El pasado mes de junio llegó a los concesionarios el tercer y último miembro de la familia urbana del Grupo VW: el Skoda Citigo. El de origen checo se comercializa con unos precios similares al del Seat Mii y en torno a mil euros más barato que el Volkswagen Up. Eso sí, llegar el último le ha permitido venir con toda la gama al completo, pudiéndose elegir entre el motor de 60 cv o el de 75 cv, entre la carrocería de tres o la de cinco puertas, y entre el cambio manual o el automático.
a favor- Agil y maniobrable- Bajos consumos- Cómodo y estableen contra- Acceso a plazas traseras (3p)- Boca de carga del maletero
En Autocity ya tomamos contacto con el pequeño Skoda durante su presentación internacional a la prensa, pero ahora nos subimos a una versión concreta para realizarle un análisis más a fondo. Nos tocó el Citigo 1.0 MPI 75 cv 3 puertas manual -que en el acabado Ambition cuesta 10.960 euros y en el Elegance 11.460 euros– en uno de los dos colores que vienen sin sobreprecio (blanco o rojo), ya que el amarillo cuesta 195 euros y los metalizados 300 euros. También aparece en las fotos del interior un elemento extra muy interesante, el Move&Fun, un navegador extraíble que incluye funciones de ordenador de viaje del coche.
Con su pequeña carrocería de 3,56 metros de longitud, lo más lógico es compararlo al líder de la categoría, el Fiat 500, el cual, no obstante, a similitud de mecánica y equipamientos es unos 2.000 euros más caro. Cierto es que el italiano es un coche con un toque chic y de aspecto retro, pero la diferencia de precio es considerable y objetivamente hablando no ofrece más. Aún así, en este segmento todavía existen algunos más baratos, como el Citroen C1 o el Kia Picanto. Como veremos más adelante el Skoda Citigo no se caracteriza por un precio alto o bajo, sí por un precio justo y combinado con un funcionamiento general del coche al que se le puede calificar de excelente.
Estéticamente el Skoda Citigo resulta agradable sin llegar a gozar del encanto de un Fiat 500 o un Mini, ni tampoco del glamour próximo Opel Adam. Sin embargo, además de que no está nada mal, se trata de un coche bien hecho, de calidad, con un interior práctico y cómodo, y con un espacio muy bien aprovechado. Por ejemplo, su maletero de 251 litros es mucho más grande que el del Fiat 500 (185 litros), y en las plazas traseras dos adultos de 1,80 metros de estatura podrán viajar muy cómodos; algo que no resulta muy habitual en coches de tres metros y medio de longitud. Eso sí, a poco que se vayan a utilizar las plazas traseras recomendamos pagar los 300 euros de sobreprecio que tiene la versión de cinco puertas. El maletero tiene una meritoria capacidad de 251 litros y sus plazas traseras son sorprendentemente amplias y cómodas.
Al volante es supersencillo encontrarse a gusto, a pesar de que éste no es regulable en profundidad. Pero la postura y la ubicación de todos los mandos es la ideal, y seas de la talla que seas encontrarás una postura al volante del Citigo que invita a hacer muchos kilómetros. Por lo demás decir que su salpicadero es bastante austero, aunque gana muchos enteros si se le instala el Move&Up opcional. Lo ponemos en marcha y las sensaciones agradables continúan, pues su sonido no es lo que podíamos esperar de un motor de tres cilindros, sino que resulta discreto y bastante convencional.
Pero todavía mejora más la nota general del vehículo cuando iniciamos la marcha, momento en el que percibimos la precisión de conducción que caracteriza habitualmente a los modelos del Grupo VW. Su manejo es muy ágil y maniobrar con él resulta realmente fácil. Esto ya nos lo esperábamos en un coche urbano bien hecho, pero lo que nos ha sorprendido gratamente es la firmeza y seguridad con la que sale a la carretera. Evidentemente el coche no es un alarde de potencia, pues con sus 75 cv declara una velocidad punta de 170 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 13,2 segundos. Pero en la práctica parece que el Citigo corra más de lo que dicen las cifras, ya que su bajo peso (854 kilos) unido a la buena respuesta del motor hacen que el coche salga relativamente rápido. Además, al circular a velocidades en torno a 120 km/h observamos una meritoria sensación de aplomo y seguridad, así como un nivel sonoro bastante contenido. Es más, nos parece un coche que, para viajar sólo o en pareja y sin mucho equipaje, resulta óptimo para hacer cientos de kilómetros, ya que transmite buenas sensaciones al volante, hace gala de unas prestaciones más que suficientes y resulta muy cómodo.Con 75 cv de potencia y 854 kilos de peso, el Citigo se muestra muy ágil, más de lo que anticipan sus cifras de prestaciones.
Nos quedamos con las ganas de probar el nuevo cambio automático (ASG), que tiene un sobreprecio de 700 euros. El manual de cinco velocidades va muy bien, pero para un vehículo de vocación urbana tener la caja automática supone un importante plus de comodidad. El nuevo cambio ASG no es posible que vaya bien como el DSG de doble embrague, pero viniendo del Grupo VW suponemos que no funcionará mal, y 700 euros es una cantidad muy razonable. Esperemos catarlo pronto, bien en un Citigo, bien en un Seat Mii o bien en un Volkswagen Up. En cuanto a los consumos, los 4,7 l/100 km que declara de media son una buena cifra que además resulta bastante real en la conducción del día a día, algo que no sucede con otros modelos. También la cifra de emisiones de CO2 es baja con 108 g/km de media.
Finalmente vamos a hablar del tema de los equipamientos, algo que es importante analizar para comparar precios con otros rivales, ya que hay marcas que acostumbrar a publicitar modelos muy baratos pero que vienen “pelados” de equipamientos. En el caso de Citigo, desde el acabado Active (9.190 euros el Citigo 3p manual de 60 cv), viene de serie con airbags frontales y laterales tanto para el torax como para la cabeza, así como con los controles electrónicos de tracción y estabilidad, lo cual no ocurre en las versiones básicas de la mayoría de sus rivales. Para acceder al Citigo de 75 cv hay que recurrir al acabado intermedio, el Ambition, el cual incluye ya el aire acondicionado como dotación estándar. Finalmente, el acabado Elegance añade las llantas de aleación y unas tapicerías más cuidadas entre otras cosas. Pero además de la estructura de gama según niveles de acabado, el Skoda Citigo ofrece extras muy interesantes y a buen precio.
Uno de los extras más interesantes es el antes mencionado Move&Fun, que por un precio aproximado de 350 euros no sólo hace de navegador, sino que también “se conecta con el coche” y muestra diversas informaciones a modo de ordenador de abordo. Pero todavía más importante, y además en el campo de la seguridad, es el sistema City Safe, el cual hace que, mediante unos sensores, pueda detectar obstáculos cuando circulamos hasta un máximo de 30 km/h y frenar por sí sólo, un recomendable extra que nos puede evitar, no sólo pequeños golpes de chapa, sino algún susto mayor o atropello de un peatón. Otra posibilidad poco habitual es que ofrece una doble opción de variar las suspensiones, pues junto a la frecuente “suspensión sport” (que en este caso baja la altura 15 mm y cuesta 115 euros), es posible elegir el denominado “paquete malas carreteras”, que la eleva la altura 15 mm y cuesta 145 euros. Finalmente, el control de crucero Tempomat (150 euros); el paquete de cuero para volante, pomo de cambio y empuñadura del freno de mano (175 euros); los sensores de aparcamiento (225 euros); o los asientos calefactables (175 euros) completan su interesante lista de opciones.
Si echamos mano de la lista de extras el precio se encarece, pero son costes razonables y nos queda un urbano muy bien equipado.