Hamilton, de 27 años, firmó en el circuito Gilles Villeneuve de Montreal la decimoctava victoria de su carrera en F1, precisamente en el lugar en el que estrenó su palmarés, en 2007 y donde también se impuso en 2010.
Lo hizo al ganar por delante del francés Romain Grosjean (Lotus) y del mexicano Sergio Pérez (Sauber), las dos principales revelaciones de la temporada, que en Montreal firmaron sus segundos podios del curso y desde que pilotan en Fórmula Uno.
El galo había sido tercero en Bahrein -donde ganó Vettel- y el mexicano añadió ayer en Montreal un segundo ‘cajón’ al que obtuvo en el circuito malayo de Sepang, en el que Alonso firmó la victoria en la segunda carrera del año.
Con anterioridad, se había impuesto el inglés Jenson Button en Australia, en la prueba inaugural de un Mundial en el que, por primera vez en la historia, ha habido siete ganadores diferentes en las siete primeras carreras.
A los citados, hay que añadir las victorias del alemán Nico Rosberg (Mercedes) en China; la del venezolano Pastor Maldonado (Williams) -que a pesar de avanzar nueve puestos en carrera, no puntuó en Montreal- en el Gran Premio de España, disputado en Barcelona; y la del australiano Mark Webber (Red Bull) en las calles de Mónaco.
Con su victoria del domingo en el circuito de la isla artificial de Notre Dame, sobre el río San Lorenzo, Hamilton -campeón del mundo en 2008- arrebató el liderato a Alonso -que capturó dos títulos seguidos, con Renault, en 2005 y 2006- y se colocó al frente del Mundial con 88 puntos, dos más que el doble campeón asturiano y con tres de ventaja sobre Vettel -ganador de los dos últimos certámenes-, que en Montreal firmó su trigésima segunda ‘pole’ y concluyó la carrera en cuarta posición.
De esta manera y superado el primer tercio del Mundial, el circuito urbano de Valencia, que dentro de dos domingos acogerá el Gran Premio de Europa, recibirá un campeonato apretado y emocionante en el que Webber -cuarto, con 79- e incluso Rosberg -quinto, con 67- podrían salir líderes del territorio español.
Ferrari había confirmado su avance durante el fin de semana, pero los neumáticos le jugaron una mala pasada durante las últimas ocho vueltas a Alonso, que buscó una estrategia que le sirviera para ganar, pero sufrió una brutal degradación que le hizo perder tres puestos en el tramo final de una carrera en la que concluyó quinto.
Paradójicamente, cuando mejor parecía funcionar su monoplaza, por primera vez en lo que va de temporada la escudería de Maranello -que había firmado su mejor calificación del curso, con Alonso tercero y Massa (que fue décimo en carrera) sexto- no pudo optimizar sus recursos, tal y como reconoció tras el Gran Premio canadiense su jefe de equipo, el italiano Stefano Domenicali.
Alonso, una vez más en su papel de capitán de la nave roja, restó importancia a lo sucedido e insistió en que no fue un error de estrategia, si no un problema de degradación excesiva de los neumáticos. El español, que aspira a capturar este año su tercer título mundial, el primero con Ferrari, mantiene impolutas sus posibilidades de éxito. Cedió diez puntos a Hamilton y dos a Vettel, pero siguió ampliando distancia respecto al resto de favoritos.
En una jornada en la que uno de los que más contento se marchó del circuito canadiense fue el mexicano Pérez, que volvió demostrar su enorme categoría y que sigue golpeando con insistencia a la puerta de su primer triunfo en la categoría máxima, que, de seguir así, podría festejar en un futuro no muy lejano.
Checo, nacido hace 22 años en Guadalajara, salió rápidamente del circuito, rumbo a Nueva York, donde participará hoy en un evento promocional del circuito de Austin (Texas), que debutará este año, recuperando para el Mundial el Gran Premio de Estados Unidos, el penúltimo de una temporada que se cerrará a finales de noviembre en Sao Paulo (Brasil).
Después, y antes de emprender viaje a España, el piloto tapatío se dejará festejar unos días por sus allegados en México.