Promesas de más ayudas y menos impuestos abren la campaña electoral en Australia
El Gobierno australiano también anunció 200 millones de dólares australianos (133 millones de euros o 177 millones de dólares) para la industria automovilística y se comprometió a que toda la flota de coches gubernamentales sea de fabricación nacional.
‘Todos sabemos que la educación de los hijos no comienza a las 9 y concluye a las 3 (Este fondo) está dirigido a ayudar a las familias necesitadas’, manifestó el mandatario.
Rudd explicó que el fondo permitirá a unos 500 colegios mejorar o establecer nuevas actividades extraescolares para que los estudiantes aprendan y estén entretenidos fuera de las horas de clase.
Por su parte, el ministro de Industria, Kim Carr, declaró que negocian con los fabricantes de qué manera invertir la subvención en la industria del motor y que procede, según detalló, de la reserva para contingencias del presupuesto.
‘Estamos ayudando a la venta de vehículos y queremos asegurarnos de que tenemos un mayor número de coches saliendo de las fábricas australianas’, dijo Carr en una entrevista a la cadena ABC.
El jefe de la oposición, el conservador Tony Abbott, inició la campaña electora en Brisbane, capital del Estado de Queensland (noreste), con la promesa de retirar el impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono nada más empezar a gobernar.
El gravamen a las emisiones de dióxido de carbono ha sido una de las políticas más polémicas del laborismo en los últimos seis años.
El primer ministro australiano anunció ayer que adelantaba las elecciones una semana, hasta el 7 de septiembre.
La primera encuesta de intención de voto que ha difundido la firma Newpoll desde entonces concede 52-48 a favor de la coalición liberal que lidera Abbott sobre el laborismo de Rudd.
Las elecciones de 2010 acabaron con liberales y laboristas igualados en diputados y se decidió la formación del Gobierno a través de las alianzas con el Partido Verde y los independientes.