Los familiares de Opel
Hoy día los coches familiares poseen unas carrocerías tan atractivas y deportivas como las de cualquier compacto o berlina, fruto de una evolución constante que ha ido modificando el concepto década a década. La marca Opel tiene una gran experiencia en este segmento, pues fue la firma que popularizó el Station Wagon en Europa. Por este motivo vamos a repasar con Opel la tremenda transformación que han experimentado este tipo de automóviles, los cuales prácticamente se puede decir que han pasado de ser vehículos de reparto a considerarse deseados coches de ocio.
 El origen de los coches familiares tuvo lugar en Estados   Unidos, cuando Hudson presentó en 1936   el Terraplane Station Wagon. No tuvo mucho éxito y, con su carrocería   panelada en madera, únicamente se vio en la época como un híbrido   entre un tradicional sedán y un vehículo de reparto. Fue después   de la Segunda Guerra Mundial, a mediados de los 40, cuando el concepto de coches   multipropósito comenzó a tener éxito. No   obstante, los fabricantes de automóviles subcontrataban el trabajo a   pequeños carroceros, quienes utilizaban la madera para su realización.   Así, los primeros station wagon americanos se conocieron como woodies.
En Europa, y en concreto en Alemania, fue en los años 50 cuando, gracias   al incremento de la clase media y al baby-boom, se creo   una necesidad de una nueva clase de vehículos. De esta forma, los Station   Wagon resultaban perfectos para el trabajo semanal y las excursiones familiares   de fin de semana. Opel fue la primera marca en apostar por este modelo al presentar   en 1953 el Olympia Rekord Caravan. Su éxito   fue inmediato, y en sus dos primeros años de vida produjo 23.400 unidades,   lo que significaba que 1 de cada 10 Olympia Rekord que se vendían portaba   la carrocería Caravan; pero en 1955 la proporción aumentó   todavía más, hasta el 20%.
 Diez años después llegó el Kadett A Caravan,   que acaparó casi la mitad de las ventas de vehículos familiares   en Alemania y que ya se vendía en una proporción del 25% respecto   al Kadett A convencional. Pero fue con el tercer modelo, con el Ascona   Voyage de 1970, cuando Opel daba un importante giro hacia el   lujo y las comodidades de un sedán, dejando atrás el   concepto de coche de trabajo que se tenía hasta la fecha sobre este tipo   de carrocerías.
 Ya en una época más reciente, a finales de los 80, Opel dio un   paso más al crear familiares de muy altas prestaciones,   como el Omega Caravan 24v de 204 cv, el cual podía alcanzar   240 km/h. A este le siguieron los Astra Caravan 16v de 150 cv y, ya en este   siglo, los deportivos OPC. Recientemente ha llegado a la familia Opel uno de   los coches de este tipo más excitantes, el nuevo Insignia   OPC Sports Tourer, con un diseño que poco o nada tiene que envidiar   al de las berlinas más atractivas. El siguiente capítulo en la   historia de los familiares de Opel lo escribirá el Astra   Sports Tourer, el cual se presentará en el próximo Salón   del Automóvil de París y se pondrá a la venta poco después,   en torno al mes de noviembre. 
  
			