Volkswagen Golf 2.0 TDI 110 cv
Equilibrado y muy recomendable
A finales del año pasado Volkswagen puso a la venta la sexta   generación de su conocido modelo compacto Golf. Debido a su reciente   aparición, la gama todavía no está completa, y a lo largo   de este año irán apareciendo nuevas mecánicas y versiones,   aunque actualmente los Golf VI ya ofrecen variantes como para satisfacer a la   mayoría de los usuarios. En diésel, en unos meses   la gama se completará tanto por arriba como por abajo, pero de   momento existen dos opciones, una de 110 cv   y otra de 140 cv.
Estas nuevas mecánicas TDI se unen a la tendencia del   sistema common rail, y mientras que la opción más   potente obtiene los mismos 140 cv del anterior   Golf V 2.0 TDI, la más conservada gana 5 cv respecto al veterano   1.9 TDI 105 cv que todavía utilizan algunos modelos del Grupo VW (recientemente   lo probamos en el nuevo Skoda   Octavia). Las prestaciones son mejores que las del Golf V, incluso que las   del que tenía especificaciones Bluemotion,   pues el nuevo Golf 2.0 TDI 110 cv alcanza los 190 km/h,   acelera de 0 a 100 km/h en 10,7 segundos, sólo gasta   4,5 l/100 km y emite unos escasos 119 g/km.   Ahora bien, la mejora más notable respecto   al viejo 1.9 TDI la encontramos en la suavidad y en el nivel sonoro.
 Por gama, mientras que en el 2.0 TDI de 140 cv sí hay opción   de solicitarlo con tracción a la cuatro ruedas, en nuestro protagonista   de hoy sólo se admite la tracción delantera.   Eso sí, para el cambio de marchas manual de cinco velocidades   o el automático DSG de seis. Por lo que se refiere a   equipamientos, de momento hay dos opciones –Advance y Sport-   que no solo se diferencian entre sí por los elementos   de equipamiento que pueda llevar cada uno de ellos, sino también por   un frontal en el que la parrilla y la entrada de aire del paragolpes   delantero muestran su propio diseño bien diferenciado.
El Golf 2.0 TDI 110 cv Advance tiene un precio de salida de 19.950   euros, y desde 22.600 euros el Sport. Comparado con su predecesor Golf   V, si tenemos en cuenta que ahora monta airbags hasta para   las rodillas o reposacabezas activos como   equipación estándar desde al acabado Advance,   podemos decir que este nuevo Golf tiene una relación   precio/producto mejor que el anterior. También frente a la competencia   sale bien parado por calidad/precio, aunque la mayoría de sus rivales   –Renault   Megane, Peugeot   308, Seat   León, etc- ofrecen versiones básicas más baratas.
 A continuación vamos a detallar las impresiones que nos produjo este   nuevo Golf 2.0 TDI 110 cv, un coche muy equilibrado   que si bien no llama la atención por nada en especial, sí obtiene   una nota muy elevada en todos los apartados, principalmente   en rendimiento mecánico y calidad de rodadura.
Bien equipado y de calidad
El Golf siempre se ha caracterizado por ofrecer una calidad de fabricación   de las mejores de la categoría, más cerca que sus rivales del   tan ansiado segmento premium. En esta sexta generación no iba a ser menos,   y aunque lo cierto es que aparentemente, ni exterior ni interiormente, ha cambiado   mucho respecto al Golf V, sí observamos una mejora en algunos elementos   de su salpicadero y sus guarnecidos, además de unas cuantas medidas   tomadas para mejorar su insonorización.

Como antes anticipábamos, los dos niveles de acabado   Sport y Advance- se diferencian incluso desde fuera.   Y es que mientras el Advance lleva una parrilla central toda ella en negro,   así como unas entradas de aire en la misma tonalidad; el Sport añade   lamas cromadas en ambas partes y unos faros antiniebla en la parte baja. También   se diferencian por las llantas, que en el Sport son de una medida más   (16 pulgadas) y de aleación. Otro de los detalles que les diferencia   sustancialmente lo encontramos en su interior, con unos asientos deportivos   que recogen muy bien el cuerpo en el Sport.
Pero ya el Advance trae de serie elementos importantes tanto   de seguridad como de lujo o confort. Por ejemplo, no falta ni el ESP;   ni los airbags laterales, de cabeza y de rodillas   para el conductor; ni el sistema de reposacabezas activos Woks,   que previene el latigazo cervical en caso de golpe por alcance; ni el aire acondicionado   Climatic, ni el radio-cd o el volante de cuero   entre otras cosas. Sobre esto, el Sport, además de los elementos antes   mencionados, añade el control de crucero Tempomat, un equipo de sonido   de mayor calidad y algunas inserciones decorativas entre otras cosas.
En cuanto a las opciones, primero decir que la diferencia de precio entre las   versiones de tres y cinco puertas es de entre 570 y 640 euros, y que el DSG   tiene un sobreprecio de unos 2.500 euros. Finalmente, de los extras más   interesantes podríamos citar el Park Assist (570 euros),   la tapicería de cuero (2.070 euros) o dos tipos de navegador (uno por   705 euros y otro más completo por 1.680 euros).
Comportamiento refinado
El Grupo VW utilizó durante muchos años los motores diésel   con sistema de inyector-bomba, y realmente dieron muy buen resultado. Pero ahora   se han decidido a cambiar al que utilizan la mayoría de los   fabricantes –el common rail– y la verdad es que le ha   sentado muy bien. Ya no porque haya mejorado levemente las cifras de potencia,   prestaciones o consumo -que ya eran muy buenas con los anteriores sistemas-   sino porque la forma de entregar la potencia del nuevo motor 2.0 TDI   110 cv es mucho más dulce.

Ahora ya no se oye el ruido del motor tanto como antes, y la forma de empujar   que tiene esta mecánica es más progresiva. El cambio de marchas   de serie es de sólo 5 velocidades, aunque suficientes para extraer un   buen rendimiento a este propulsor; pero si no nos importa gastarnos los 2.500   euros del DSG bien es cierto que ganaremos muchos enteros tanto en comodidad   como en placer de conducción.
Las cifras de prestaciones ya las hemos expuesto anteriormente (190   km/h y 10,7 segundos de 0 a 100 km), unos registros bastante respetables   y claramente suficientes para los tiempos que corren. Además, se combinan   con unos consumos y unas emisiones que ninguno de sus rivales puede superar,   pues conformarse con 4,5 l/100 km de media y emitir 119 g/km   de CO2 es realmente muy poco.
Finalmente, en cuanto a tacto de conducción o sensaciones,   este Golf VI sigue en la misma línea que el modelo anterior,   transmitiendo seguridad, comodidad y una conducción muy agradable. Además,   en el caso del motor TDI de 110 cv (antes de 105 cv) se ha ganado mucho   en refinamiento, por lo que la nota global del coche con esta motorización   respecto a su predecesor ha ganado más puntos que los logrados en otras   de las versiones existentes. En definitva, un coche equilibrado y muy recomendable.
  
			