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EL COHETE GRIS
Sin que nunca se haya caracterizado por su personalidad arrolladora, el Opel Vectra que hoy probamos llega a la tercera generación con la misión de mantener o incluso aumentar la gran acogida que el mercado europeo le dispensó al anterior modelo.
Para ello, lo mejor es no hacer experimentos ni correr riesgos innecesarios. Es por ello que el nuevo Vectra sigue siendo poco carismático, con un diseño de líneas contenidas, sobrias, incluso un punto menos personales que las de la anterior edición, aun a pesar de que las versiones GTS como la probada disponen de ciertos aditamentos exteriores que les imprimen cierto carácter deportivo, como las llantas de 18 pulgadas, el alerón trasero o las taloneras laterales.
El aburrimiento sigue en el interior, donde todo está tan racionalizado que apenas deja paso a la imaginación. Las líneas rectas horizontales y las formas geométricas toman el control, dando un resultado más bien anodino. Incluso los plásticos utilizados en el salpicadero, sin ser en absoluto malos, tienen un punto retro poco agradable al tacto. A pesar de todo ello, estamos seguros de que esa es la clave del éxito: alta calidad en el envoltorio más inadvertido. Algo así como un regalo sorpresa.
MundoRecambio y Taller
6 de octubre de 2003.
Tacto
de seda
TACTO DE SEDA
Hecho el vilipendio en lo estético, en todo el resto de aspectos el nuevo Vectra queda muy bien situado. La versión probada, con un poderoso motor de gasolina V6 con 3,2 litros de cubicaje, nos ofrece un funcionamiento en marcha de tal suavidad que difícilmente podría superarle alguno de sus competidores en el segmento ejecutivo. La insonorización del habitáculo es muy buena y las vibraciones son inexistentes, incluso rodando a altos regímenes.
Todo ello se hace compatible con un comportamiento deportivo de alto nivel, gracias a los 211 CV de potencia (muy progresivos, como es propio de Opel) y al tarado de las suspensiones en un razonable compromiso entre precisión y confort. La habitabilidad y la comodidad a bordo son dos de los valores más fuertes en el Vectra. Externamente, uno no alcanza a pensar a priori que el coche disfrute de un maletero tan sumamente grande y de un espacio para las plazas traseras verdaderamente cómodo para tres adultos.
El precio parece el justo por la relación calidad/precio/equipamiento, considerando lo que destaca este último. Es pues este Vectra un vehículo ideal para quien busque un coche con calidad, bien acabado, con prestaciones muy respetables pero sin estridencias.