Los fabricantes europeos asumen que nunca volverán a tener sus ventas de 2007
‘En Europa el sector se va a estabilizar, volverá a crecer, sobrevivirá a esto, no hay ninguna duda, pero el juego está cambiando’, reconoció: los mercados con mayor rendimiento están ahora fuera del continente, y ‘para tener éxito hoy en día hay que ser una compañía global’, afirmó.
Hodac, cuya asociación representa a una quincena de las principales marcas automotrices de la Unión Europea, explicó la situación en una entrevista con Efe dentro del undécimo Foro Anual sobre el Sector del Automóvil en China que acaba de celebrar la Escuela Internacional de Negocios China-Europa de Shanghái (CEIBS).
‘No creo que en la Unión Europea podamos volver a 2007’, reiteró, ‘tendremos siete u ocho años de declive, tendremos otro año más, 2013, con una caída (de las ventas) de un tres o un cuatro por ciento, pero la situación se está equilibrando’, diagnosticó.
‘Podremos empezar a volver a ver algo de crecimiento en 2014 ó 2015, sobre todo, desde algunos países como Bulgaria, Rumanía, Polonia o la República Checa, más que en los mercados tradicionales’, indicó el experto checo.
‘Pero no vamos a volver a ver los niveles de ventas que habíamos visto antes, y tenemos que empezar a vivir con ello: por la situación económica, y porque los jóvenes ya no necesitan tener un coche como principal objetivo, ya no es un símbolo de estatus social’, lugar que podría ocupar ahora un móvil inteligente, dijo.
En países como España se están vendiendo ya más bicicletas que automóviles, aunque en gran parte se debe a la situación económica, puntualizó, pero cada vez más jóvenes se plantean por qué tener un coche si pueden desplazarse sobre dos ruedas o en transporte público.
La mentalidad de los consumidores ‘está cambiando, y eso va a tener una influencia en los fabricantes de automóviles, que en el futuro van a vender más ‘movilidad’ que coches’, predijo, y describió un mundo con coches híbridos y de alquiler por horas, recargados por una empresa gestora y compartidos para ir al trabajo.
Los fabricantes europeos ‘se están preparando para ello, aunque todavía estamos muy al principio, pero todas las grandes compañías tienen estudios sobre este tema’, aseguró.
En China, sin embargo, la situación es muy distinta, ‘todavía no es el caso’, explicó, ya que tener un coche es símbolo de estatus, y el mercado está en plena expansión, a pesar de la saturación de tráfico que sufren ya sus grandes ciudades de más de 15 millones de habitantes (Shanghái, Pekín, Cantón, Shenzhen, Chongqing y Chengdu).
‘El mercado chino crecerá un 10 o un 15 por ciento este año (con más de 20 millones de unidades vendidas), y aunque no será el 30 o el 40 por ciento del pasado, sigue teniendo un gran potencial de crecimiento’, afirmó, sobre todo, en las ciudades del mediano y pequeño tamaño y del interior del país.
China seguirá siendo ‘uno de sus principales mercados potenciales para nosotros, no hay duda’, indicó, y probablemente tardará unos 10 ó 15 años en llegar a una situación similar a la que tendrán ahora Europa o Japón.
Según explicó a Efe en el mismo foro Shen Jun, vicepresidente de la consultora alemana Roland Berger para China, se estima que el mercado chino probablemente se estabilizará entre los 25 y los 35 millones de ventas de automóviles nuevos vendidos al año.