Familiar juvenil
La trasera completa la deportividad del conjunto, teniendo en cuenta los cristales tintados, gracias a la inclinación de su luneta que se abre independientemente del portón -coronada por un alerón-, en el que los faros angulosos que se rasgan hacia los laterales completan las atractivas formas del monovolumen C4 más pequeño.
Tampoco podemos olvidarnos de los múltiples huecos portaobjetos, ni del pequeño espejo sobre el retrovisor interior -para mantener controlados a los niños-, las bandejas en los respaldos de los asientos anteriores con iluminación para lectura, además de las persianas en las ventanillas traseras y en la luneta del portón. Pero durante el tiempo que pudimos probar este Picasso sólo pensamos en una cosa, ¡qué cómodos son los asientos! Confortables con ajuste lumbar y que nos sujetaron cuando los virajes del trazado se complicaban.
Como colofón, incluyendo los elementos de ayuda a la conducción y de seguridad -como el ESP, los airbags y el freno de mano eléctrico- sólo nos queda por mencionar el Visiospace que además de aumentar la visibilidad y hacer más espacioso el interior, incorpora unas persianas para evitar el deslumbramiento de los ocupantes de las plazas anteriores.