CD, mandos de la radio en el volante, doble airbag frontal, doble airbag lateral, y airbags de cortinilla delanteros y traseros.
Conducción
CONDUCCION
Ya hemos dicho al comenzar que una de las virtudes del nuevo Mazda 6 es la del comportamiento. Su planta es totalmente nueva, y aunque más adelante es fácil que la adopten otros modelos del Grupo Ford, hoy sólo el Mazda 6 lleva este bastidor. No probamos el Sportive, que con llantas de 17 pulgadas y amortiguadores más firmes debe de ir sobre raíles, pero es que el 2.0 16v Active se desenvuelve ya de maravilla. Es preciso y estable sin resultar duro, y muy ágil para las medidas del coche. Además frena estupendamente. Sencillamente sobresaliente.
La mecánica 2.0 16v de 141 cv ya es más ‘normalita’. No queremos decir que se quede justa para el coche, ni que tenga nada malo, en absoluto. No se le puede sacar ninguna pega, pero tampoco destaca por nada en especial. En la práctica responde con la decisión suficiente en toda la gama de revoluciones, siendo en la zona alta donde más nos agradó. Las prestaciones son más que correctas, pues con 9,7 segundos en el 0 a 100 km/h y 208 km/h casi todos los conductores se darán por satisfechos. El consumo, 8,5 l/100 km, está dentro de los límites habituales de su categoría, pero más cerca de los más ‘bebedores’ que de los más ‘ahorradores’. El único fallo que sí observamos fue el de la rumorosidad, más elevada que en la mayoría de sus rivales.
GALERIA FOTOGRAFICA