En el circuito de Sepang, donde el sábado había logrado la trigésima tercera ‘pole’ de su carrera -igualando el récord británico que detentaba el malogrado escocés Jim Clark, doble campeón mundial en la década de los 60-, Hamilton logró su primer triunfo en Malasia y el vigésimo tercero de su carrera.
El campeón mundial de 2008 lo hizo arrasando, al lograr la victoria más clara de su carrera, firmando su primer ‘Grand Chelem’, al liderar de principio a fin la calurosa carrera malaya, en la que marcó, asimismo, la vuelta rápida.
Mercedes confirmó lo que vislumbró durante la pretemporada y ahora celebra los dos lideratos, el de constructores, con 68 puntos, 25 más que McLaren; y el de pilotos, con Rosberg, que, con 43, aventaja en 18 a Hamilton.
Y en un punto más al español Fernando Alonso (Ferrari), tercero en el Mundial tras repetir en Sepang -donde con anterioridad había ganado con tres escuderías diferentes: en 2005, con Renault; en 2007, con McLaren; y hace dos años, con el coche rojo- el cuarto puesto de Albert Park.
El cuádruple campeón mundial alemán Sebastian Vettel firmó el primer podio del año para Red Bull, que demostró que, lejos de loo que algunos pensaban, aún sigue viva.
Y que podría estar aún más adelante si el australiano Daniel Ricciardo no hubiese sido descalificado en Australia -tras acabar segundo, por irregularidades, recurridas, con el caudalímetro de su monoplaza- y si ayer no hubiese abandonado, tras encadenar una sucesión de infortunios, que culminó, además, con una sanción de diez puestos en la parrilla de Baréin, por salida imprudente tras su entrada en garajes.
Alonso afirmó marcharse de Sepang contento por haber sacado el mejor resultado posible, que está muy lejos de lo que debería tener la escudería de Maranello si quiere aspirar al título. El doble campeón mundial asturiano volvió a acabar a una distancia muy considerable del ganador, 35 segundos, pero confía en su equipo y espera que éste reaccione.
Consciente de que será difícil que lo haga antes de Baréin, donde este fin de semana se disputará, el tercer Gran Premio del año, en el circuito de Sakhir -otra pista en la que Fernando ha ganado tres veces (en 2005 y 2006, los años de sus títulos, con Renault; y en su primera carrera con Ferrari, en 2010)-, Alonso espera que la solución llegue para China y España, donde se disputarán la cuarta y la quinta carrera, el último fin de semana de abril y el primero de mayo, respectivamente.
Su jefe de equipo, el italiano Stefano Domenicali, es consciente de esta realidad, y en Sepang admitió que no pueden ‘estar contentos con los resultados; aunque, por una parte, hemos podido volver a casa con una cuarta posición que permite a Fernando seguir tercero en la clasificación de pilotos; por la otra (el finlandés) Kimi (Raikkonen, que fue duodécimo) no ha podido sumar puntos, algo que sin duda estaba a nuestro alcance, por el accidente con (el debutante danés Kevin) Magnussen (McLaren, que fue noveno) en la primera vuelta’.
‘Aunque se haya mejorado a nivel de rendimiento, la diferencia con respecto a Mercedes sigue siendo significativa y esto debería motivar a todo el equipo, tanto en pista como sobre todo en Maranello, para mejorar el coche en todas las áreas’, opinó Domenicali.
‘Sabemos cuáles son los frentes en los que tenemos que trabajar y debemos hacerlo en el menor tiempo posible. El campeonato tan sólo acaba de empezar y sabemos bien lo rápido que pueden cambiar las cosas en Fórmula Uno’, explicó el principal responsable del equipo de Maranello. El más laureado de la historia de la F1, que no gana el Mundial, precisamente con Raikkonen, desde 2007. Otro año más sin títulos tendría que considerarse todo un fracaso.