El fabricante japonés Mazda está renovando por completo toda su gama en un corto período de tiempo, que comenzó a mediados de 2012 con el lanzamiento del SUV compacto CX-5, que con su filosofía de diseño Kodo y su nueva generación de motores y chasis Skyactiv ha marcado la tendencia los nuevos modelos. Pues justo después, para final de año, le tocó el turno a uno de los más representativos de la gama, la berlina media buque insignia de la marca Mazda6, que ya no es tan media con sus 4,87 cm de longitud, al que hoy nos podemos subir para realizar un análisis más exhaustivo y corroborar cuánto a mejorado respecto a su predecesor.
a favor-Combinación de elegancia y deportividad-Interior germánico con buenos materiales-Motor elástico y muy refinadoen contra-Cambio automático bastante perezoso-Acceso algo incómodo en la fila trasera
Y de hecho lo mejora completamente, gracias a una carrocería bastante más grande y con más porte, que curiosamente siguiendo la conocida “Estrategia del gramo” de la marca es bastante más ligero. También presume de un diseño mucho más dinámico propio de la filosofía Kodo, que ya introdujo su hermano CX-5, además de unas calidades excelentes que lo hacen mucho más Premium y lujoso dentro del segmento.
Con sus nuevos casi 4,90 metros de longitud se posiciona como una de las berlinas medias más grandes del segmento, aunque lo más sorprende es su tremenda distancia entre ejes que llega hasta los 2,830 metros, dejando un inmenso espacio para los pasajeros traseros. Con este tamaño tan voluminoso se enfrenta a modelos más grandes como su rival natural Honda Accord o a su primo hermano Ford Mondeo. Como nota curiosa, el precio de la berlina y de la versión familiar es exactamente el mismo para evitar dudas, para esta unidad movida por el motor de gasolina 2.5i con cambio automático y acabado Luxury más los paquetes incluidos Premium y Travel de 36.000 euros. Hasta la fecha esta es la versión con acabado más deportivo.
Espectacular diseño deportivo
Fruto de la nueva corriente de diseño Kodo que inspira a los nuevos modelos de Mazda, cuyo significado quiere decir “Alma del movimiento” (inspirado en los movimientos espontáneos de los animales salvajes) que pretende transmitir elegancia, agilidad y dinamismo a partes iguales, nace la nueva e impresionante imagen del nuevo Mazda6, que presenta unas sinuosas líneas laterales muy atractivas y sugerentes por las puertas y las aletas y rasgos afilados en cada uno de sus elementos más visibles, como en las ópticas delanteras y traseras, muy estiradas y rasgadas y con luz diurna de led, así como los paragolpes de grandes aberturas de formas fluidas o la parrilla delantera invertida de cinco puntas y en forma de ala común con toda la gama.El Mazda6 rompe con el diseño de las berlinas convencionales con una imagen deportiva llena de personalidad
Fruto de la nueva corriente de diseño Kodo que inspira a los nuevos modelos de Mazda, cuyo significado quiere decir “Alma del movimiento” (inspirado en los movimientos espontáneos de los animales salvajes) que pretende transmitir elegancia, agilidad y dinamismo a partes iguales, nace la nueva e impresionante imagen del nuevo Mazda6, que presenta unas sinuosas líneas laterales muy atractivas y sugerentes por las puertas y las aletas y rasgos afilados en cada uno de sus elementos más visibles, como en las ópticas delanteras y traseras, muy estiradas y rasgadas y con luz diurna de led, así como los paragolpes de grandes aberturas de formas fluidas o la parrilla delantera invertida de cinco puntas y en forma de ala común con toda la gama.El Mazda6 rompe con el diseño de las berlinas convencionales con una imagen deportiva llena de personalidad
Con este diseño rompe con la estética más convencional y sobria de sus rivales más directos y que ostentaba su antecesor, con una imagen con mucha chispa y personalidad al tiempo que elegante y proporcionada. Sus grandes dimensiones le brindan un porte inusitado para el modelo y la fluidez de sus trazos lo hacen muy atractivo. La vista lateral es la que más llama la atención, con unos pasos de rueda prominentes y una baja altura del habitáculo retrasado de estilo coupé, anticipando las prestaciones que nos vamos a encontrar. Las llantas que sustentan este ejercicio de diseño son de 19 pulgadas con 5 brazos dobles en forma de Y para nuestra versión Luxury.
La zaga no queda de lado en este excelente diseño, puesto que se eleva transmitiendo potencia hasta terminar en un bonito portón redondeado en forma de alerón, rematado con una elegante moldura cromada y unas atractivas ópticas afiladas totalmente rojas. En la zona inferior asoman dos salidas de escape cromadas separadas que ponen una nota de deportividad. Curiosamente el conjunto nos recuerda al antiguo pero vanguardista Xedos 6 de la marca.
El interior, como todos los nuevos Mazda, está presentado de forma impecable y sin florituras, muy al estilo alemán, con un excelente equipamiento que nos invita a acomodarnos y disfrutar de la experiencia en sus cinco amplias plazas. El cuadro de mandos presenta tres esferas analógicas con un aspecto intachable y de fácil lectura. El salpicadero resulta sofisticado y muy elegante, en esta versión Luxury deportiva, rematado con una combinación de molduras negras y transparentes con tonalidad roja, a juego con las costuras rojas de todos los guarnecidos de las puertas, del volante y pomo, tirador del freno de mano y apoyabrazos delantero, así como el ribeteado de la piel de los asientos.Los acabados interiores del Mazda6 sorprenden por su clara organización germánica y la buena calidad de materiales
En el centro del salpicadero emerge el módulo de entretenimiento y navegación firmado por TomTom con una pantalla central táctil de grandes dimensiones desde donde se manejan todos los sistemas multimedia desarrollado por Bose. En la zona inferior encontramos el módulo de la climatización bizona con selectores giratorios de aluminio muy elegante y algunos mandos de elementos de seguridad. Sin embargo, un poco más abajo aparece la palanca del nuevo cambio automático, con un aspecto muy antiguo también con recorrido clásico que nos parece idéntica a la de Mercedes.
El V8 de 6.2 litros y 437 cv lo dispara hasta los 100 km/h en 4,7 segundos y alcanza los 300 km/h
El V8 de 6.2 litros y 437 cv lo dispara hasta los 100 km/h en 4,7 segundos y alcanza los 300 km/h
La habitabilidad interior es uno de sus puntos fuertes, con unos elegantes y deportivos asientos de piel negra regulables eléctricamente propios del paquete Premium que sujetan el cuerpo de maravilla y resultan muy confortables en todas las plazas. Cinco pasajeros irán a placer en su interior con un gran espacio para las piernas en la fila trasera, amplitud que ha ganado esa área en detrimento del espacio de maletero, que con sus 489 litros pierde 46 respecto a su antecesor, aunque eso sí, resultan suficientes para mucho equipaje. Lo malo, la boca de carga estrecha, como en casi todas las berlinas de 4 puertas.
De serie toda la gama incluye un equipamiento que no puede igualar ningún rival de la misma talla y precio, con elementos tan exclusivos como el asistente de frenada en ciudad Smart City Brake, faros bixenón con sistema de iluminación en curva, llantas de 19 pulgadas, cristales traseros tintados, sistema de sonido Bose con 11 altavoces, sensores de aparcamiento delantero y trasero con cámara de visión trasera, asistente de arranque en pendientes, asistente de cambio involuntario de carril RVM, control automático de luces largas HBC o sistema de entrada y arranque con llave inteligente.
Motor muy elástico, no muy eficiente y cambio automático perezoso
El motor de gasolina más potente de la gama, que es el que hoy probamos, es todo un ejemplo de suavidad y refinamiento, pero no de eficiencia y prestaciones. Al estar combinado con el nuevo cambio automático de 6 relaciones resulta muy confortable pero algo lento a la hora de buscar reacciones deportivas, así como seguro penaliza algo el consumo frente a un cambio manual, aunque tampoco es exagerado cifrando su consumo real en unos 8,5 litros a los 100 km (6,3 litros oficiales y 148 gr/km de CO2). Se combina con el sistema de arranque y parada automática i-stop así como introduce de forma pionera un innovador sistema de frenado regenerativo denominado i-ELOOP que ahorra combustible y recupera la energía almacenándola en un acumulador para luego utilizarla cuando se necesite alimentar los diferentes sistemas eléctricos y que el motor se ocupe únicamente de transmitir fuerza a las ruedas.
El motor de gasolina más potente de la gama, que es el que hoy probamos, es todo un ejemplo de suavidad y refinamiento, pero no de eficiencia y prestaciones. Al estar combinado con el nuevo cambio automático de 6 relaciones resulta muy confortable pero algo lento a la hora de buscar reacciones deportivas, así como seguro penaliza algo el consumo frente a un cambio manual, aunque tampoco es exagerado cifrando su consumo real en unos 8,5 litros a los 100 km (6,3 litros oficiales y 148 gr/km de CO2). Se combina con el sistema de arranque y parada automática i-stop así como introduce de forma pionera un innovador sistema de frenado regenerativo denominado i-ELOOP que ahorra combustible y recupera la energía almacenándola en un acumulador para luego utilizarla cuando se necesite alimentar los diferentes sistemas eléctricos y que el motor se ocupe únicamente de transmitir fuerza a las ruedas.
Exactamente el Skyactiv-G 2.5 litros atmosférico de 4 cilindros entrega 192 cv de potencia a 5.700 rpm y nun par motor de 256 Nm a 3.250 vueltas gracias a una elevada compresión para ser un motor de gasolina, entregando la potencia de forma suave hasta alcanzar los 100 km/h en sólo 7,8 segundos y los 223 km/h de velocidad máxima en esta versión con cambio automático. Para buscar la mayor suavidad en un motor de cuatro cilindros y tanta cilindrada, Mazda lo ha dotado de unos ejes contrarrotantes para minimizar vibraciones, con lo que se convierte en el más suave de toda la gama.
El comportamiento del Mazda 6 destaca por su deportividad gracias a un chasis y un bastidor fruto de la tecnología Skyactiv, ya aplicada al dinámico CX-5 y adaptada al Mazda6 con maestría. Se combina una rigidez incrementada con una gran agilidad de movimientos, lo que redunda en una gran percepción de aplomo. Esto es gracias a una exquisita combinación a priori contradictoria, de un gran refinamiento y suavidad con una tremenda agilidad y ligereza. La dirección eléctrica resulta muy directa con una desmultiplicación elevada lo que transmite mayor agilidad en un conjunto tan grande sin apenas mover las manos en el volante, sorprendiéndonos al conducir en tramos virados. La carretera transmite cada línea pero curiosamente sin resultar molesto, con una suspensión puesta a punto con precisión, en configuración McPherson delante y multibrazo trasera que ofrece un perfecto compromiso entre confort al filtrar obstáculos y rigidez para evitar exceso de inclinación.