Peugeot 207 1.6 Hdi

Le llegó la hora al 206. Su sustituto suma uno a su numérico nombre, pero el resultado de la operación es mayor que una mera adición. De hecho, puede considerarse una nueva ecuación completa, porque el 207 apenas aprovecha algo de su antecesor. Sin embargo, mantiene y amplía sus exponentes.

Corría 1998 cuando Lenny Kravitz con su ‘Fly away‘ nos presentaba la silueta del (entonces) nuevo Peugeot 206, el coche que tenía la difícil papeleta de reemplazar al 205 15 años después de haber sido lanzado éste. No puede decirse que el 206 igualara el éxito del 205 (de camino estuvo) porque, entre otras cosas, Peugeot no ha esperado a que quedara obsoleto para renovarlo. El 207 que aquí probamos viene a aplicar la norma reciente del segmento de los utilitarios: mayor que el antecesor, casi como un compacto. Aunque tenga ya sustituto, el 206 no desaparecerá aún del catálogo del constructor francés hasta dentro de unos meses, entre otras cosas porque las carrocerías familiar y coupé–cabrio no tienen de momento reemplazo en la nueva plataforma.
Ficha técnica: Peugeot 207 1.6 HDi XT Pack: 17.950 €.
Motor: 1.560 cm3, 4 cil. en L, 16v, inyección directa Common Rail Potencia/Par: 90 cv a 4.000 rpm / 215 Nm a 1.750 rpm Suspensiones del/tras.: McPherson + estabilizadora / Brazo tirado + eje de torsión + muelle. Frenos del/tras.: Discos ventilados / Disco. ABS de serie. Ruedas: 195/55 R16. Llantas de aleación de serie. Peso: 1.280 kg. Consumo mixto: 4,5 l./100 km.

Continuista

Aunque el 207 sea totalmente nuevo, está clarísima su ascendencia Peugeot. Las líneas maestras son prácticamente iguales al 206, si bien ahora se apuesta por aristas más angulosas y superficies algo menos curvadas. En el interior, nos encontramos con el inequívoco aire de marca: plásticos y telas de calidad corriente, dominio del negro algo fúnebre, muchos detalles cromados y sobriedad de líneas. No es mucho si consideramos que Peugeot pretende ser la marca francesa de referencia en el segmento medioalto.

La habitabilidad, muy correcta, es mejor a todas luces para las plazas delanteras, que gozan de un espacio muy parecido al del hermano mayor 307. Las traseras son dignas y mejores que en algunos de sus competidores, pero no destacan especialmente por amplias ni cómodas, sobre todo porque la banqueta parece un poco corta. El maletero del 207 (270 l) está en la cola del segmento de los nuevos utilitarios, aunque no muy lejos del Grande Punto (275 l), Fiesta (284 l) o Clio (288 l).
La otra cara de la moneda la representa el motor. Este nuevo propulsor HDi ofrece 90 cv que resultan homogéneos y aprovechables, aunque quizás para los desplazamientos urbanos hubiera sido mejor contar con más par en bajos y muy bajos regímenes. Su consumo es formidablemente bajo, como baja es su rumorosidad y vibración transmitida al habitáculo. En vías rápidas, el 1.6 con culata de 16 válvulas se desenvuelve muy dignamente, permitiendo velocidades medias respetables, siempre que no se circule muy cargado. La baja cilindrada es un escollo a la hora de planear adelantamientos ajustados, dado que el par no es boyante y habrá que ser diestro manejando el cambio para aprovecharlo al máximo.
Precio y equipamiento de serie guardan una relación de lo más lógica: el primero es alto y el segundo es consecuentemente abundante, aunque con una laguna profunda por lo que respecta al ESP, que es opcional (aunque asequible). En la lista de opciones hay filigranas propias de coches más lujosos, pero algo como los faros de xenón no puede montarse ni pagándolo a parte.

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