En un momento boyante para la marca japonesa Subaru de Fuji Heavy Industries tanto en el mercado global, como en el específicamente español, con un gran cremiento de ventas gracias a la renovación de toda su gama y a la incorporación del nuevo motor Bóxer Diésel a todos sus modelos, lanzan al mercado su renovada berlina media Legacy que cumple 20 años, la quinta generación del buque insignia de la marca, con un aspecto mucho más acorde con los gustos europeos, un rendimiento mecánico que optimiza los consumos y las emisiones, sin olvidar el dinamismo habitual de la marca, y un equipamiento digno de lidiar con los mejores del segmento.
a favorMás amplio y espaciosoEquipamiento de serie completoRefimamiento mecánicoen contraConsumos poco ajustadosFalta versión potente de gasolinaBoca de carga del maletero estrecha
Entre las cualidades inherentes más destacadas del nuevo Legacy, destacándole frente a sus rivales de la talla del Audi A4, del BMW Serie 3 o de los también más destacados japoneses Mazda 6, Honda Accord o Toyota Avensis, encontramos sistemas de serie como la tracción total Symmetrical AWD o su original propulsor bóxer de cilindros horizontalmente opuestos, tanto en versiones gasolina como diésel, brindando una conducción muy segura y confortable, gracias en parte también a un centro de gravedad más bajo, con lo que el dinamismo general y el reparto de pesos del vehículo se optimiza notablemente. El propulsor bóxer tiene además la ventaja de ofrecer una gran suavidad y refinamiento.
La gama se organiza en torno a tres niveles de equipamiento denominados Premium, con todo el equipamineto de confort y seguridad standard, Limited, que suma techo solar y asientos de piel regulables eléctricamente, y Limited Plus, que añade navegador y Smart Key o llave electrónica. Los precios con el motor de gasolina 2.0i de 150 cv cominezan en los 28.580 euros para la versión básica Premium, de 30.580 euros para el Limited y de 33.280 euros para el Limited Plus. Si se opta por la versión Station Wagon familiar habrá que sumar 2.000 euros a cualquier acabado, igual que si se desea con cambio automático CVT de 6 relaciones Lineartronic, mientras que si lo que se busca es el propulsor diésel los precios aumentan en 1.500 euros.
Cualidades del nuevo Legacy
Los pilares fundamentales sobre los que se ha desarrollado el nuevo Legacy, son un gran rendimiento de conducción, cualidad inherente de la marca, y una importante reducción de los consumos y de las emisiones, con mejores prestaciones y cifras de consumo tan bajas que se quedan en 5,9 litros a los 100 km en la versión diésel, cumpliendo la normativa Euro 5. Esto se ha logrado mediante la mejora en todos sus motores, tanto en el de gasolina 2.0i de 150 cv como en el Bóxer Diésel 2.0d turboalimentado también de 150 cv, de la capacidad de respuesta y la inclusión de un nuevo cambio manual de 6 velocidades para ambos que sustituye al anterior de 5 velocidades, así como un cambio automático de variador continuo CVT por cadena con levas de selección manual para el motor de gasolina de 2.0 litros.
Otro fundamento básico para esta nueva berlina es ofrecer una seguridad muy avanzada, algo que le concede la tracción total Symmetrical AWD, con un plus de dinamismo en todo tipo de conducción y una estabilidad envidiable. De hecho, este elemento y un gran equipamiento de seguridad activa y pasiva le han permitido obtener 5 estrellas en protección de pasajeros en las exigentes pruebas de EuroNCAP.
El diseño también es algo totalmente nuevo, al que han dotado de un aspecto más moderno con una carrocería totalmente nueva tanto en sus versiones berlina como familiar Station Wagon y muy parecida a la del nuevo Outback. Presenta una imagen más agresiva que en la generación anterior, destacando un frontal muy agresivo con grandes ópticas rasgadas que invaden las aletas delanteras y un capó con una deportiva abertura superior para dejar respirar al intercooler de sus motores turboalimentados. La vista lateral es potente con unos pasos de rueda muy robustos, con un habitáculo muy amplio que sugiere gran capacidad interior. La trasera está elevada transmitiendo aplomo y dinamismo, dejando además un gran espacio de maletero.
Todas sus dimensiones han crecido notablemente en todas las cotas, alargándose en 65 mm (55 mm en la versión SW), ensanchándose en 50 mm en ambas versiones y aumentando su altura en 80 mm (65 en el SW), mientras que la distancia entre ejes ha crecido en nada menos que 80 mm, logrando una presencia mucho más voluminosa y destacada, una capacidad interior mucho mayor sobre todo en las plazas traseras y el maletero, ofreciendo hasta 61 litros más de maletero en la berlina alcanzando los 459 litros, y más estabilidad dinámica y confort.
Por su parte el interior ha ganado mucho en confort para los pasajeros gracias a unas medidas de habitabilidad muy superiores, mientras que estética y funcionalmente se ha realizado exactamente igual al Outback, con una consola central monolítica rematada con molduras cromadas que se extienden por el salpicadero y una ergonomía muy conseguida para el conductor. Los asientos delanteros tienen una gran concavidad trasera en su estructura para dejar más espacio para las piernas de los pasajeros de la segunda fila, que podrán ir muy cómodos. El habitáculo goza de gran luminosidad gracias a una tremenda superficie acristalada, realizada para buscar la máxima visibilidad y campo de visión.
Al volante…
Hemos podido realizar unos cuantos kilómetros con el nuevo Legacy Bóxer Diésel en su versión alta de gama Limited Plus y hemos de confirmar que el comportamiento en carretera es muy cómodo, claramente enfocado hacia el confort con una suspensión algo blanda, aunque sujeta bien la carrocería en curva con una configuración MacPherson delante y de doble horquilla superpuesta trasera. La dirección es muy directa y con un giro de volante suave y preciso. Del motor Bóxer Diésel de 150 cv nos ha gustado mucho su refinamiento, suave, poco ruidoso y sin vibraciones y sus prestaciones.
En el interior, a pesar de echar de menos algunos detalles de acabado, algo típico en esta y otras marcas japonesas, el confort es muy destacable, con una apariencia general muy atractiva y en los acabados superiores un equipamiento realmente amplio donde no falta el navegador, el control de estabilidad desconectable, el freno de mano electrónico, que deja un gran espacio entre asientos, asistente para la subida en pendientes Hill Holder o entradas auxiliares para fuentes externas y conexión para teléfono Bluetooth. Entre esas lagunas típicas que deberían solucionar encontramos la falta de un espejo retrovisor interior electrocromado o unos asinetos con la banqueta más larga para resultar aún más cómoda.