Como a primeros de año ocurrió en el compacto Honda Civic, la marca japonesa trasplanta la filosofía downsizing, esto es, motores de bajo cubicaje, a su crossover mediano Honda CR-V. La nueva generación de este SUV nipón, lanzada al mercado en el último trimestre del año pasado, recibira a partir del mes de noviembre la motorización turbodiésel denominada 1.6 i-DTEC, perteneciente a la familia de motores Earth Dreams, un nombre comercial que deja clara las intenciones del fabricante: reducir el consumo y por lo tanto las emisiones en relación a sus vigentes motores diésel de 2.2 litros de cilindrada; la única forma para ser competitivo en ventas, por lo menos en Europa, donde las legislaciones de gases anticontaminantes para turismos y todoterreno son tan exigentes.
Técnicamente, el motor es el mismo estrenado en el Civic, más allá de las especificaciones concretas que en un trasplante de este tipo son necesarias por el incremento del peso y tamaño. Como en el compacto, el Honda CR-V 1.6 i-DTEC desarrolla unos modestos 120 cv de potencia, pero un par motor sorprendente de 300 Nm a un régimen muy aprovechable de 2.000 rpm. Asociado exclusivamente a la tracción delantera 4×2 y con una transmisión manual de seis relaciones más ligera, la dieta experimentada en relación al CR-V 2.2 i-DTEC de 150 cv es de 116 kg, traduciéndose en 183 km/h de velocidad punta y 11,3 segundos en el sprint de 0 a 100 km/h, cifras más que aparentes para sostener buenos ritmos de crucero en largos trayectos.Modesta potencia de 120 cv pero un par motor de 300 Nm y una rebaja del peso total de 116 kg
Pero la gran noticia para el futuro cliente es que por primera vez en la historia del modelo un Honda CR-V, de ciclo diésel, estará exento de pagar el impuesto de matriculación al estar por debajo de los 120 g/km de emisiones de CO2, ajustando el consumo de gasoil oficial en unos increíbles 4,5 l/100 km, dato idéntico al que hasta hoy era el líder en solitario de la categoría, el Mazda CX-D 2.2 Skyactiv-D de 150 cv, y superando a otro rival japonés como es el Toyota RAV-4 diésel de 124 cv con un gasto homologado de 4,9 l/100 km. Es decir que a parte de ser más ecológico, el CR-V 1.6 i-DTEC será mas barato. ¿Cuánto? No hay precio oficial, pero se moverá entorno a los 27.000 euros, un ahorro de algo más de 3.000 euros en relación al actual 2.2 i-DTEC de 150 cv. Esta rebaja, dice Honda, supondrá que la previsión de ventas para Europa del CR-V cambie considerablemente: ya que el nuevo motor se llevará el 60% del pastel.Únicamente disponible con tracción simple al eje delantera, este CR-V se ahorrará el impuesto de matriculación al emitir menos de 120 g/km de CO2
Producido en la planta de Swindon (Reino Unido), el Honda CR-V contará con tecnologías verdes para hacerlo más eficiente, como por ejemplo, el sistema de arranque y detención del motor automáticos Stop⋆ el botón ECON implantado en toda la gama, con el que se consigue optimizar el rendimiento de la climatización; o el ECO ASSIT, esto es, un dispositivo proyectado en la instrumentalización digital para motivar al conductor a que realice una conducción lo más eficiente posible: buscando una cifra de consumo que en un crossover de este tamaño y aerodinámica era impensable conseguir hasta hace pocos años.