El definitivo
Se acaba de presentar en el Salón del Automóvil de Los Ángeles el Porsche Cayman R, el roadster más potente de dicha gama con la que la firma de Stuttgart derrocha 330 cv de potencia, 10 más que su modelo matriz, el Cayman, gracias a un propulsor Boxer de 3,4 litros de inyección directa. Su precio en España, donde llegará en febrero del próximo año, será de 79.082 euros, quedando todavía como un coche económico en el mundo Porsche, si tenemos en cuenta que el deportivo 911 más barato está tasado en 96.600 euros.
Esta distancia en los precios no se traduce en las potencias finales, ya que el Carrera suma 345 cv, 15 más que el modelo del hoy os hablamos. Las prestaciones del Cayman R son a tener muy en cuenta. Tanto si elegimos el cambio automático de doble embrague PDK (con 4,9 segundos de 0-100) como la caja manual (5 s), las sensaciones de velocidad están aseguradas: 282 km/h con el manual y 280 km/h con el PDK. Opcionalmente se puede incorporar el paquete Sport Chrono, asociado a la función Launch Control, que permite salir con la máxima aceleración desde parado (4,7 segundos de 0-100).
El Cayman R es 55 kg (1.295 kg de peso en vacío) más ligero que el Cayman normal, de tal forma que se han conseguido unos consumos bastante contenidos para un motor que desarrolla más de 300 cv: 9,3 l/100 km del PDK por 9,7 l/100 km del manual. En términos de aerodinámica, el R es todavía más agresivo, con un chasis deportivo específicamente adaptado que acerca la carrocería más al asfalto y se apoya en unas suspensiones 20 mm más cortas. Asimismo, Porsche ha optado por materiales más ligeros, tanto en su carrocería como en su interior, como unos asientos de diseño deportivo 12 kg más ligeros que los o unas llantas de 19 pulgadas 10 kg más livianas que en el Cayman S. Por supuesto, el sistema de frenos, opcionalmente, puede tener discos cerámicos.
La relación peso-potencia es de 3.9 kg/cv en la versión manual y 4.0 kg/cv en la versión PDK. A nivel estético, se diferencia de otros Cayman mediante un kit de carrocería más bajo y deportivo, espejos retrovisores con un carenado en color negro, un spoiler trasero fijo, y cómo no, los habituales emblemas. Las pegatinas laterales en color negro o los faros con pestañas negras son en palabras de Porsche detalles racing extraídos de la alta competición.