Un lujo asequible
Aunque ya no sea mucho más grande que sus rivales –como sucedía en la primera generación del Superb- la gran berlina de Skoda sigue manteniendo numerosos atributos para convencer a un determinado perfil de conductor. Gran espacio en el habitáculo, enorme y práctico maletero, alta calidad, buen comportamiento… e incluso, en algunas versiones, detalles de verdadero lujo.
Sí, sí, estamos hablando de lujo. Aunque a algunos les cueste asociar la palabra “lujo” a marcas que no sean de las consideradas “premium” (Audi, BMW, Mercedes, etc), si nos basamos en criterios objetivos el Skoda Superb que probamos ha de considerarse como un berlina de lujo, que, además, se ofrece a un precio asequible: en torno a los 30.000 euros (con todos los extras de nuestra unidad de pruebas el precio subía algo más).
Con los 4,84 metros que mide de largo, sus rivales más directos podrían ser los novedosos Opel Insignia y Ford Mondeo, aunque inevitablemente hemos de buscar referencias entre los modelos similares dentro del Grupo VW. Respecto al nuevo Octavia el Superb es 27 cm más largo y unos 2.000 euros más caro; respecto al nuevo Audi A4 es 14 cm más largo y unos 5.000 euros más barato; y respecto al VW Passat –probablemente el más equiparable de los tres- es 7 cm más largo y unos 2.000 euros más barato. Todas estas comparaciones refiriéndonos al mismo motor y un acabado similar.
La versión concreta que probamos fue la Superb 2.0 TDI 170 cv DSG Ambition (30.490 €), muy equipada ya de serie, pero a la que se le habían añadido algunos extras algo caros como la tapicería de cuero. Con esta motorización y este cambio automático de doble embrague, unido al exquisito puesto de conducción y la calidad de todos sus mandos, se consigue un excelente agrado de conducción, además de unas prestaciones elevadas y unos consumos muy razonables. Resulta curioso comprobar como este coche levantaba muchas miradas a su paso, ya que, debido a su novedad y poco grado de conocimiento del modelo, la mayoría de los viandantes se preguntaban algo así como: ¿cuál es esta nueva berlina de lujo?
La conquista del espacio
El espacio en las plazas traseras sigue siendo en esta nueva generación del Superb uno de los aspectos más destacables, aunque ahora presenta otro no menos ventajoso. Hablamos del nuevo sistema de maletero de doble apertura patentado por Skoda. Se acabó eso de elegir entre un elegante 4p o un práctico 5p, ya que este nuevo Superb presenta las ventajas de ambos tipos de carrocería.
Por una parte, la estética del Superb es claramente la de un elegante sedán 4p, que en una primera opción de apertura del maletero se abre como otros sedán cualquiera. Sin embargo, un práctico mecanismo de bisagras hace que con un pulsador oculto se pueda abrir por completo, incluyendo en este caso la luneta trasera, como cualquier cinco puertas. Por si fuera poco, a la practicidad de uso se le une el enorme tamaño, que oscila entre los 565 litros con las plazas traseras disponibles, y los 1.670 litros si abatimos los respaldos traseros. Sin duda, el nuevo Superb se convierte en el nº1 del mercado en este aspecto.
En cuanto a medidas exteriores, tal y como han crecido sus rivales, el Superb ya no se desmarca del resto como en la pasada generación. Su longitud es ahora idéntica a la de un Opel Insignia o un Ford Mondeo, aunque con sus 4,84 metros sigue en la cima de la categoría. El habitáculo se aprovecha ahora algo mejor, aunque en este aspecto no se hace otra cosa que no sea reforzar las virtudes del modelo anterior.
Más ganancia ha habido en la sensación de calidad del tablero de mandos. Según los niveles de acabado elegidos o las opciones seleccionadas, el Superb nos presenta un salpicadero que poco o nada tiene que envidiar al de un Audi, BMW o Mercedes. Empezando por el fino cuero de su volante, siguiendo con los ribetes cromados tanto del cuadro de relojes como de la consola central, y terminando por su pantalla táctil a color; el nuevo Superb da un paso más en cuanto a lujo, equipamiento y detalles.
Finalmente, de la estética de los modelos que probamos no acostumbramos a hacer muchos comentarios, ya que todo depende de los gustos de cada uno. No obstante, sí comentaremos en este caso que nuestro vehículo de pruebas despertó la curiosidad de muchas personas, y todas las que nos manifestaron su opinión coincidían en catalogar al nuevo Superb como una berlina de imagen imponente, sólida y con “aires de automóvil de alto nivel”.
Del conjunto motor 2.0 TDI de 170 cv y caja de cambios DSG ya hemos hablado en numerosas ocasiones, pues este mismo equipo lo montan diversos modelos de Audi, Volkswagen y Seat. Sí podemos decir que, incluso para una berlina de las medidas y peso del nuevo Superb, se muestra muy poderoso, y no tiene mayor inconveniente para lograr una buena marca de aceleración de 0 a 100 km/h (9,0 segundos), unas recuperaciones fantásticas y unos consumos muy contenidos (6,1 l/km de media).
Por lo que se refiere a su comportamiento dinámico, el Superb 2.0 TDI 170 cv DSG es una gozada, y un coche con el que se pueden hacer cientos de kilómetros sin notar el mínimo cansancio. Cómodo, estable, de tacto preciso… en todo caso se le podría achacar algo lógico para su concepto, peso y medidas: falta de agilidad. No es que sea blando de suspensiones ni mucho menos, pues estas realizan un trabajo fantástico en cuanto a filtrar las irregularidades y “sujetar” el coche de posibles balanceos o cabeceos; sólo que con los 2.761 mm de distancia entre ejes, evidentemente, este automóvil no es el más adecuado para entrelazar curvas cerradas a ritmos alegres.
Se trata por tanto de un coche potente con el que se puede circular a altas velocidades con un alto grado de seguridad, pero su vocación es más bien la de un vehículo tranquilo, en el cual disfrutar de su comodidad, amplitud, detalles de calidad, etc. Finalmente, en cuanto al cambio DSG, no nos cansaremos de decir que su funcionamiento es sobresaliente y que es un sistema que merece mucho la pena. En la actualidad, su efectividad es muy superior a la de la mayoría de los cambios automáticos.