Nos subimos al volante del Skoda Rapid, la berlina compacta de la firma checa perteneciente al Grupo Volkswagen. Un modelo realista para los tiempos que corren y que sin embargo tiene una salida muy limitada en el mercado español. Por un lado, tiene un competidor local que es el Seat Toledo, un modelo con el que comparte estructura, motores y equipamientos, y que a pesar de ser unos 1.000 euros más caro a igualdad de acabado/mecánica, tiene más tirón por el posicionamiento de una marca y otra en nuestro país. Ambos modelos pueden ser homologados para taxi, compitiendo contra el dominante Toyota Prius, otro que por silueta y dimensiones podría ser una alternativa al Rapid. Respecto al precio, un Skoda Rapid gasolina de 75 cv y con aire acondicionado de serie parte de los 13.990 euros, un precio competitivo que no lo es tanto a medida que escalamos en la gama.
DIFÍCIL POSICIONAMIENTO
Nuestra unidad de prueba es el Skoda Rapid 1.2 TSI 105 cv gasolina, que con el acabado más alto de gama Elegance se oferta por un precio oficial de 19.400 euros, descuentos aparte. Un Chevrolet Cruze, a igualdad de equipamiento y motorización, es más barato. La otra doble encrucijada a la que se enfrenta el Rapid la encuentra en su propia casa: el Spaceback y el Octavia se lo pondrán muy difícil. El primero deriva del Rapid pero con una silueta de compacto más atractiva para el mercado español (Skoda estima que de 10 Rapid-Spaceback vendidos, ocho serán Spaceback por sólo dos Rapid); el otro, el Octavia es el modelo franquicia de la marca y además en la última generación ha dado un paso hacia delante al estar basado en la plataforma modular MQB del Grupo VAG, lo que le dota de una estabilidad de marcha muy superior y de un tacto de conducción más agradable: es 3.000 euros más caro de media que el Rapid, pero por su aspecto exterior (más anchote, grande y proporcionado), su maletero de 560 litros, motores de mayor potencia y por supuesto estar homologado como taxi, es otro enemigo para el Rapid.
Menos atractivo que el nuevo Spaceback y muy inferior por motores y chasis al nuevo Octavia
Nuestra unidad de prueba es el Skoda Rapid 1.2 TSI 105 cv gasolina, que con el acabado más alto de gama Elegance se oferta por un precio oficial de 19.400 euros, descuentos aparte. Un Chevrolet Cruze, a igualdad de equipamiento y motorización, es más barato. La otra doble encrucijada a la que se enfrenta el Rapid la encuentra en su propia casa: el Spaceback y el Octavia se lo pondrán muy difícil. El primero deriva del Rapid pero con una silueta de compacto más atractiva para el mercado español (Skoda estima que de 10 Rapid-Spaceback vendidos, ocho serán Spaceback por sólo dos Rapid); el otro, el Octavia es el modelo franquicia de la marca y además en la última generación ha dado un paso hacia delante al estar basado en la plataforma modular MQB del Grupo VAG, lo que le dota de una estabilidad de marcha muy superior y de un tacto de conducción más agradable: es 3.000 euros más caro de media que el Rapid, pero por su aspecto exterior (más anchote, grande y proporcionado), su maletero de 560 litros, motores de mayor potencia y por supuesto estar homologado como taxi, es otro enemigo para el Rapid.
Menos atractivo que el nuevo Spaceback y muy inferior por motores y chasis al nuevo Octavia
Dicho todo esto, el Skoda Rapid 1.2 TSI de 105 cv que conducimos nos ofrece sensaciones satisfactorias después de una semana a prueba con él. No es un modelo que entre por los ojos, pero desde un primer momento cumple con requisitos fundamentales en este tipo de vehículos de gama media-baja. Para empezar, luce los nuevos rasgos de diseño de la marca Skoda, que incluye nuevo logo, una calandra con rejillas verticales pintadas en negro brillante, faros delanteros y antinebla (con función de alumbrado en curva) de diseño horizontal y traseros más cuadriculados, y paragolpes con aristas más anguladas y rectas que proporcionan una imagen moderna dentro de lo que es un Skoda, un fabricante más racional que emocional. Además, la superficie acristalada es bastante grande -garantizando una notable visibilidad interior en todos los ángulos- pero proporcionada en relación a la chapa del coche, lo que no resta atractivo a su figura exterior.
a favor- Relación cotas exteriores/espacio interior- Calidad acorde a su precio- Gigantesco maleteroen contra- Plaza central trasera- Consumos TSI muy sensibles- Estabilidad e insonorización
Por dentro, el Rapid sigue cumpliendo con los argumentos de compra de un Skoda. El diseño de su habitáculo no enamora. Los plásticos duros cubren los paneles de las puertas y el salpicadero, en zonas altas y bajas. Ni rastro de plásticos blandos. Skoda lo que sí ofrece son combinaciones bicolor para cubrir estas zonas en negro-gris o negro-beis. El cuadro de mandos está organizando con las dos clásicas esferas analógicas (velocímetro y cuentarrevoluciones) de muy fácil lectura y con una pantalla digital central entre ambos con la información que puede dar el Rapid: audio, ordenador de viaje y teléfono. Por su parte, la sencillez del habitáculo continúa con una consola central de pocos botones, y que con nuestro acabado Elegance incluye como mayor lujo el climatizador automático de una zona. Por lo demás, se agradece mucho en trayectos de muchos kilómetros el reposabrazos central, regulable en altura y con un mullido muy agradable.No es un modelo que entre por los ojos, pero desde un primer momento cumple con requisitos fundamentales en este tipo de vehículos de gama media-baja
El equipamiento de serie del Skoda Rapid es el mínimo exigible a un coche que quiera ser catalogado como un coche seguro. Desde los acabados más básicos ya disponemos de control de estabilidad, seis airbags -dos frontales, dos laterales y dos de cabeza o cortina- y fijaciones Isofix. Nuestra unidad de prueba añadía otros elementos extras que aumentan tanto el confort interior como la seguridad activa. Por ejemplo unos asientos en tela de corte deportivo sumamente cómodos, regulables en altura en el caso del conductor, el sensor trasero de aparcamiento, sensor de presión de neumáticos o programador de velocidad. Además, el sistema de navegación ‘Amundsen’ con el dispositivo de manos libres bluetooth para el teléfono móvil (+514 euros) es el complemento perfecto para redondear la unidad.Incluye de serie los equipamientos imprescindibles para considerarlo un coche seguro
Derivado de una plataforma más pequeña que el Octavia, el Rapid está lejos del aplomo dinámico de éste. Es un turismo cómodo por manejo y dimensiones (4,48 metros de longitud), ideal para maniobrar por calles ratoneras por la desmultiplicación de su dirección y el buen radio de giro que ofrece. A partir de aquí, la arquitectura de su chasis es la que es, con un eje de torsión trasero que aguanta lo justo si entras en curva con demasiado entusiasmo; y con un ancho de vías tanto delante (1.461 mm) como detrás (1.500 mm) que le alejan de una estabilidad de marcha alta. Además, el otro gran lastre en la puesta a punto de este Rapid es la insonorización. Ahora hablaremos del motor, pero los ruidos de rodadura (y eso que las ruedas son pequeñas 215/45 R16) y sobre todo los aerodinámicos, se dejan notar demasiado a partir de los 120 km/h.Dinámicamente, los ruidos del aire y de las ruedas son muy perceptibles
Del motor de inyección directa de gasolina TSI de 1.200 centímetros cúbicos del Grupo Volkswagen ya hemos hablado en otras ocasiones. Es una mecánica que por prestaciones, y por la forma de entrega de su potencia (en este caso 105 cv a 5.000 rpm), es más que suficiente para mover a un Rapid que pesa 1.075 kg en vacío. Tiene alegría desde muy bajas vueltas, con un par motor máximo de 175 Nm desde muy bajo régimen (1.550 rpm) y que se estira con cierta gracia hasta bien pasado la mitad (4.000 rpm) del cuentarrevoluciones. En cuanto al cambio manual de seis velocidades, ofrece unos recorridos más bien largos, que lastran estas prestaciones de las que hablamos (195 km/h de velocidad punta y 10,6 segundos de 0 a 100 km/h), a no ser que nos anticipemos con el pomo del cambio. Para optar al cambio automático de doble embrague DSG, hay que acudir al motor gasolina superior, el 1.4 TSI de 122 cv.
¿Y el consumo? Es un motor muy sensible a lo que le exijamos. Esto es que, teniendo mucho tiento con el acelerador, sin cambios bruscos de velocidad, y aprovechándonos de las inercias, uno se puede acercar a su consumo oficial (5,4 l/100 km). El paquete Green Tec incluye de serie star-stop, neumáticos de baja resistencia a la rodadura y recuperación de la energía de frenada. Sin embargo, si juguetemos con el cambio, buscando esa chicha que tiene desde muy bajo régimen, el consumo se puede disparar, superando tranquilamente los 7,5 litros en carretera. Y ojo, lo que es peor, tampoco se lleva muy bien con los consumos en población, donde estar por encima de 8,5 litros es lo habitual. Entonces, ¿merece la pena la compra del TSI 105 cv frente al TDI 105 cv? Si eres un taxista que vas a hacer muchos kilómetros, muchos de ellos por ciudad, taxativamente no; si eres un comprador racional, buscas un coche funcional, y que te lleve de casa al trabajo y del trabajo a casa, sin grandes kilometrajes al año, este motor TSI es por agrado, respuesta y precio (1.500 euros menos que el díesel) una opción a tener muy en cuenta.
El consumo con el motor TSI puede ser alto si no tenemos miramientos con el acelerador