Peugeot comercializa desde principios de año su nuevo utilitario, el 208, un modelo que por fuera resulta ligeramente más compacto que el anterior 207 pero que por dentro ofrece un mayor habitáculo y más espacio en el maletero. Además es notablemente más ligero y apuesta por la nueva tendencia de motores de gasolina de tres cilindros, por lo que ofrece unas versiones de muy bajos consumos y emisiones. En Autocity nos subimos al Peugeot 208 1.2 Vti de 82 cv con el completo nivel de acabados Allure, una versión que cuesta actualmente 15.350 euros y que da mucho equipamiento y calidad por una cantidad razonable.
a favor-Alta calidad de acabados-Presencia y equipamiento-Ligero y de bajo consumoen contra-Sonido al acelerar fuerte-Prestaciones en carretera discretas
No es el Peugeot 208 uno de los utilitarios más competitivos por precio, pues basa su estrategia en un diseño, equipamiento, tecnología y calidad superior a la media. Por ejemplo, un Citroen C3, que recientemente ha incorporado a su gama estas mismas mecánicas de tres cilindros en gasolina, es algo más barato. Su otro gran rival francés, el recién llegado Renault Clio III, cuenta con propulsores de rendimiento similar (el 0.9 TCE de 90 cv; de menor cilindrada pero sobrealimentado) a un precio casi idéntico. Algo más potentes gracias al turbo son otras alternativas tricilíndricas: el eficaz Nissan Micra 1.2 DGI-S de 98 cv y el próximo Ford Fiesta 1.0 Ecoboost de 100 cv.
Antes de analizar su mecánica tricilíndrica vamos a ver que particularidades tiene este 208. Con 3,98 metros de largo y 285 litros de maletero el Peugeot 208 se encuentra en la media de su segmento en cuanto a tamaño y espacio se refiere. Su diseño es bastante agradable, y el interior, en las versiones bien terminadas (como esta Allure que se puede ver en las fotos), presenta un aspecto impecable, moderno y de calidad. Tiene una particularidad destacable, y es su pequeñísimo volante (parece de juguete) combinado con un cuadro de relojes en una posición superior y una gran pantalla táctil a color de 7 pulgadas (de serie desde el acabado anterior, el Active).
La posición al volante del 208 es original pero bastante adecuada. Con el acabado Allure nos encontramos con unos asientos bonitos, bien mullidos y que recogen muy bien el cuerpo. El pequeño volante de cuero y agradable tacto se puede regular en altura y profundidad, pero aún en la posición más alta queda más bien bajo. Está pensado así para que el cuadro de relojes se vea por encima del aro del volante, y no bajo el aro, como suele ser lo habitual. La banqueta tampoco puede ir muy baja (esperemos que en la próxima versión GTI la postura sea algo más deportiva), pero la verdad es que este coche con este completo acabado resulta muy cómodo e incluso elitista. De hecho, la gran pantalla central (que puede incluir navegador) aporta un toque tecnológico, vistoso y moderno.El volante es muy pequeño y de tacto agradable, y su regulación permite una peculiar postura de conducción
Atrás las plazas son más que suficientes, y los 285 litros del maletero dan mucho de sí. Es un coche bien aprovechado, pues no llega ni a los cuatro metros de longitud y sin embargo en la práctica es bastante espacioso. En materia de equipamiento, decir que todos los 208 incluyen ESP, 6 airbags, ordenador de viaje y control de velocidad. Nuestra versión Allure añadía de serie el climatizador automático, las llantas de aleación de 16 pulgadas (con neumáticos 195/55 R16), el volante de cuero, los sensores de lluvia y luz o unas luces diurnas de leds entre otras cosas. Por tanto, el precio de poco más de 15.000 euros, que en principio para un utilitario tricilíndrico de 82 cv nos podía parecer excesivo, ya lo empezamos a ver algo más comprensible.
Vayamos a la mecánica. Cuando apareció este 208 en enero de 2012 se vendía un 1.4 VTi de cuatro cilindros y 95 cv. La mecánica tricilíndrica 1.2 VTi de 82 cv se introdujo en primavera, y tras unos meses de convivencia, ha terminado por “jubilar” a la de cuatro cilindros. Su explicación es clara: gasta menos y contamina menos, a pesar de que el moderno tricilíndrico sea más lento. Este motor fabricado por PSA en Francia tiene 1.199 centrímetros cúbicos, cuenta con inyección directa y distribución variable, y, a diferencia de la mayoría se sus rivales, no lleva turbo ni compresor, pues confía en la aspiración normal. Los 82 cv de potencia máxima los entrega a 5.720 rpm y el par máximo de 118 Nm a 2.750 rpm.La nueva mecánica de tres cilindros tiene inyección directa y distribución variable pero no lleva turbo
A priori parece un pequeño motor discretito, pero gracias al reducido peso del conjunto (esta versión pesa en vacío sólo 975 kilos) el 208 1.2 Vti muestra unas reacciones ágiles. Va siempre unido a un cambio manual convencional de cinco velocidades, el cual tiene unos desarrollos adecuados y un tacto muy preciso. Al ralentí sorprende por su casi nula sonoridad y ausencia total de vibraciones, aunque si aceleramos con decisión sí llegamos apercibir un sonido algo menos refinado que en los motores de cuatro cilindros. Su dato de aceleración de 0 a 100 km/h es de 12,2 segundos, y el de velocidad máxima de 175 km/h; mientras que los consumos medios homologados se fijan en 4,5 l/100 km y las emisiones de CO2 en 104 g/km.
En la práctica el 208 1.2 Vti responde con contundencia en los primeros compases, aunque conforme vamos alcanzando velocidad las cosas comienzan a suceder de forma más lenta. Para carretera, “llanenado” por autovía se puede ir fácil y cómodamente a velocidades de entorno a 120 km/h, pero si la carretera se pone cuesta arriba o necesitamos realizar adelantamientos deberemos tomárnoslo con calma. En cuanto a los consumos, lo que sucede con todos coches de este tipo y con el dichoso “downsizing”, es que si se cumplen las condiciones ideales de conducción (terreno llano, velocidades constantes, mucho tacto con el acelerador, etc) se logran unos consumos bajísimos, pero si vamos un poco más ágiles de lo normal estas cifras suben notablemente. Por lo que se refiere al comportamiento dinámico, Peugeot, con buen criterio para el tipo de coche que es, ha optado por una puesta a punto que prima la comodidad, por lo que si entramos algo confiados en una curva cerrada la carrocería oscila significativamente debido al suave tarado de los amortiguadores, pero sin llegar a hacer ningún “feo” en ningún momento y siempre con la confianza que aporta el control de estabilidad ESP.
En definitiva, con el Peugeot 208 1.2 Vti 82 cv Allure estamos ante un moderno y atractivo utilitario de interiores impecables, con un buen equipamiento y con un motor de bajo consuno que resulta muy fino y adecuado para ciudad aunque algo escaso para carretera. Su precio no es bajo, pero realmente cuenta con una calidad de interiores sobresaliente que le acerca al segmento premium, y realmente, si lo enfrentamos a la competencia analizando todo su equipamiento, nos damos cuenta de que el 208 vale lo que cuesta.