Opel Vectra 2.2 16V

OPEL VECTRA 2.2 16V

Por Carlos Lera, Autocity
19 febrero de 2001

El Vectra es una de las berlinas medias más veteranas de nuestro mercado. Sin embargo Opel introduce para esta temporada, que puede ser la última del actual modelo, un motor de aluminio con la cilindrada de moda: 2.2 litros; creado con la ambición de mover carrocerías de General Motors en todo el mundo. Su aportación es muy interesante al mejorar las cualidades dinámicas del 2.0 precedente y al que sustituye. Todo ello junto a la calidad intrínseca del modelo se ofrece a un precio muy competitivo.

DISEÑO

Un recuso estético que no nos cansaremos de repetir como poco práctico por mucho que se insista en ponerlos de moda. La parrilla frontal posee un cerco cromado en su extremo inferior y las ópticas están integradas bajo tulipas trasparentes. Los retrovisores mantienen su característica y estilizada forma exterior, aunque por dentro se ha rediseñado el mecanismo para permitir un mayor ángulo inferior que facilite las maniobras de aparcamiento. Por último, las llantas de aleación de seis pulgadas entran dentro del equipamiento estándar.

EQUIPAMIENTO

Todos los pasajeros del Vectra Elegance gozan de una gran comodidad y disfrutan de un amplio equipamiento. El climatizador destaca por poseer un manejo muy sencillo, al igual que su diseño, bastante discreto pero precisamente por ello muy práctico. La consola central en la que se encuentra el sistema de climatización está recubierto por un placa tipo madera en la que además se integran el autorradio y algunos pulsadores muy accesibles. A parte de la radio y la platina, el equipo de sonido con diez altavoces y controles en el volante cuenta con cargador de cuatro discos compactos integrado en la guantera. Si bien la comodidad de uso es muy buena, esta situación posee el inconveniente de dejarla reducida a la mínima expresión, con espacio solo para la documentación (bien doblada) y un par de pequeños objetos.

Además del climatizador, incluye elevalunas en las cuatro puertas, cierre centralizado con control remoto y espejos de regulación eléctrica. En lo que se refiere a seguridad cuenta con ABS, airbag de conductor, acompañante y laterales, reposacabezas activos y pedales retráctiles. Una buena dotación para una berlina de precio competitivo. El equipamiento opcional incluye todo lo que pueda echarse en falta a precios razonables, pues lo que realmente resulta caro ya está incluido de serie. Por ejemplo se puede añadir el ordenador de viaje, los faros de Xenon, el control de velocidad, o el techo solar. Todas estas opciones se incorporaban en nuestra unidad de pruebas, destacando especialmente las luces de Xenon, cuya aportación a la seguridad nocturna bien vale 89.000 pesetas. El maletero posee 480 excelentes litros de capacidad en esta versión de cinco puertas, aunque se puede optar por la versión de cuatro puertas, que gana 20 litros pero pierde en accesibilidad.

MECANICA

Lo cierto es que centrándonos en el vehículo que nos ocupa el resultado es perfecto. La respuesta resultante gana en progresividad y especialmente en suavidad. Sus 147 caballos se pueden antojar escasos en comparación con la competencia, y es cierto, pero los 203 Newtons /metro de par máximo anunciado a 4.000 revoluciones por minuto y seguramente poco menos a regímenes más bajos son más útiles cotidianamente que veinte caballos más de rendimiento máximo. Mientras que en ciudad no se aprecian claramente diferencias con el 2.0, nada más abandonar las congestiones se empieza a notar que resulta mucho más sencillo y relajado mantener buenos cruceros, sin acudir apenas al cambio de marchas. Es toda una fortuna no tener que usar en exceso la palanca de transmisión, pues el funcionamiento del mecanismo sigue siendo tan impreciso y desagradable como siempre ha sido en el Vectra. No se entiende que a pesar del paso del tiempo el mecanismo de accionamiento siga siendo el mismo, sin revisión aparente, a pesar de que pasar de punto muerto a primera se atraganta dos de cada tres veces e incluso meter quinta es lento y se consigue tras un recorrido titubeante del pomo.

Por lo que respecta al resto de los controles no cabe crítica sobre su funcionamiento y accionamiento, así como acerca de la insonorización del habitáculo, muy silencioso y agradable. El único pero interior es la posición de conducción. La anchura de los respaldos delanteros es excesiva, al menos para una talla media ‘nacional’, aunque por lo demás la posición frente al volante es muy relajada gracias a los asientos con apoyo lumbar regulable, que cuentan con reposacabezas activos para prevenir lesiones en caso de impacto trasero. Otro inconveniente es el apoyabrazos central fijo, que si bien se sitúa bastante retrasado molesta un poco el manejo del cambio de marchas.

COMPORTAMIENTO

En cuanto al comportamiento del coche se echa en falta algo más de agilidad en las reacciones del bastidor, algo torpe en curvas cerradas, mientras que en autopista y trazados amplios la estabilidad resulta impecable. La dirección es suave pero firme, con bastante rapidez de recorrido. Esta buena sensación no es extensiva a los frenos (con ABS de serie), que poseen un primer tramo casi inútil pero una potencia buena una vez que se pisa hacia la mitad del recorrido.

Las suspensiones son suaves y permiten una gran comodidad pero sin afectar por ello al comportamiento, pues los apoyos son nobles y la inclinación de la carrocería no se hace incómoda. De todas formas esta versión ‘Elegance’ posee los tarados suaves de la gama Vectra, mientras que para quienes deseen unas suspensiones más firmes para ganar en agilidad y comportamiento deportivo existe el acabado Sport.

PRESTACIONES

No se pueden realizar reproches a las prestaciones que logra el Vectra con el concurso de este excelente nuevo motor de 147 caballos. La velocidad máxima es de 218 kilómetros por hora y capacidad para mantener hipotéticos cruceros en torno a 200 km/h. La aceleración pura, es de 9,5 segundos en el 0 a 100km/h, y sin ser espectacular lo sitúa entre los mejores de su categoría.

Los consumos se encuentran en valores razonables. En ciudad llega a los 12 litros y en carretera se anuncian unos optimistas 6,3l., mientras que el mixto oficial es de 8,4l. No obstante en la práctica la media del consumo bajo un uso habitual no anda muy lejos de esta media, apenas unas décimas, lo que viene a refrendar el excelente trabajo realizado por los ingenieros de General Motors en un motor muy importante para la compaa, puesto que se trata del primer propulsor global pensado para satisfacer todos los gustos. Misi?n complicada, pero cumplida.

COMPETENCIA

El precio (3.454.000 pesetas) es un aliciente más para decidirse por el Vectra 2.2 16v. Teniendo en cuenta la amplitud del equipamiento incluido de serie y las bondades del motor, no existe ningún coche que se encuentre en un ratio calidad/precio tan bueno. Como competidores directos tiene a lo más granado de las berlinas medias, y aunque en algunos casos le superan en potencia, cualidades dinámicas o imagen ninguna es capaz de hacerle sombra en cuanto al valor objetivo de la compra.

Por un lado Peugeot posee un excelente producto en su 406 2.2, de similar planteamiento al Vectra 2.2 16v. La berlina francesa tiene a su favor una potencia mayor (160 caballos), aunque sin embargo las prestaciones son muy similares. También destaca por poseer una sorprendente mezcla de impecable estabilidad y sorprendente agilidad, que le sitúan en la cima de la categoría por cualidades dinámicas. Sin embargo por lo que respecta a consumos resulta un poco más glotón que el Vectra, el maletero es sensiblemente más pequeño y el precio, 3.850.000 pesetas, supera en 400.000 pesetas al protagonista de esta prueba a fondo. Otro serio competidor es el Alfa Romeo 156 2.0, que a pesar de la menor cilindrada de su motor posee más potencia (155cv) y consumos similares. La berlina italiana no admite objeciones estéticas, posee un comportamiento en carretera más brillante que el Vectra, se queda algo atrás en prestaciones puras, el equipamiento es amplio al igual que el del Vectra pero pierde la partida claramente en habitabilidad, maletero y precio (casi cuatro millones).

Para terminar, otra buena opción es el Volkswagen Passat, recién remodelado y mejor dotado que nunca. El más próximo a las prestaciones y características generales del Vectra 2.2 16v es el motor 1.8 turbo de 150cv, aunque con el acabado Comfortline, el más sencillo pero muy completamente equipado a pesar de ello, se escapa hasta 4.084.000 pesetas. Las prestaciones están en línea con los demás, e incluso los consumos son algo más reducidos que en el Vectra. Por habitabilidad es una referencia en las plazas delanteras pero no tanto en las traseras. El Passat es un coche de altísima calidad que cuesta caro pero ofrece un cierto plus de prestigio. Las posibilidades pueden ser muchas si se recurre a otras marcas con productos igual de atractivos. Por ejemplo el Lancia Lybra 2.0 LX, que ya se escapa de los cuatro millones, o el SAAB 9-3 2.0t de 150cv, que también franquea esta barrera económica.