‘No te vas a poder comprar un coche mejor por este precio’. Es Elon Musk, fundador de Tesla Motors, en una conferencia abarrotada de público en la localidad con más inventores por metro cuadrado, Palo Alto (California). En la madrugada española, tarde noche en la Costa Oeste norteamericana, los flashes de los reporteros gráficos disparaban foto a foto el destape de la nueva obra de Musk y su equipo de selectos ingenieros: el Tesla Model 3.
La expetación creada por Tesla, con cuenta atrás incluida, se podría comparar a la atmosfera generada ante cada nueva versión del iPhone por parte de Apple, otro vecino tecnológico de Palo Alto. El Model 3 será el vehículo más pequeño y económico de la gama Tesla, posicionándose como un vehículo de acceso por debajo de la gran berlina de cinco metros Tesla Model S y del todocamino con alas Tesla Model X.
La performance en la que convirtió Tesla el acto tuvo como punto culmen la apertura de pedidos, y ahí la marca california reventó la banca, recibiendo 115.000 pedidos en los primeros minutos de vida de su nueva criatura elécrica y rozando los 140.000 al cierre de la presentación.
Los animados fieles de Tesla abonaron una señal en forma de entrada de 1.000 dólares por un coche que comenzará producirse en Estados Unidos en 2017, y no se pondrá a la venta hasta finales de ese mimo año (2018 en Europa).
El Tesla Model 3 es la culminación de un proyecto iniciado por Musk hace una década, cuando se asentó en la élite americana (especialmente californiana) en busca de un nicho de clientes adinerados, amantes de los automóviles y la ecología, para asaltar ahora el mercado de las masas: el Model 3 tendrá un precio de 35.000 dólares (31.000 euros al cambio, y sin contar con los incentivos por sus cero emisiones).
El nuevo modelo de Tesla es un sedán compacto (en torno a 4,70 metros de longitud), de línea claramante Telsa, rompedor en diseño -que derrocha vanguarida por todos sus poros- y que por un lado viene a rivalizar con las berlinas alemanas tan admiradas en Estados Unidos (BMW Serie 3 o Audi A4) y por otro a desbancar a la pesada industria yankee del automóvil: al Chevrolet Volt EV de General Motors.
El Model 3, una réplica a pequeña escala del Model S con techo de vidrio incluido, tiene una capacidad interior para cinco pasajeros (y no siete como el S) y dos maleteros, uno en la zona delantera del capó (donde en los coches de combustión se sitúa el motor gasolina o diésel) y otro en la parte posterior (el paquete de baterías va situado bajo el piso del habitáculo).
Precisamente, las baterías tienen una capacidad mínima de 75 a 90 kWh y una autonomía de 350 kilómetros, pero Tesla asegura que el Model 3 se beneficiará también de sus supercargadores de alta velocidad (Supercharging network), con los que las baterías pueden recargarse en cuestión de minutos, minimizando las paradas durante los viajes de larga distancia.
El esquema eléctrico mueve las ruedas traseras del Telsa Model 3, otorangando una aceleración impropia de su naturaleza: ‘menos de seis segundos de 0 a 60 millas por hora (0 a 97 km/h)’, ha dicho Musk, que también ha confirmado que el nuevo modelo traerá de serie ‘tecnologías de conducción autónoma’.