Fotos de la prueba del Toyota Aygo 70 x-play
La segunda generación del Aygo, el urbano de la marca japonesa Toyota, evoluciona hacia un posicionamiento más emocional que antes, apostando por un diseño original y arriesgado, una mayor carga de personalización, y equipamientos en infoentretenimiento más típicos de segmentos superiores.
Como decimos, si por algo destaca el Toyota Agyo es por su diseño. Especialmente llamativo es su frontal, donde una moldura en forma de ‘X’ se extiende hasta los pilares A pasando por los grupos ópticos.
Con una carrocería ultra compacta de tres o cinco puertas, el Toyota Aygo comparte plataforma con sus primos Citroën C1 y Peugeot 108, siendo su longitud de 3.455 milímetros y su altura de 1.460 mm.
Por su parte, la zaga del Toyota Aygo destaca por un diseño igualmente personal, con un portón flotante en color negro (en el caso de nuestra unidad de prueba) a juego con el paragolpes y unas ópticas de forma vertical que prácticamente alcanzan la luneta trasera.
El interior del Toyota Aygo destaca por una presentación de mayor calidad, con mejores materiales y sobre todo una instrumentación más moderna, con el velocímetro tras el volante y quedando la parte central del salpicadero destinada a una pantalla a color, táctil y de 7 pulgadas donde se proyectan las diferentes funciones del coche.
El Toyota Aygo 70 x-play ofrece un puesto de conducción con el reposacabezas integrado en el propio respaldo del asiento, destacando por un buen compromiso entre confort y agarre lateral.
Las 5 puertas del Aygo permiten un acceso más cómodo a las plazas traseras, donde dos pasajeros podrán viajar relativamente cómodos. Lo peor, las ventanillas de apertura de compás y los reposacabezas delanteros, que para los ocupantes de mayor tamaño pueden generar la sensación de estar encajonados.
El volumen del maletero ha crecido 30 litros con respecto al del Toyota Aygo 2012, pasando a tener ahora 168 litros.