El circuito de las afueras de Kuala Lumpur albergará la segunda carrera del Mundial, que luego descansará dos domingos antes de que se disputen, de nuevo seguidos, el Gran Premio de China, en Shangai -el 15 de abril-; y el de Bahrein -el 22-, en el circuito de Sakhir, antes de entrar en Europa el próximo 13 de mayo, cuando se dispute el Gran Premio de España, en Barcelona.
La mayoría de pilotos, ingenieros, mecánicos y resto de personal que sigue el Mundial de la categoría reina del automovilismo ya ha llegado o llegará durante las próximas horas a la capital malaya, adonde viajó el mismo domingo, después de la carrera de Albert Park, el doble campeón mundial español Fernando Alonso (Ferrari), con el fin de aclimatarse lo antes posible al calor húmedo que reinará durante todo el fin de semana.
Alonso, que fue quinto en Melbourne, ganó dos veces en Sepang: en 2005, el año de su primer título, con Renault; y en 2007, durante su temporada en McLaren. El doble campeón asturiano viajó durante la noche del domingo al lunes acompañado por su representante, Luis García Abad, y el fisioterapeuta italiano Edoardo Bendinelli.
En el mismo vuelo que cogió 24 horas más tarde el mexicano Sergio Pérez (Sauber), octavo en Australia, que lo hizo en la noche del lunes, acompañado por su ‘manager’, el español Jaume Sallarés.
Otros, como el australiano Daniel Ricciardo, que fue décimo en su Toro Rosso, se lo tomaron con menos prisas y optaron por el vuelo que salió la tarde del martes desde la ciudad que albergó los Juegos de 1956, 44 años antes de que Sydney fuese la segunda sede olímpica australiana.
Melbourne, una ciudad estrechamente unida al deporte, que también es sede del Abierto de Australia de tenis, despidió la F1 al mismo tiempo que daba su último adiós a Jim Stynes, gloria del fútbol australiano (nada que ver con el balompié), que tras brillar sobre los terrenos de juego y haber presidido el club local, falleció durante la mañana de hoy martes, a causa de un cáncer, a los 46 años.
La noticia de su deceso abrió todos los informativos matinales en el gigante de Oceanía y mereció una alocución pública de la primer ministro australiana, Julia Gillard, que ensalzó al desaparecido.
Durante una mañana, en la que la capital de Victoria seguía con los preparativos de su ‘Ironman’ -la prueba de triatlón de larga distancia- que se disputará el domingo, mirando al mismo tiempo de reojo a Adelaida, atentos a las proezas de su nueva estrella, el nadador James Magnussen, apodado ‘el misil’, que se aproximó al récord mundial de los 100 metros libre -se quedó a 19 centésimas- del brasileño César Cielo (que nadó el hectómetro hace tres años en 46,91 segundos) en los nacionales de Australia.
Los aficionados al motor, sin embargó, tendrán que mirar hacia el norte y será Malasia -adonde Pirelli llevará neumáticos de compuestos duro y medio- la encargada de albergar el segundo asalto del Mundial de los campeones. A Sepang llega con ganas el alemán Michael Schumacher (Mercedes), el que más títulos lleva -siete- y que, curiosamente, fue el único que no puntuó el domingo pasado.
Schumacher manifestó, en unas declaraciones difundidas por su escudería, que ‘después del disgusto de Melbourne’, voló ‘con buenas sensaciones a Malasia’, ya que su coche dejó entrever buen potencial en la pista australiana.
‘Sepang será interesante para todos, porque dará la primera pista acerca del poderío de cada coche. La combinación de curvas lentas y rápidas servirá de buen indicador para decirnos dónde estamos, algo que hace siempre divertida esta carrera, tanto para pilotos, como ingenieros. Ya tengo ganas de correr allí’, indicó el ‘Kaiser’, el único que ha ganado tres veces en Malasia (2000, 2001 y 2004).
Adrian R. Huber