Skoda continúa revalorizando su gama de turismos y 4×4, tomando especial protagonismo su coche fetiche y jerárquico, el Octavia. Después de presentarse en 2013 las variantes clásicas sedán y familiar (Combi) basadas en la plataforma MQB (la misma que un Golf o un Audi A3), a principios de 2014 llegaron las versiones deportivas RS y de cara al último trimestre del año se lanzará la otra carrocería ‘más aspiracional’. Es la palabra con la que el departamento de marketing asocia al nuevo Scout 2014, que en el mercado español pierde el apellido Octavia para posicionarse como un vehículo con personalidad propia y un cierto nivel estatutario, siendo el tercer Skoda más caro de la actual oferta (por delante, únicamente el Octavia RS y la berlina Superb).Los responsables de Skoda España estiman que con campañas y financiación el Scout tendría un precio de 25.000 euros
Derivado de la carrocería Combi, el nuevo Skoda Scout es un familiar con estética de 4×4, una propuesta crossover que bien podría ser una alternativa de compra por el plus de versatilidad que aporta respecto a los demandados SUV’s compactos que pueblan el mercado. El Scout, que más que nunca será un producto de imagen, queda encuadrado en un segmento muy pequeño. Sus posibles rivales se cuentan con los dedos de una mano, y más allá de modelos marginales como los Subaru Outback y Volvo XC70 o generalistas de gran envergadura como los Opel Insignia Country Tourer o Citroën C5 CrossTourer, encuentra respuesta en el seno del Grupo VAG, con los más premium Volkswagen Passat Alttrack y Audi A4 Allroad, y el venidero Seat León X-Perience, un primo-hermano también desarrollado sobre la plataforma MQB.Por polivalencia e imagen bien podría ser una alternativa de compra a los demandados SUV’s compactos
Exteriormente, el Scout de nueva factura se distingue fácilmente de un Octavia Combi por elementos típicos off road, como las protecciones plateadas en el frontal y la zaga (aumentado la longitud total de 4,65 a 4,68 metros), las molduras de plásticos que rodean todo su perímetro, y unas llantas específicas de 17 pulgadas (sobre un neumático de 225/50). Además la carrocería queda sobreelevada del suelo hasta los 17,1 centímetros, 3,1 cm más que el Combi estándar y 1 cm más que el modelo saliente, dejando ángulos de ataque (16,7 grados delante y 13,8 detrás) más aceptables para alguna excursión campo a través. Por último, cuenta de serie con el paquete de protecciones de bajos y las carcasas de los retrovisores en look aluminio, quedando en opción las barras sobre el techo con efecto aluminio (de serie, son de color negro).
Como el Octavia Combi, el Scout 2014 con tracción 4×4 de serie conjuga los mejores valores del mercado en cuanto a relación peso/espacio. Esto se consigue gracias a la optimización en el uso de materiales más ligeros y resistentes, las ventajas derivadas de la plataforma MQB, y la puesta a punto del embrague tipo Haldex de quinta generación más compacto y 1,4 kg menos pesado. Así, el Scout fija un peso en vacío de entre 1.522 y 1.529 kg (según motorización) sin perjudicar ni un ápice sus cotas interiores, que crecen proporcionalmente a como lo hacen sus dimensiones exteriores. Así, el espacio para las piernas atrás es de 73 mm, la altura delante y atrás es de 983 y 995 milímetros respectivamente y el maletero mantiene los 610 litros del Combi y la posibilidad de alcanzar los 1.740 l con los respaldos posteriores abatidos.La batalla crece, los voladizos se acortan y la altura libre al suelo aumenta
Siguiendo por el camino marcado por los últimos Octavia y Octavia Combi, el Scout hereda la simplicidad de siempre de los Skoda materalizada en las soluciones ‘Simply Clever’ con elementos como la alfombrilla de doble cara en el maletero, el distribuidor con velcro para ordenar la carga, el rascador de hielo en la tapa del combustible, la papelera adaptable en las guanteras laterales o el fijador del teléfono móvil en los portavasos delanteros; también es perceptible la mejora en los acabados interiores en un Scout que queda adornado con emblemas del modelo en el pomo del cambio, el volante de tres radios y los umbrales de las puertas delanteras, pudiendo combinarse con un salpicadero disponible en negro clásico o negro/marrón y un tapizado de los asientos en tela marrón (de serie) o cuero/Alcantara en negro o marrón (opcional); y con una carga tecnológica en materia de seguridad activa y pasiva inaudita en el modelo anterior (desde los seis airbags de serie, nueve posibles en total, incluyendo por primera vez el de rodillas del conductor, hasta el sistema ‘Front Assit’ con función de frenada de emergencia, pasando por los asistentes como el Control de Crucero Adaptativo, las luces automáticas, o el Freno Multicolisión, éste último de serie).
Mecánicamente, la oferta queda limitada a tres motores, dos diésel y un gasolina, entre 150 y 184 cv de potencia, con cajas de cambio de seis velocidades, manuales o de doble embrague DSG, todos expuestos al 4,75% del impuesto de matriculación al superar los 120 g/km de emisioines de CO2. El Scout más barato y con una economía de uso más accesible es el 2.0 TDI de 150 cv y caja manual (30.340 euros), con un consumo combinado de 5,1 litros, una velocidad punta de 207 km/h y una aceleración de 0-100 km/h de 9,1 segundos. En el escalón intermedio queda el 1.8 TSI de 180 cv con transmisión automática DSG (31.840 €), que promedia 6,9 l/100 km y es capaz de acelerar hasta los 100 en 7,8 segundos y lograr una velocidad máxima de 216 km/h. Corona la gama Scout el 2.0 TDI de 184 cv y DSG (32.740 €), con los mismos 5,1 l/100 km del 150 cv, pero con unos valores prestacionales muy supeiores: 7,8 en el esprint hasta los 100 y 219 km/h de velocidad tope.La gama mecánica es cerrada, con dos motores diésel, el más potente de 184 cv con DSG, y un gasolina de 180 cv
Nunca un Scout se movió mejor. Como la nueva generación del Octavia, la mayor distancia entre ejes (crece en 100 mm con su antecesor, de los 2.578 pasa a 2.679 mm) es un excelente punto de partida para gozar de una estabilidad de marcha muy superior. Delante incorpora brazos McPherson con nuevos triangulos inferiores y un subchasis anclado sobre el centro del eje, mientras que de serie en toda la gama se apuesta por un eje posterior multibrazo, asegurando una comodidad de marcha muy elevada. Así, el Scout es fácil de guiar por una curva rápida y al mismo tiempo maniobrar en espacios reducidos gracias a la desmultiplicación de su dirección electromecánica. Por lo demás, la insonorozación general está muy mejorada, y apenas es al ralentí donde las unidades TDI que probamos dejan notarse. Y no nos olvidamos de las transmisiones, muy bien ajustada en el caso de la caja manual, con recorridos del pomo limpios y precisos, y excepcional si hablamos del DSG, con transiciones suaves y rápidas entre marchas que nos permite concentrarnos al cien por cien en la carretera. Por último, los motores TDI testados tienen suficiente potencia y capacidad de aceleración en la mayoría de circunstancias en las que el Scout será conducido. Lo peor, la brusquedad del Start and Stop, de serie junto a la frenada regenerativa en toda la gama Scout.El aplomo del nuevo Scout es muy superior al del modelo anterior, sin perder un ápice de confort
¿Qué es el embrague Haldex?
La tecnología Haldex de quinta generación permite al Scout en función de las condiciones del asfalto distribuir la potencia a las cuatro ruedas a través de un embrague electrónico que detecta esas pérdidas de tracción a partir de parámetros de control como la velocidad a la que giran las ruedas y el ángulo de giro. Es decir que el conductor no interviene en ningún momento sobre el sistema y el Scout por defecto funciona como un turismo de tracción delantera. Como elemento electrónico destacable de serie, el diferencial electrónico (EDL) que actúa como un bloqueo entre ruedas del mismo eje para evitar patinar en terrenos de baja adherencia al arrancar. Sin embargo, ni siquiera como opción está disponible el control de descensos, equipamiento que por ejemplo es posible montar en el Yeti y que pone el foco en el carácter asfáltico de un Scout que como 4×4 pasará poco y de puntillas por los caminos más complicados.
La tecnología Haldex de quinta generación permite al Scout en función de las condiciones del asfalto distribuir la potencia a las cuatro ruedas a través de un embrague electrónico que detecta esas pérdidas de tracción a partir de parámetros de control como la velocidad a la que giran las ruedas y el ángulo de giro. Es decir que el conductor no interviene en ningún momento sobre el sistema y el Scout por defecto funciona como un turismo de tracción delantera. Como elemento electrónico destacable de serie, el diferencial electrónico (EDL) que actúa como un bloqueo entre ruedas del mismo eje para evitar patinar en terrenos de baja adherencia al arrancar. Sin embargo, ni siquiera como opción está disponible el control de descensos, equipamiento que por ejemplo es posible montar en el Yeti y que pone el foco en el carácter asfáltico de un Scout que como 4×4 pasará poco y de puntillas por los caminos más complicados.
Gama Skoda Scout (precios oficiales)
Skoda Scout 2.0 TDI 150 cv 30.340 euros
Skoda Scout 1.8 TSI 180 cv DSG 31.840 euros
Skoda Scout 2.0 TDI 184 cv DSG 32.740 euros