Subasta del DB5 de 007
Un mito del cine por 4 millones de euros
No sabemos como pasará la ITV, porque el coche viene de serie con ametralladoras, escudo antibalas, rociadores de aceite, giraplacas de matrícula, un artilugio a modo de abrelatas para rajar la carrocería de otros automóviles, etc; pero lo cierto es que el verdadero Aston Martin DB5 que se utilizó en dos películas de James Bond protagonizadas por Sean Connery (Goldfinger, en 1964 y Operación trueno, en 1965) se va a poner a la venta y podría pasar a manos, no del servicio secreto británico, sino a las de cualquier (millonario) coleccionista.
Se trata de una de las dos unidades que EON Productions utilizó para ambos rodajes, y la única que se conserva. Tras las dos películas el modelo que hoy presentamos con chasis DB5/1486/R, motor 400/1469/V y número de identificación FMP 7B- volvió a la factoría Aston Martin Lagonda, que lo utilizó para algunas promociones. Pero en 1969 Mr Jerry Lee, un locutor de radio de Philadelphia (USA), convenció a los directivos de la marca británica para que se lo vendieran, en aquel año por 12.000 dólares. Desde entonces ha estado en manos de este peculiar personaje americano, quien apenas lo ha mostrado en público durante estos 40 años. De hecho, la última vez que su propietario lo mostró en un evento fue en un concurso de elegancia celebrado en 1993.
Esta historia está llena de curiosidades, pues el motivo por el que ahora el coche más famoso del cine sale a la venta es que su propietario quiere recaudar fondos para la Jerry Lee Foundation, una organización benéfica que dirige el propio Lee y que está dedicada a intentar resolver problemas de pobreza y de prevención del crimen. RM Auctions estima que su precio superará los 5 millones de dólares (algo más de 4 millones de euros), cifra que calcula a tenor de su exclusividad y fama en el cine, aunque bien podría incrementarse sustancialmente. Lo sabremos el próximo 27 de octubre, cuando se celebre en Londres la esperada subasta, a la que no sólo acudirán coleccionistas de coches clásicos, sino también millonarios caprichosos y mitómanos del cine. La empresa que organiza la subasta es la más reconocida del mundo en subastas de automóviles, y recientemente celebró en Montecarlo la Sporting Classic of Monaco y en Florida la de Amelia Island.
El coche en cuestión es un Aston Martin DB5, modelo fabricado entre 1963 y 1965 y del que se vendieron poco más de mil unidades. Su motor de seis cilindros y 3.995 cc le permitía desarrollar una potencia de 282 cv, de modo que sus prestaciones resultaban fantásticas para la época: 233 km/h y 7,1 segundos de 0 a 100 km/h. En la actualidad, esta unidad tuneada por EON Productions (en la ficción por el famoso Q), se conserva de origen, eso sí, con el armamento inutilizado. Tan solo la carrocería se ha repintado en el mismo gris plata original, pero, como se puede ver en las fotos, incluso la tapicería es la original (lógicamente ya algo cuarteada). Destaca el reposabrazos central, bajo el que se esconden todos los mandos para manejar sus gadgets, entre los que se pueden distinguir los conmutadores de, por ejemplo, Screen bullet (pantalla antibalas) o Smoke (cortina de humo). Curiosos son también algunos otros artilugios como el disparador oculto bajo el pomo del cambio, el teléfono sesentero o el GPS de la época. Actualmente su cuentakilómetros marca 30.456 millas (49.014 km).
Estaremos atentos a la subasta para ver en que precio se adjudica finalmente el que seguramente sea el coche más famoso de la historia del cine. De hecho, argumentos para alcanzar un precio astronómico no le faltan, y además, como el propio Mr Jerry Lee afirma, ‘una vez vendido este coche continuará sirviendo para hacer el bien’, ya que el importe que se recaude irá dirigido a la fundación.