¿Qué tan cerca estamos de los autos voladores?

Los viajes diarios por los aires pueden estar muy cerca, aunque diferentes a los vistos en la ficción

Joby Aviaton se encuentra cerrando arrendamientos en los techos en donde aterrizarán sus autos voladores, con apariencia de mosquitos, a partir de 2024.

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Los viajes por los aires que hemos visto en cine y televisión siempre han llamado la atención de los usuarios de automóviles, una experiencia que poco a poco comienza a consolidarse como una realidad, gracias a las plataformas que vienen de Joby y sus rivales, aunque son bastante diferentes a las que conocemos comúnmente de un automóvil.

Capaces de despegar y aterrizar verticalmente, se parecen mucho a los helicópteros, solo que más seguros, más baratos y mucho más silenciosos gracias a un equipo de pequeños rotores eléctricos en un ala fija, lo que permite que la nave vuele (y se deslice) horizontalmente. Si uno de los ventiladores se apaga, el resto puede prevenir un accidente.

La industria de los taxis voladores ya tiene mucha competencia, con varias empresas que prueban máquinas que se aproximan a drones gigantes para el transporte de personas.

Marcas importantes del mundo del transporte como Hyundai y empresas emergentes como Lilium GmbH Joby han estado dentro de este negocio desde hace 12 años.

En todo ese tiempo, ha obtenido alrededor de 100 millones de dólares en fondo de riesgo. En agosto, la compañía se hizo pública a través de un SPAC respaldado por el cofundador de LinkedIn, Reid Hoffman.

La forma en la que buscan convencer a los posibles usuarios de estas máquinas es: “ahorre, 1,000 millones de personas por hora al día“.

Bloomerg, medio especializado en economía, platicó con el fundador y director ejecutivo de Joby, JoeBen Bevirt, para hablar sobre sus planes de hacer que los taxis aéreos sean tan baratos como los taxis terrestres, además de tener el que califica como “el mayor éxito de su compañía“: un avión de cinco pasajeros.

Sobre su sentir al término “auto volador“, comentó que no le molesta que se le llame “coche” o “auto” a su invento, pero que el término correcto sería “avión“.

Eso implica algo que vuela y me impulsa a la mente. El desafío es que terminas con algo que tampoco está optimizado. Lo que hemos intentado hacer aquí es construir un avión, que es realmente bueno como avión y que tiene capacidades que ningún avión antes había tenido.

dijo Bevirt.

Añadió que “cuando fundé la empresa en 2009, la gente pensaba que la idea de construir un avión eléctrico era un poco marginal, y la idea de construir un avión eléctrico que pudiera despegar y aterrizar verticalmente era ciencia ficción. Se ha soñado durante tanto tiempo que no creo que reconozcamos del todo el momento decisivo que estamos viviendo“.

El empresario apuntó que en el 2020 se acordó con la Administración Federal de Aviación una hoja de ruta que se debe seguir para obtener la certificación, y ahora se encuentran avanzando por ese camino. Por ahora, su prioridad es obtener la certificación, después de esto, comenzarán a pensar en la fabricación.

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Autor: I.S. con información de El Financiero

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