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BATIENDO MARCAS
BMW prueba en circuito el concept car desarrollado sobre la base del X5, demostrando lo rápido que puede ser un todo terreno. El X5 Le Mans, un estudio encaminado a buscar los límites de la base del TT alemán, ha servido para descubrir el potencial de este Sports Activity Vehicle y además para despertar admiración con su imponente estampa.
Partiendo del X5 de serie, al Le Mans se le ha implantado el motor V12 del prototipo que ganó en el famoso circuito francés en 1999. Este propulsor rinde nada menos que 700 cv y es capaz de liberar un par motor de 720 Nm, permitiéndole alcanzar los 100 km/h desde parado en 4,7 segundos. Para digerir semejante entrega de potencia se han rebajado las suspensiones 30 milímetros y los neumáticos de serie se han sustituido por unos espectaculares 315/35 en llanta de 20 pulgadas. Aunque la carrocería no ha variado en sus dimensiones, en el interior se han sustituido los asientos por cuatro baquets de competición y el aluminio predomina por todas partes.
Autocity, 20 de julio de 2001.
PRUEBA EN NÜRBURGRING
Coincidiendo con el Gran Premio de Europa celebrado en el circuito de Nurburgring, pocos días antes de esta prueba, el piloto de carreras Hans-Joachim Stuck, a los mandos del X5 Le Mans, recorrió los 20,8 km del circuito en 7 minutos y 49 segundos, lo que constituye una récord para un vehículo de estas características. En la recta alcanzó una velocidad máxima de 311 km/h.
El tiempo que tardó el X5 en completar el circuito se pensaba que sólo era posible al volante de un modelo de carreras puesto a punto especialmente o de un coupé deportivo de pura sangre. Por establecer una comparación: en el marco del Campeonato de Súper Turismos, el BMW 320i recorrió el famoso circuito de la zona de Eifel en 7,37 minutos. En condiciones perfectas, un moderno deportivo BMW como el Z8, con 400 CV, tarda 8,16 minutos en completar esta distancia.