Pisamos más el acelerador en las secundarias, donde el 40 por ciento rebasa los límites
Además, mientras el 6,5 por ciento de los conductores rebasa en 20 kilómetros por hora los límites máximos en autovías y autopistas, en las carreteras secundarias el porcentaje que lo hace alcanza el 13 por ciento, es decir, el doble.
Y no solo eso. En los controles practicados el año pasado por la Guardia Civil se comprobó que más de un millón de conductores excedían los límites.
Por ello, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto hoy en macha una campaña de control de la velocidad que se prolongará hasta el domingo. Una semana en la que los agentes de la Guardia Civil de Tráfico estarán especialmente vigilantes para que no se cometa una de las infracciones que causa más muertes en carretera.
Y para el inicio de la campaña, Tráfico ha elegido una carretera secundaria, a la que ha acudido la máxima responsable de la DGT, María Seguí, para asegurar que es en estas vías donde es más necesario reforzar la vigilancia y donde es más difícil realizarla por las condiciones del entorno.
Según los datos que ha recordado, en 2013 se produjeron 85.000 accidentes con fallecidos o heridos graves, y de ellos el 25 por ciento, tal y como figura en los atestados, la velocidad excesiva o inadecuada fue directa responsable del siniestro.
María Seguí ha hecho especial hincapié en esos excesos de velocidad, que en muchos casos superan entre 20 y 30 kilómetros por hora los límites legales, y en la gravedad de las lesiones. En este sentido, ha recordado que un atropello de un peatón a 50 kilómetros por hora puede causarle la muerte.
Cumplir con los límites legales de velocidad, dice Tráfico, podría evitar una cuarta parte de los muertos en accidente de tráfico.
En 2012 en España 447 personas murieron y 1.746 resultaron heridas graves en accidentes, en los que la velocidad fue uno de los factores concurrentes. De ellos, 283 de las muertes y 1.206 heridos graves lo fueron en accidentes en vías convencionales.
Tráfico hace referencia a varios estudios, como el Sartre 3, financiado por la Unión Europea sobre comportamientos y actitudes sociales y que estima que el 25 por ciento de los conductores europeos supera los límites de velocidad en las autopistas y autovías y el 13 por ciento en las carreteras convencionales.
La UE ha mostrado su preocupación por los excesos de velocidad que se cometen en todos los países miembros y la impunidad de los mismos cuando se cruza la frontera, por lo que aprobó una directiva sobre aplicación transfronteriza de infracciones, que ha sido traspuesta en la reforma de la Ley de Tráfico aprobada recientemente en el Congreso.
El año pasado se detectaron, según Segui, cerca de 250.000 infracciones por exceso velocidad de conductores extranjeros, a los que a partir de ahora podrá sancionarse.
Hasta que se modifiquen los límites de velocidad en el futuro Reglamento de Circulación, que no estará listo al menos hasta junio, la velocidad máxima para turismos y motos en autopistas y autovías sigue siendo de 120 kilómetros por hora.
En carreteras secundarias, de 100 km/h ó 90 km/h en función de la anchura del arcén y en vías urbanas dicha velocidad genérica es de 50 km/h.
Su incumplimiento será sancionado con multa de 100 a 600 euros y la pérdida de entre 2 y 6 puntos, dependiendo del exceso de velocidad cometido.
En el caso de que el exceso de velocidad fuera superior en sesenta kilómetros por hora en vía urbana o en ochenta kilómetros por hora en vía interurbana a la permitida reglamentariamente, el Código Penal lo tipifica como delito y es castigado con la pena de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad.
Y en cualquier caso, se castigará con la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a un año y hasta cuatro años.