Fotos del eléctrico Peugeot iOn
Probamos el eléctrico Peugeot iOn, un urbano de 3,47 metros, cuatro plazas y 67 cv de potencia que, prescindiendo de gasolina o gasoil, pone sobre la mesa el concepto esencial del coche eléctrico: no contaminar, urbano, y con un coste de utilización muy bajo. ¿Merece la pena pagar por él más de 20.000 euros? Lo analizamos a continuación.
El pequeño Peugeot iOn, comparte plataforma, dimensiones y equipamientos con Citroën C-Zero y Mitsubishi i-MiEV, todos coches orientados a la ciudad por su tamaño ultracompacto de 3,47 metros de longitud, 1,47 metros de anchura y una notable altura de 1,61 metros que nos permite hablar de un coche funcional incluso para cuatro pasajeros.
El diseño exterior tan característico de este iOn, con una línea de techo abombada, un ancho de vías limitado y unos pequeños neumáticos 145/65R 15 delante y 175/55R 15 detrás, no pasa desapercibido para nadie, como hemos podidos comprobar por las miradas de otros conductores o viandantes. Más allá de gustos personales, es importante recordar que en un coche eléctrico renuncia a mucho en el apartado del diseño en favor de la imprescindible aerodinámica.
El motor eléctrico, el único responsable de enviar fuerza a las ruedas motrices, en el caso del Peugeot iOn las traseras, está situado bajo el maletero, en una posición muy baja para conseguir un centro de gravedad lo más reducido posible, y ofrece picos de potencia de 67 cv, a través de una transmisión automática perfectamente engranada para aprovechar al máximo y desde 0 a 2.000 rpm los 180 Nm de par motor máximo, como ocurre en todos los coches 100% eléctricos.
El Peugeot iOn se recarga mediante una fuente de corriente externa. Hay dos tomas de corriente en la carrocería del iOn, las dos a la altura del pilar C, la de la izquierda es para la carga rápida (red trifásica) y la de la derecha para la carga normal (red convencional). Con la primera tenemos que esperar a que se alineen los planetas para que en la ciudad por la que vayamos a circular, los pocos o muchos (Madrid y Barcelona, fundamentalmente) puntos de recarga, funcionen; en tal caso, la batería se recarga al 50% en 15 minutos y al 80 en 30. Con la segunda, mediante un enchufe doméstico, necesitamos de 6 horas para que las baterías se ‘llenen’ al 100% de sus capacidades, que son 16 kWh.
Al igual que tampoco es mal dato para un coche que no será utilizado para viajar el fin de semana, ofrecer un maletero de 166 litros, suficiente para maletines de mano o mochilas deportivas que se suelen mover en el día a día.
Sorprende que un coche como este Peugeot iOn con los precios en los que se mueve, ofrezca un interior tan espartano en cuanto a calidad de materiales, ajustes de piezas, o instrumentalización en relojes y consola, muy alejados de los detalles de alta sofisticación como ofrecen otros eléctricos puros.
Más allá de los problemas de estrés habituales del coche eléctrico, el Peugeot iOn deja una sensación de comportarse como un vehículo convencional más de su tamaño. Aprovechando sus medidas ultracompactas y un amplio ángulo de giro de volante, callejear con él es una delicia. Es verdad que la dirección eléctrica es poco informativa, pero es rapidísima y muy provechosa en el entorno urbano en el que más va a ser utilizada. La suspensión sujeta más la carrocería a velocidades elevadas aportándole un plus de picante a este iOn; no se puede hablar de un coche seco al superar, por ejemplo, badenes o adoquines, pero sí algo menos confortable de lo que son otros eléctricos que hemos probado (Nissan Leaf, por poner unos de los últimos que han pasado por nuestras manos). Además, el asiento del conductor ofrece un mullido blando y muy cómodo.
Parece increíble que un coche como este Peugeot iOn, enfocado para una o dos personas que recorre una cantidad de kilómetros limitada (no muchos más de 60 diarios), sea tan correcto para transportar cuatro ocupantes en su habitáculo. Sí, este iOn de 3,47 metros de longitud y 1,47 m de ancho (se podría hablar de un coche corto y estrecho), se beneficia de una notable altura de 1,61 m y una distancia entre ejes de 2,55 m, idénticos datos a los de sus gemelos Citroën C-Zero y Mitsubishi i-MiEV.