Concept Opel Monza
El nuevo y rompedor concept de Opel rememora un coche de éxito en la historia del fabricante alemán, el Opel Monza, un coupé derivado del Opel Senator, fabricado entre 1978 y 1986. Para verlo en detalle tendremos que esperar hasta su presentación mundial que tendrá lugar en el Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt, del 12 al 22 de Septiembre, aunque gracias a las imágenes facilitadas por la marca ya podemos adivinar algunos de sus rasgos.
Son reconocibles su estética coupé y baja línea de cintura, pero el tablero de instrumentos digital que incorpora el Concept Opel Monza es también realidad un conveniente guiño al pasado, pues el Monza de 1983 fue el primer automóvil producido en serie en incorporar un tablero digital. No sabemos si este modelo será el punto de partida para un sucesor del Opel Monza, pero lo que si estamos seguros que los rasgos y tecnología exhibida en este modelo, serán trasladados a futuros modelos de producción del fabricante alemán.
Esa es una de las funcionalidades de los concep cars, que algunas veces completamente alejados de lo que podría ser un modelo de producción, y otras veces, casi coincidentes con las futuras versiones de algún nuevo automóvil, siempre son a su vez un test de aceptación de nuevas propuestas, técnicas y estéticas, con el que las marcas sondean la reacción de especialistas, prensa y público objetivo en general. En el caso del Concept Monza, la eficiencia y la conectividad, son las dos propuestas principales que el fabricante alemán identifica y transmite como la máxima prioridad en el desarrollo de la siguiente generación de modelos Opel.
Un poco de historia
No es casualidad que el fabricante alemán haya escogido el Salón de Frankfurt para presentar un concept como el Monza, pues Opel fue el primer fabricante de coches en Europa en construir un modelo conceptual y presentarlo al público en el Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt en 1965. Se trataba del Opel Experimental GT, un deportivo y asequible coche de ensueño, que fue recibido de forma entusiasta tanto por la prensa especializada, como por el público y, sólo tres años después, se convirtió en realidad, con el lanzamiento en 1968 del Opel GT.
Un año después del lanzamiento del Opel GT, el fabricante alemán presentó el Opel CD en la IAA, un Gran Turismo de pura raza basado en la tecnología del Opel Diplomat, que planteaba varias soluciones que más tarde se llevarían a la práctica en pequeños volúmenes de producción. No pasaría demasiado hasta que el Opel GT2 sorprendiera a los visitantes del Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt de 1975, gracias a su futurista forma de cuña y sus puertas deslizantes. El interior también se adelantaba a su tiempo, con asientos tipo baquet construidos en componentes individuales de plástico y foam, y contando con un equipamiento revolucionario, con varias pantallas digitales e incluso un ordenador de a bordo.
Luego vendría el vehículo de investigación TECH 1, que se convirtió en el centro de atención en el IAA de 1981. Con el frontal delantero y la fluida silueta que inspiraría más adelante la primera generación del Omega, presentada cinco años después, el TECH 1 estableció un record aerodinámico con un coeficiente Cx de 0,235, todo un logro para su época. Dos años más tarde, en el Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt de 1983, Opel presentaría el que podría ser el antecesor de los modernos coches urbanos, el coche de concepto Opel Junior. Tenía 3,41 metros de largo y era 21 cms más corto que la primera generación de Corsa, el modelo más pequeño en producción de Opel en aquel momento, que había sido lanzada solo un año antes.
Con la mirada puesta en coches compactos más limpios, en el Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt de 1999 vio la luz el Opel G90 Concept de emisiones ultra bajas. Gracias a su peso de sólo 750 kgs, a un coeficiente aerodinámico muy bajo Cx de 0,22, y a una nueva generación de motores de gasolina de tres cilindros, lograba unas emisiones de sólo 90 gr de CO2 por km. En 2001 veríamos la cara más desenfadada del fabricante alemán, gracias al atrevido coche Conceptual Frogster , con el que Opel desafiaba las reglas de los coches pequeños convencionales al poder convertirse en roadster, en descapotable o en pick-up con sólo pulsar un botón
Nos acercamos a la época actual con el Insignia , presentado como concept en el Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt de 2003 y que más tarde daría también su nombre a la nueva generación del modelo tope de gama en 2008. No solo eso, sino que su lenguaje de diseño tendría y tiene un impacto considerable en los siguientes modelos de producción de Opel, como el Zafira Tourer. El Concepto Insignia incorporaba un elegante diseño progresivo e innovaciones como la iluminación con tecnología LED y unos nuevos mecanismos para la apertura de sus puertas traseras.
El futuro se hacía presente en el Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt de 2007, con la presentación del Concepto Opel Flextreme, un hito en el desarrollo de la propulsión eléctrica con su innovadora arquitectura E-Flex. Esta arquitectura permitía recorrer hasta 55 km en modo completamente eléctrico y sin ninguna emisión de CO2 gracias a una batería de iones de litio, como las que hoy incorporan la mayoría de los eléctricos y vehículos de autonomía extendida. Continuando con la propulsión eléctrica se presentaría el Opel RAK en 2011, en el Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt , para mostrar que gracias a una construcción ligera, la movilidad eléctrica puede ser posible y asequible también para conductores jóvenes desde los 16 años.
Una historia de imaginación, diseño e ingeniería que no acaba aquí, sino que para Opel continúa con el Concept Opel Monza, que será exhibido en la 65 edición del Salón Internacional del Automóvil de Frankfurt, y con los futuros modelos que adelantarán y ayudarán a comprender cómo será la movilidad del futuro.