Restyling y T5 de 230 cv
Volvo introduce ligeros cambios en las gamas del S40 y V50, que afectan a diseño de algunos detalles para todas las versiones, a la introducción de nuevos elementos de equipamiento y seguridad, a la mejora del propulsor tope de gama T5, y a la presentación del motor 1.8 Flexifuel. Con estos retoques la marca sueca pretende seguir agradando a un público que, desde que salieron en 2003 los S40 y V50, y con la reciente llegada del compacto C30, es cada vez más joven. Estos S40 y V50 “rejuvenecidos” estarán disponibles tras el verano.
Como es habitual cuando un modelo alcanza el ecuador de su vida comercial, se presentan modificaciones estéticas y algunas mejoras. Tanto en la berlina S40 como en el familiar V50 se observa un nuevo frontal donde la parrilla es lo que más cambia. Los grupos ópticos también reciben modificaciones, y, por ejemplo, los traseros vienen ahora con diodos y con luz de freno que en caso de frenada de emergencia envía destellos para alertar al restos de vehículos que nos siguen. Este sistema Volvo lo llama EBL (Emergency Brake Lights). Del mismo modo, en las ópticas delanteras existe la posibilidad de montar las luces activas bi-xenon que giran en las curvas.
Mecánicamente la novedad es el motor Flexifuel, es decir, que puede funcionar con bio-etanol E85 (una proporción de 15% de gasolina y 85% etanol). En este caso la potencia de este 1.8 es de 125 cv. Por su parte, la versión deportiva T5 incrementa su potencia máxima en 10 cv, hasta los 230 cv. Sus cifras de velocidad máxima y aceleración de 0 a 100 km/h son de 240 km/h y 6,8 segundos. Por último, la versión diesel D5 de 180 cv podrá llevar caja de cambios manual, y en este caso el par motor se fijará en 400 Nm.