El recorrido nocturno por el circuito urbano de Marina Bay se antoja ‘a priori’ terreno abonado para Vettel, en el que ha ganado las últimas dos ediciones y con el que la temporada pasada inició una senda triunfal que siguió por Japón, Corea del Sur e India, y que le bastó para dejar sentenciado el campeonato.
Con el añadido de que en 2012 el alemán llegaba a Singapur con solo una victoria en el bolsillo, obtenida en Bahréin, mientras que en esta ocasión el jefe de filas de los Red Bull aparece con seis victorias de doce posibles en el bolsillo, y en una racha triunfadora de tres triunfos en las últimas cuatro carreras, dos de ellos consecutivos, en Spa-Francorchamps y Monza, donde dio un golpe psicológico al Campeonato en la casa de Ferrari.
Alonso, por su parte, llega a la exigente carrera nocturna de Singapur, la más larga del Mundial con casi dos horas de pilotaje, con el objetivo de mejorar en clasificación para estar más próximo a los primeros puestos y tener más opciones en carrera.
El asturiano, ganador en una ocasión en Marina Bay, en la edición de 2010, cuenta a su favor con el habitual protagonismo del coche de seguridad en el circuito asiático, escenario de carreras enloquecidas por la dureza del circuito y la dificultad para los pilotos, donde el año pasado hubo varios accidentes.
Fernando Alonso, en un circuito en el que habitualmente ‘le salen bien las cosas’, según dijo ayer, fue tercero el año pasado por detrás de Vettel y del británico Jenson Button (McLaren), y tendrá que contar este fin de semana con lo imprevisible de este circuito para romper el ritmo arrollador de los Red Bull.
Quien llega con mal recuerdo de la carrera del año pasado es seguro el británico Lewis Hamilton (Mercedes), tercero actualmente del Campeonato con 141 puntos, que se quedó en 2012 fuera de la carrera en la vuelta 23, por un problema en la caja de cambios, cuando circulaba en la primera posición.
El británico viene de hacer una novena posición en Monza tras una mala clasificación, algo muy poco habitual en los Mercedes este año, y espera recuperar el buen ritmo en carrera que tuvieron antes de Bélgica e Italia.
Los pilotos del Campeonato de Fórmula Uno tendrán que enfrentarse a partir de la carrera de Singapur a un constante juego de cambios horarios, que en el caso del recorrido nocturno de 59 giros en Marina Bay requiere una concentración extra para mantener el horario europeo en un país con ocho horas más que el horario GMT.
‘Suena raro pero ya que la carrera empieza a las 8 de la tarde de Singapur tenemos que intentar mantenernos en el horario europeo lo más posible, para estar con reflejos por la noche. Es un poco raro desayunar por la tarde e ir a dormir al amanecer, pero ya lo hemos hecho otros años, por lo que parece más normal’, explicaba Vettel.
Al caos horario para los pilotos se suma una temperatura media cercana a los 30 grados centígrados y una humedad relativa cercana al 80 por ciento, un infierno nocturno y con iluminación artificial, que sin embargo es un magnífico espectáculo para todos los aficionados al deporte de la Fórmula Uno.