Volvo presenta por fin la segunda generación del lujoso todoterreno XC90, cuya primera generación había permanecido sin apenas cambios desde 2002. Ahora, además de suponer un cambio radical en todos los aspectos, la firma sueca da un paso más en su historia al lanzar el primer modelo íntegramente desarrollado desde que ya no pertenece al Grupo Ford (el nuevo V40 se lanzó ya en esta era pero todavía conservaba algo de la anterior etapa). Con este nuevo SUV de gran tamaño, que llegará a los concesionarios en primavera de 2015, Volvo da un paso de gigante en diseño, calidad y tecnología. Para animar su lanzamiento, desde septiembre se podrá reservar una serie limitada (1.927 unidades, cifra que representa el año de fundación de la marca) denominada First Edition y con un amplísimo equipamiento.Desde septiembre se podrá reservar una serie limitada a 1.927 unidades, que representa el año de fundación de Volvo
Más grande que su predecesor, el nuevo XC90 eleva la longitud total de la carrocería hasta los 4,95 metros y la anchura hasta los dos metros, por lo que resulta más grande que los X5, ML o Cayenne, y prácticamente igual que un Range Rover. El selecto habitáculo del nuevo XC90, además de utilizar pieles y maderas de alta calidad, está cargado de detalles de diseño y buen gusto, y ofrece una tercera fila de asientos para 7 pasajeros. Como detalles identificativos destacan los leds en forma de “T tumbada” y su generosa parrilla cromada en la que se ubica el clásico emblema de la marca aunque convenientemente actualizado.
El equipamiento de este Volvo XC90 puede ser de lo más sibarita, bien de serie o bien como opción. Encontramos un moderno cuadro de mandos digital y una consola central en la que desaparecen casi todos los botones y la inmensa mayoría de las funciones pasan a manejarse desde la gran pantalla táctil de 9 pulgadas. Los asientos prometen una comodidad excepcional, con una fila trasera que puede desplazarse para dejar más espacio para las piernas o para el maletero, y con asientos que pueden ser ventilados y con función de masaje. En materia de seguridad Volvo echa el resto para tildarlo del coche más seguro del mundo, y además de todos los sistemas de ayuda a la conducción y protección de los ocupantes imaginables, añade innovadores sistemas como el destinado a moverse cómodamente en atascos mediante el cual puede imitar los movimientos y direcciones del coche que le precede.
Técnicamente, a pesar de su notable aumento de tamaño, el peso disminuye en más de 100 kilos, para quedarse algo por debajo de las dos toneladas las versiones básicas. Si bien todavía no se han especificado todas las características técnicas de todas las versiones, la marca sueca ya ha anunciado que habrá cinco motorizaciones (D4, D5, T5, T6 y T8), sin especificar por ahora cuales irán obligatoriamente asociadas a la tracción total y al cambio automático de 8 velocidades. Lo que sí se ha dicho que los 5 motores serán todos ellos dos litros de cuatro cilindros turboalimentados, uno de ellos combinado con otra fuente de alimentación eléctrica y enchufable (como el V60 Hybrid, aunque en el SUV junto a un gasolina en lugar de diésel).
El escalón básico será el XC90 D4 con motor de 190 cv, del cual habrá un acabado básico con tracción delantera por menos de 55.000 euros. Para quien necesite más potencian en diesel figurará el D5, que aumenta hasta los 225 cv gracias al sistema twinturbo. Ambos presumen de consumos muy bajos, entre 5 y 6 l/100 km según las versiones. Las mecánicas más prestacionales recurren a denominaciones ya utilizadas por Volvo, como T5 y T6, la primera de 254 cv y la segunda con 320 cv. Pero la gran novedad será el Volvo XC90 T8, un híbrido enchufable de 400 cv que puede recorrer 40 km en modo 100% eléctrico a velocidades de crucero en carretera y que anuncia unas emisiones de 60 g/km de CO2 y 2,6 l/100 km de consumo medio homologado; convirtiéndose así en el SUV de lujo más limpio y eficiente.
El Volvo XC90 T8, un híbrido enchufable de 400 cv que puede recorrer 40 km en modo 100% eléctrico