La nueva generación del Agila, recientemente presentada, ha posicionado a este práctico y asequible vehículo urbano en un punto más alto que el que ocupaba el anterior Agila. Mayor tamaño, mayor calidad, equipamientos más completos aspectos que le permiten acercarse más al Meriva. De este modo, el monovolumen más pequeño de la gama Opel lucha directamente con modelos como el Suzuki Splash, el Peugeot 1007 o el Hyundai Getz entre otros; los cuales representan una alternativa a los utilitarios tradicionales.
a favorAprovechamiento del habitáculo.Bajos consumos y emisiones.Estética muy mejorada.en contraPrestaciones peores que el gasolina.Anchura limitada.
Probamos el Agila 1.3 CDTi Enjoy, la versión tope de la gama, cuyo precio es de 13.400 (hay un Agila desde 10.000 ). De su motor podemos destacar su buena respuesta, debido al contenido peso y al elevado par motor (190 Nm), que le permite unas reacciones bastante ágiles; mientras que de su equipamiento podemos citar la dotación de serie del climatizador y la accesibilidad económica de los extras más importantes: el ESP (384 ) y los airbags de cortina (288 ). De este modo, por unos 14.000 se nos queda un vehículo muy completo y que se desenvuelve a las mil maravillas en ciudad, sin hacer ascos a cualquier recorrido por carretera.
Otra de las virtudes de nuestro protagonista es extensible a toda la gama (compuesta por otras dos mecánicas, en este caso de gasolina, la 1.0 12v de 65 cv y la 1.2 16v de 86 cv), ya que su práctico habitáculo nos permite tener una agradable sensación de espacio y disponer de cinco verdaderas plazas. Para la carga, el nuevo Agila ofrece multitud de huecos y compartimentos ocultos, y su maletero (de 225 litros de capacidad) puede ampliarse de forma rápida y sencilla si prescindimos de la fila trasera hasta los 1.050 litros, una cifra sobresaliente para su tamaño.
Amplitud interior
Evidentemente el Agila no es un vehículo grande, pero debemos decir que para su tamaño exterior el habitáculo está muy bien aprovechado, además de resultar versátil y de buena calidad. Por fuera, con sus 3,74 metros de longitud es 20 cm más largo que el modelo al que sustituye. En el resto de medidas el nuevo Agila tiene una anchura bastante limitada (1,68 metros) y una altura elevada (1,59 metros), resultando así más ancho y más bajo que la anterior generación, lo que le posibilita una estética mucho más agraciada.
Como decíamos en la introducción, el maletero con los cinco asientos disponibles tiene una capacidad mediana, de 225 litros, pero si accionamos una palanca podemos abatir los respaldos traseros de manera que queda una superficie totalmente plana y una capacidad de 1.050 litros (cargado hasta el techo). Otra característica del Agila es la posición de los asientos, cuyas banquetas quedan más elevadas que en un coche convencional, lo que mejora la visibilidad y la comodidad para el acceso al vehículo.
En el diseño del salpicadero nos fijamos especialmente en la esfera del cuentavueltas, por fuera del cuadro principal, y en la palanca de cambios, que queda alta y por tanto muy cercana a la mano del conductor. Por lo demás, sencillez y materiales frescos y con buen aspecto. En cuanto a equipamiento se refiere, como vehículo urbano y económico que es, no trae de serie algunos elementos habituales en muchos otros automóviles, pero aún así, esta versión Enjoy sí viene de serie con climatizador, ABS, cuatro airbags, anclajes isofix para sillitas, dirección asistida variable o regulación en altura de los asientos delanteros entre otras cosas. En el lado negativo, las llantas, que son de chapa, y el volante, de plástico. Como extras principales figuran el ESP (384 ) y los airbags de cortina (288).
Potencia suficiente
Los 75 cv del Agila 1.3 CDTi son más que suficientes para un vehículo de estas características, e incluso válidos para trayectos en carretera. Este modelo pesa 1.160 kilos, y con su cambio manual de cinco velocidades (única opción; el automático sólo está disponible en el 1.2 16v) se mueve con bastante soltura. En prestaciones se ve superado por su hermano de gasolina 1.2 de 86 cv, pero gracias a su mayor par motor (190 Nm el 1.3 CDTi frente a 114 Nm el 1.2 16v) este reacciona con mayor contundencia a regímenes bajos y medios.
Si bien las prestaciones son discretas (165 km/h y 13,9 segundos de 0 a 100 km/h) -aunque sobradas para su pretensiones- las cifras de consumo y emisiones se pueden calificar de realmente brillantes: 4,5 l/100 km de media y 120 g/km de CO2. Otro aspecto positivo para el Agila 1.3 CDTi es el de la sonoridad, que queda bien reducida y aislada cuando viajamos a las velocidades habituales.
En marcha el Agila 1.3 CDTi se comporta de forma noble y agradable. No balancea mucho en las curvas, y los amortiguadores absorben con suavidad las irregularidades del asfalto, por lo que se ha llegado a un compromiso acertado entre estabilidad y confort. Por lo demás, pocos comentarios podemos añadir a un coche que se conduce de forma fácil y placentera, sin mostrar ningún aspecto a corregir ni ninguna característica que le aporte una personalidad definida.