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EL ROADSTER POR EXCELENCIA
Actualmente la marca MG (Morris Garage) se está volviendo a conocer, de la mano de Rover, gracias a las versiones deportivas que toman como punto de partida los Rover 25, 45 y 75; con la salvedad del tradicional y exclusivo MG TF, un roadster puro y clásico.
Pero los aficionados más jóvenes quizá desconozcan el glorioso pasado de esta marca británica que a mediados del siglo pasado disfrutaba de la merecida reputación que le aportaban sus codiciados roadster. Nuestro protagonista, el MGA, en esta ocasión la versión 1.600 del año 1959, representa a la perfección el concepto de biplaza descubierto europeo. Su elegancia y distinción británica, unida a una lograda puesta a punto, lo convertían en un claro objeto de deseo para el mercado estadounidense, pues las creaciones americanas o quedaban sensiblemente retrasadas respecto al roadster británico o bien resultaban mucho más costosas y voluminosas.
Hoy el MGA es uno de los automóviles clásicos más característicos de la época, pues junto a los Alfa Romeo Giulietta Sprint Spider, Austin Healey, Triumph TR3 o Porsche 356 Speedster formaba el selecto club de los deportivos con los que todos soñaban pero que muy pocos podían alcanzar. Su calidad de construcción, bonita línea e interesante historia lo convierten actualmente un modelo muy bien valorado por los coleccionistas, y adquirir una de estas unidades en perfecto estado puede salir por unos 24.000 euros.
Enrique Marco, Autocity.
13 de Agosto de 2003.
Detalles
DETALLES
Diseñado por Sydney Enever en 1955, cambió radicalmente el estilo de su antecesor. De hecho, se dice que diseños como el del MGA significaron el punto de inflexión en los automóviles de antes y después de la Guerra, pues su evolución fue considerable. En principio el MGA, que sustituía al MG TF, salió al mercado con motor de 1.500 cc y 68 cv, aunque tres años después y hasta el cese de su producción en 1962, se incorporó la mecánica de 1.600 cc con potencias comprendidas entre 80 y 108 cv. Su base consiste en un sencillo chasis de largueros y eje rígido con ballestas en el tren posterior. Por supuesto, es propulsión trasera y su robustez y ligereza lo convertían un coche de conducción divertida.
Nuestro protagonista, con sus 80 cv y alrededor de 900 kilos de peso, no es precisamente un ‘dragster’, pero debido su concepción permite ciertas alegrías al volante y rodar a velocidades en torno a los 160 km/h, algo que para un descapotable de la época ya impresiona. Además, su escasa altura (1,16 metros), menor que la de sus rivales, hace que la postura de conducción sea totalmente deportiva, con las piernas muy estiradas. Su volante de madera, aro fino y generoso diámetro, unido al pequeño selector de cambio y al clásico tablero de instrumentos nos traslada a mediados del siglo pasado.
CRONOLOGÍA Y DATOS
El MG TF, diseñado antes de la Guerra, presentaba una línea acorde con su tiempo, es decir, de trazos rectos y muy cuadrado. Por ello cuando el MGA vio la luz supuso casi una revolución. El primer MGA (1955) tenía los cuatro frenos de tambor, motor de 1.489 cc y 68 cv. Permaneció en catálogo hasta 1959 y se convirtió en la versión más vendida de la gama. En 1959 la cilindrada aumentó hasta 1.588 cc y la potencia llegó a 80 cv. La alimentación, al igual que en el 1,5 litros, estaba a cargo de dos carburadores SU H4, mientras que en esta versión se montaron por primera vez frenos de disco en el tren delantero.
Hubo una variante del 1.600 cc. denominada Twin Cam que como su nombre indica disponía de dos árboles de levas en culata, lo que unido a otras pequeñas modificaciones, elevaba la potencia hasta 108 cv. Esta versión sirvió como base para la participación en diversas carreras. Ya en los dos últimos años de su existencia, el MGA 1600 paso a llamarse MkII incrementando ligeramente su cilindrada hasta 1.622 cc. que servían para producir 90 cv.
En total se produjeron más de 100.000 unidades, la mayoría de ellas vendidas en EEUU, lo que significó un importante éxito comercial. Sin embargo su sustituto, el MGB, elevó el récord hasta casi el medio millón de unidades producidas.