Los coches de la final de Champions
Un capricho, una pasión, o simplemente una forma de gastar parte del dinero de sus copiosas nóminas. Los coches de los futbolistas despiertan admiración por la espectacularidad y exclusividad de los modelos que suelen lucir. Es como si cuanto mayor fuese la popularidad del jugador, el deportivo tuviese que ser más caro y extraterrestre. Como así corroboran las dos plantillas de moda en Europa, Real Madrid y Atlético de Madrid, los dos equipos de la capital de España que se miden en Lisboa en la final de la Champions League. El Real Madrid, su historia y sus estrellas contra el Atlético de Madrid, su lucha y El Cholo. Pero la pregunta que nos hacemos hoy no es qué equipo ganará, sino, ¿qué equipo tiene los mejores coches? Es como si cuanto mayor fuese la popularidad del jugador, el deportivo tuviese que ser más caro y extraterrestre
Es muy difícil competir con los sueldos que paga Florentino Pérez a los madridistas, con Cristiano Ronaldo, el segundo jugador mejor pagado del mundo tras Messi, como máximo exponente. Los 18 millones que cobra el astro portugués más los derechos de imagen -más que muchas estrellas de cine- le permite tener su garaje plagado de automóviles de ensueño entre los que destaca el Lamborghini Aventador en negro mate que nos deja boquiabierto cada vez que se acerca con él a Valdevebas. Otro de los ilustres delanteros blancos, Karim Benzema, es un loco de los coches de altas prestaciones; su última adquisición, un Brabus Rocket 800 (un CLS tuneado hasta los 800 cv de potencia y 1.420 Nm de par motor). El trío de ataque madridista lo completa el fichaje más caro del mundo, Gareth Bale, que con su Bentley Continental GTC puede conducir descapotado y disfrutar del buen tiempo en la capital de España, algo que no podía hacer en su Reino Unido natal.
Otro que tiene influencia anglosajona por sus años en la Premier League es el croata Luka Modric, el cérebro del Real Madrid es tan elegante con el balón como con la elección de su coche fetiche: Bentley Continental GT. Al equipo de las 9 Copas de Europa le patrocina Audi, que durante las temporadas cede a los jugadores algunos de sus automóviles más deseados. Desde el jerárquico Audi A8 del entrenador Carlo Ancelotti hasta el coupé deportivo Audi RS5 que este año tiene el placer de conducir Sergio Ramos, pasando por los más modestos S3 Sportback y Q5 de dos de los jugadores con más futuro de la plantilla blanca Raphael Varane e Isco Alarcón, respectivamente. Por su parte el capitán Iker Casillas se conforma con un Mini Countryman Cooper S y el defensor Álvaro Arbeloa apuesta por el icónico Porsche 911 Turbo.Buena parte de los jugadores blancos lucen los Audi que la marca de los cuatro aros les presta cada temporada
En el Atlético de Madrid, las joyas automovilísticas no se quedan atrás. Empezando por el que seguramente sea el jugador con más calidad de la plantilla rojiblanca, el turco Arda Turan, que presume de todo un Ferrari 458 Italia que lo hace ser el centro de todas las miradas cada vez que llega a los entrenamientos en el Cerro del Espino. Su pareja de ataque, y jugador de moda del año, el hispano-brasileño Diego Costa aprovecha el contrato de patrocinio del club con la marca Volkswagen y posee esta temporada un Golf GTI, el explosivo compacto del pueblo. ¿Una metáfora de lo que representa Costa en el campo? Lo que desde luego sí que puede ser una analogía coche-características del jugador es la que se produce entre el Bentley Continental Supersports GTC y Diego Rivas: el sublime mediapunta brasileño tiene tanto criterio con el balón como para elegir coche.
Pero sin ninguna duda la columna vertebral del equipo de Diego Pablo Simeone la componen los jugadores nacionales. Empezando por el capitán Gabriel Fernández ‘Gabi’ que a los mandos de un Porsche Cayenne mantiene el equilibrio que demuestra en todas las decisiones dentro del terreno de juego: el Cayenne es un exclusivo TT pero es un coche comprable como demuestran sus buenos datos de ventas. David ‘El Guaje’ Villa y Raúl García, dos norteños de impetú de plomo y lucha infinita, se ponen el esmoquin para conducir sus respectivos Aston Martin, la berlina Rapide en el caso del asturiano y el coupé deportivo DB9 en el caso del navarro.Los Aston Martin triunfan en el vestuario colchonero, que tiene como patrocinador oficial a Volkswagen