El rotativo Süddeutsche Zeitung revela hoy que los fiscales de la capital bávara están cerrando el cerco en torno a Ecclestone y cuentan para ello con el respaldo del sobornado, dispuesto a declarar que el jefe de la Fórmula Uno era consciente de que sobornaba a un servidor del Estado.
Se trata del antiguo directivo del BayernLB Gerhard Gribkowsky, condenado el pasado mes de junio por la Audiencia de Múnich a ocho años de cárcel por cohecho, desfalco y fraude fiscal tras realizar una amplia confesión ante los jueces.
Según el tribunal, Gribkowsky recibió en 2006 el encargo del instituto BayernLB, a cuyo consejo de administración pertenecía, de vender sus participaciones en el negocio de la Fórmula Uno, operación en la que trabajó estrechamente con Ecclestone, que quería librarse a toda costa del socio germano.
Ecclestone consiguió entonces con la ayuda de Gribkowsky que el banco vendiera su participación en la Fórmula Uno al inversor que él quería, la empresa CVC.
Los fiscales se apoyan ahora para procesar a Ecclestone en unas declaraciones despectivas del jefe de la Fórmula Uno hacia Gribkowsky, en las que le calificó de ‘civil servant’ o funcionario público.
Si estas se confirman, Ecclestone habría sido consciente de que sobornaba a un cargo público cuando pagó los 44 millones de euros a Gribkowsky a través de una fundación a nombre de su esposa y vía empresas fantasma domiciliadas en países del Caribe y el Océano Índico.
Süddeutsche Zeitung destaca que Gribkowsky está dispuesto a declarar contra Ecclestone y que los fiscales muniqueses no están dispuestos a aceptar un trato con los abogados del jefe de la Fórmula Uno para que éste se libre de una eventual pena de cárcel a cambio de dinero.