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Por Fernando A. Marqués
Madrid, 7 nov (EFE).- El Audi S4 y el BMW 330XI en sus versiones familiar Avant y Touring, son ejemplos de esos automóviles que quieren conductores muy exclusivos que buscan algo distinto y en los que la mayor parte de sus cualidades están ocultas: un familiar elegante y discreto con enorme poderío.
Imágen
De los dos, el Audi es el que más se aproxima, por aspecto, a un coche deportivo, ya que exagera las formas comunes de la berlina con voluminosas defensas y aditivos, además de un calzado gigantesco que obliga a abrir la carrocería en los pasos de rueda y una mayor cercanía del chasis al suelo. Los colores exclusivos de la versión ponen la guinda.
Interior
En los interiores también hay diferencias. El S4 los acabados son buenos pero sobrios, con detalles en aluminio que le diferencian del resto de sus hermanos de gama. Los tonos oscuros dominan el ambiente interior.
Mecánica
Bajo el capó delantero se esconden dos conceptos distintos de motor, aunque alrededor de la dinámica de los seis cilindros, en uno bajo la arquitectura en uve y en el otro en línea, ésta última tradicional en el constructor bávaro.
Características
Gama