Cuando recoges un coche de prensa de rabiosa actualidad, de potencia desorbitada o de gran lujo, sabes que vas a captar la atención de los curiosos en el parking comunitario, a cada parada ante un semáforo o paso de peatones, o hasta circulando por autovía. Lo que no esperas es que un pequeño turismo del segmento A y que lleva más de un año en el mercado como el Renault Twingo de tercera generación, levante tanta expectación a su paso.
Producido conjuntamente con el smart forfour de Daimler (con el que comparte el 70% de las piezas) en la planta de Novo Mesto (Eslovenia), Renault ha sabido darle una personalidad muy definida al Twingo, y parece por nuestra experiencia que entra por los ojos. Con el diseñador jefe de la marca, Laurens van den Acker, responsable de los últimos lanzamientos de la marca (Espace, Talisman y Mégane) detrás del proyecto Twingo, se ha conseguido un perfecto equilibrio entre imagen y practicidad.
En cuanto a la estética son innegables las influencias que algunos (modelos) antepasados han tenido sobre la carrocería del Twingo. Si visto de perfil recuerda al Renault 4/4 (4 CV), en la trasera unas aletas ensanchadas nos conducen inmediatamente a buscar la conexión con el Renault 5 Turbo (El Culo Gordo). Además, el Pack Sport (llantas de 16 pulgadas, tapicería mixta cuero/tela, adhesivos sport, pack look exterior o decoración interior en rojo) acentúa este parecido. En la vista frontal, junto a la iluminación diurna en dos grupos circulares independientes de cuatro LED, la calandra es un calco a pequeña escala a la de su hermano mayor, el Clio.
De éste también toma la solución de camuflar los tiradores de las puertas traseras en el marco de las ventanillas. Si el Twingo anterior era un tres puertas, éste tiene cinco aunque quiera simularlo. Además, incorpora un sistema de ventanillas traseras de tipo compás, típico en vehículos low cost: otro 5p que apuesta por esta fórmula es el Citroën C4 Cactus. El portón trasero, más tendido que antes, es completamente de cristal y en color negro, otro rasgo a la moda en el actual mercado de los pequeños urbanos.
Al compartir plataforma con el smart, el motor pasa automáticamente a la parte trasera (bajo el maletero), al igual que la tracción. Las ruedas se han esquinado al máximo, reduciendo notablemente el tamaño de los voladizos y aumentando en 8 y 12 centímetros el de la altura y la batalla (1,55 y 2,49 metros, respectivamente) en un coche que finalmente decrece 10 centímetros a lo largo (3,59 metros) respecto a la anterior generación.
Las dos principales ventajas de esta reconfiguración son tener un diámetro de giro líder del segmento (sólo necesita 8,6 metros para dar completamente la vuelta) y un mejor aprovechamiento del espacio interior (pudiendo introducir objetos de hasta 2,3 metros de longitud abatiendo los respaldos de las plazas traseras y el del acompañante).
En el interior, la primera sensación al subirnos en él es el de una calidad de acabados y una presentación general muy cuidadas, algo no muy común en sus potenciales rivales. Mandos en el volante, asientos delanteros con los reposacabezas integrados, pedales en aluminio, piezas muy bien ajustadas o hasta una pantalla central táctil que forma parte del Pack Tecno que incluye el sensor de proximidad trasero, la cámara posterior, el navegador Tom Tom y el sistema de infoentretenimiento R-Link Evolution de 7”. Se echa en falta los asideros de techo y una mayor iluminación, encomendada únicamente a un plafón central.
Por lo demás, nos han llamado la atención unos asientos delanteros con unas pronunciadas sujeciones laterales y una postura de conducción más elevada de lo normal, siendo su mayor hándicap el tacto algo firme del respaldo. Homologado para cuatro ocupantes, las plazas traseras son buenas por espacio (en altura y rodillas) y acceso (las puertas tienen un ángulo de apertura amplio). Además hay generosos huecos para depositar objetos, como las bolsas de las puertas delanteras o un portaobjetos con tapa bajo la consola. Sin embargo, penalizado por la posición del motor, el maletero se queda en 174 litros, uno de los valores más pobres de su categoría.
MOTOR Y DINÁMICA
La gama Twingo tiene dos motores en posición trasera, el SCe 70 o el TCe de 90, el que hemos probado y altamente recomendable por una respuesta más viva gracias al sistema de sobrealimentación por turbo que monta. Con sus tres cilindros y 898 centímetros cúbicos, declara 90 CV y 135 Nm de par, alcanzando una velocidad máxima de 165 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 10,8 segundos. 900 euros más caro que el SCe 70, el Twingo TCe 90 ofrece un extra de agallas para salir a autovía y circular y adelantar sin grandes agobios. Aliándose con un Stop/Start de agradable funcionamiento y un cambio manual de cinco marchas muy bien escalonadas, el consumo se queda siempre por debajo de los seis litros.
Además de su particular configuración mecánica (tracción y motor traseros), el Twingo destaca por su peso pluma, quedándose por debajo de la tonelada, y un reparto de pesos entre ejes equilibrado de 47% delante y 53% detrás. La puesta a punto de la suspensión es algo firme, obligando a tomárselo con calma a la hora de superar los resaltos urbanos, mientras que la dirección de asistencia eléctrica casa perfectamente con su carácter urbano, favoreciendo las maniobras en espacios reducidos. Por cierto, la visibilidad, muy buena, siendo muy sencillo para el conductor dominar el entorno.
Manejable en ciudad y divertido de conducir en carreteras con curvas, el Twingo nos sembró alguna duda en ciertas situaciones. Con un intenso viento en Madrid durante la semana de prueba, el tren delantero se descontroló a velocidades legales por autovía y automáticamente saltó el control de estabilidad, provocando una reacción brusca de la electrónica y una situación algo confusa para el conductor (todo dentro de los márgenes de la seguridad).
PRECIO, EXTRAS Y RIVALES
El Renault Twingo TCe 90 Zen tiene un precio oficial de 13.525 euros, que, añadiendo los 1.950 euros en equipamiento opcional de nuestra unidad de prueba, asciende a un montante final de 15.475 euros, una cantidad que convierte al urbano francés en uno de los modelos cinco puertas más caros del segmento A (Peugeot 108, Citroën C1, Seat Mii, Skoda Citigo, Kia Picanto o Suzuki Celerio). Únicamente es más asequible que su primo alemán smart forfour. Rivales también del Twingo pueden ser Opel Adam o Fiat 500, ambos de tres puertas y más costosos.
Pack Tecno: 1.000 euros
Pack Clima: 250 euros
Pack Sport: 600 euros
Pack Portaobjetos: 100 euros