Al volante de un Porsche 991, marca que este año celebra medio siglo en el mercado, Sainz y Moya se unen este año para tratar de repetir el triunfo cosechado en Ávila en la anterior edición.
La prueba, valedera para el Campeonato de Europa, se inicia mañana, viernes, en el Palacio Real de Madrid y se desplaza a Ávila, donde por la tarde-noche se disputará la primera etapa, y ya el sábado, la segunda y definitiva jornada.
‘El hecho de correr con un Porsche 911 en el cincuenta aniversario del modelo es un motivo más para estar aquí. Porsche es una marca mítica, que siempre ha estado unida al mundo de la competición. Cuando yo empezaba a correr, los Porsche eran los vehículos que todos queríamos conducir’, comentó Sainz.
Reconoció también que le resuelta ‘muy especial poder competir en Madrid, en casa, y también hacerlo junto a Luis Moya’ puesto que pueden ‘recordar viejos tiempos y contar historietas’ del tiempo que estuvieron compitiendo en el Mundial.
‘El objetivo es tratar de ganar como el año pasado, aunque se está estropeando la climatología y parece que lo vamos a tener complicado’, añadió Sainz.
Por su parte, Luis Moya aseguró que coincide con Sainz en su visión de la vida: ‘hay que intentar divertirse siempre que se pueda’, indicó.
‘Vamos a intentar ganar de nuevo, siempre que la climatología lo permita, porque se está complicando e incluso podríamos encontrar nieve en las carreteras’, concluyó Moya.