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Skoda renueva su buque insignia, el Superb, la berlina de gran tamaño (4,80 metros de largo) situada un escalón por encima del Octavia. Desde mediados de 2002, momento en el que fue lanzado el Superb, no había recibido retoques estéticos, por lo que ahora, en el ecuador de su vida comercial, presenta un lavado de cara y la mejora de equipamientos para seguir siendo competitivo en la elitista categoría que milita. Su amplio espacio, sus efectivos motores del Grupo VAG y su competitivo precio (hay un Superb desde 22.140 euros) siguen siendo los máximos atractivos de una gran berlina que lucha contra rivales de la talla del Peugeot 607, Citroen C6, Renault Vel Satis, Kia Opirus, etc.
Los cambios estéticos son ligeros y afectan a lo habitual en estos casos: parrilla frontal y grupos ópticos. Además lleva nuevas llantas de aleación y retrovisores con intermitentes integrados, mientras que para la carrocería se pueden elegir cuatro nuevos colores (beige capuchino, verde oliva, gris antracita y gris satén). En el interior una nueva iluminación blanca del cuadro de relojes, tapicerías de diferente diseño y una radio con MP3 (de serie en toda la gama) son los principales cambios.
En el tope de la gama Superb se encuentra ahora un nuevo nivel de acabados, el Laurin & Klement. Se recupera así esta mítica denominación para Skoda (los nombres de los fundadores de la marca) para bautizar a un vehículo que entre su equipamiento de serie incluye tapicería de piel, inserciones en madera, llantas de aleación de 17 pulgadas, techo solar con células fotoeléctricas, cristales tintados, pintura metalizada, sensores de aparcamiento delantero y trasero y alarma entre otras cosas. Este lujoso nivel de equipamiento sólo está disponible para los motores V6, tanto diesel como gasolina. Los precios del Skoda Superb Laurin & Klement oscilan entre los 32.730 euros del 2.8 V6 de 193 cv con cambio manual y los 35.840 euros del 2.5 TDI V6 de 163 cv con cambio Tiptronic.