Rosberg, de 28 años, que hace dos domingos repitió el triunfo logrado el año pasado en las calles de Mónaco, igualó ese día el número de victorias (5) y superó el de ‘poles’ (lleva media docena) de su padre, el mítico Keke Rosberg, que ganó el Mundial de 1982 para Finlandia ganando una sola carrera.
Nico, que, en honor a su padre, porta en su coche el número 6, y que también ganó la primera prueba, en Australia, lidera el Mundial con 122 puntos, cuatro más que Hamilton, vencedor en los restantes Grandes Premios (Malasia, Bahrein, China y España).
Después de firmar el quinto ‘doblete’ de la temporada, las ‘flechas de plata’ pretenden clavarse de nuevo en el podio de Montreal, donde aspiran a prolongar su aplastante dominio en un Mundial en el que el español Fernando Alonso (Ferrari) es tercero, con 61 puntos -justo la mitad de los que suma Rosberg-, siete más que el cuarto, el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull).
El doble campeón mundial asturiano, que este año todo lo que pudo sacar de su flojo Ferrari fue un tercero, en China, y tres cuartos puestos (Australia, Malasia y Monaco), regresa al circuito en el que ganó en 2006, año de su segundo título (con Renault), y donde sumó otros dos podios -fue tercero en 2010 y segundo el año pasado-, pero en el que, por contra, también se tuvo que retirar cinco veces.
Tras debutar en 2001, en Minardi, y pasar 2002 como probador, Alonso logró en Canadá, en 2003, el año de su eclosión, el que en ese momento fue el récord de precocidad en marcar la vuelta rápida, en un Gran Premio en el que fue cuarto y que ganó el alemán Michael Schumacher, el más victorioso, con siete triunfos, en Montreal.
Un circuito de 4.361 metros construido en la isla artificial de Notre Dame, bañada por las aguas del río San Lorenzo, que lleva desde 1982 -el año de su accidente mortal, en Zolder (Bélgica)- el nombre de Gilles Villeneuve, que logró precisamente en esa pista la primera de sus seis victorias en Fórmula Uno.
En la que, al igual que en Mónaco, se rodará con neumáticos de compuesto superblando (reconocible por la raya roja) y blando (amarilla). Y al que el domingo está previsto que se den setenta vueltas, para completar un recorrido de 305,2 kilómetros.
Hamilton, de 28 años, campeón del mundo en 2008 (con McLaren), que el pasado mes de mayo logró en Montmeló (Barcelona) su vigésimo sexto triunfo en F1, logró el primero de ellos en 2007 precisamente en Montreal, donde también ganó en 2010 y hace dos años.
En un GP en el que el mexicano Sergio Pérez -entonces en Sauber-, que fue tercero, le acompañó en un podio al que no logró subirse durante todo el año pasado siendo piloto de McLaren y al que retornó éste, al acabar tercero en Bahrein, con su nuevo Force India.
‘Checo’, que no acabó en Mónaco, es décimo en el Mundial, con 20 puntos, y aspira a avanzar puestos en una pista rápida y técnica que le gusta y en la que contará con el apoyo de numerosos mexicanos, que también animarán a Esteban Gutiérrez (Sauber), ansioso por sumar los primeros puntos del año en Canadá.
Lo mismo que Pastor Maldonado, único venezolano que ha ganado una carrera de Fórmula Uno, el Gran Premio de España de hace dos años. Tras enderezar algo el pésimo arranque de temporada de su Lotus, en Monaco un problema con la bomba de combustible lo dejó fuera de combate a las primeras de cambio.
El de Maracay espera mejor suerte en Montreal, donde ganó por primera vez el año pasado el alemán Sebastian Vettel (sexto en el Mundial, con 45 puntos, dos menos que su compatriota Nico Hülkenberg, el compañero de ‘Checo’), en una temporada en la que se coronaría por cuarta vez seguida campeón del mundo con su Red Bull, que encadenó asimismo su cuarto título de constructores.
Al que también apunta ahora Mercedes, que ha firmado el mejor inicio en un Mundial de F1, mejorando, con cinco ‘dobletes’ en seis carreras, la plusmarca que detentaba Williams desde 1992.
Las ‘flechas de plata’ lideran el Mundial de constructores con 240 puntos, 141 más (más del doble) que Red Bull. Y con 162 de ventaja (más del triple) sobre Ferrari, cuando aún no se ha traspasado el primer tercio del certamen.
Si logra evitar una ‘guerra civil’ entre dos pilotos con idéntico objetivo, que se empeñan en reafirmar su amistad, pero que empiezan a desconfiar el uno del otro, mucho tendrán que cambiar las cosas para que la escudería alemana no se lleve este año ambas coronas.