‘Hasta que no empiece la carrera no sabremos cómo vamos a estar con relación a los Mini. Habrá etapas en las que estemos más cerca, etapas que estemos más lejos, y quiero pensar que en el cómputo final estemos lo suficientemente cerca para pelearles la carrera’, dijo a Efe el madrileño en la ciudad argentina de Rosario.
Sainz, ganador del Dakar en 2010, corrió el año pasado en un buggy del equipo que creó Nasser Al Attiyah, aunque este año el catarí se ha enrolado con Mini y el español con otro buggy del equipo SMG.
En X-Raid, además de Al Attiyah, el español deberá batirse con pilotos de la talla de Stéphane Peterhansel, vigente ganador del rally, y su compatriota Joan ‘Nani’ Roma.
Sainz aseguró que ha trabajado el coche ‘para tratar de hacerlo lo más competitivo posible en cualquier tipo de terreno’, aunque advirtió que las posibilidades de ganar pasan también por no tener problemas mecánicos.
‘Tengo expectativas de encontrar una carrera dura con un nuevo coche y un nuevo desafío. El kilometraje es mayor que en años anteriores y esto lo hará más difícil’, agregó.