Mitsubishi Space Star 120 MPI

La primera impresión al subirse al Mitsubishi Space Star, sobre todo si estás acostumbrado a probar automóviles nuevos, es la de estar ante un coche primitivo, desfasado, como si no fuese una rabiosa novedad; lo que no quiere decir, ni que sea un mal vehículo, ni que no cumpla con su cometido, ni que su calidad de construcción sea baja. El Space Star, simplemente, vive de espaldas al diseño, al estilo o la personalización, tendencias en auge en el segmento A en el que compite contra la marabunta de últimos lanzamientos: Toyota Aygo, Peugeot 108, Citroën C1, Renault Twingo, smart Forfour

a favor- Suavidad mecánica- Capacidad de maniobra- Equipamiento de serie- Plazas traserasen contra- Suspensión muy blanda- Diseño – Recuperaciones
Frente a todos ellos, el Space Star es más sencillo y funcional y algo más grande pero con una manejo muy adecuado para la ciudad. Basado en una única carrocería de cuatro puertas laterales (algunos tienen una variante de dos) y un portón trasero, el modelo de Mitsubishi tiene una eslora de 3,71 metros y una altura de 1,49 m, dimensiones que se traducen en una configuración interior más espaciosa de lo habitual.

En cualquier caso, como coche estrecho que es (1,66 m), mejor dos que tres pasajeros atrás (está homologado como un 5 plazas). Eso sí, el acceso al habitáculo es muy bueno al gozar de un ángulo de apertura de las puertas, tanto las delanteras como las traseras, casi de 90 grados, facilitando incluso las maniobras a la hora de acoplar una silla infantil (de serie con anclajes Isofix). Las manetas de las puertas son un claro ejemplo del desfasado diseño exterior del Space Star
En lo que respecta al espacio de maletero, el Space Star declara 235 litros, ampliables a unos meritorios 912 l con la fila de respaldos traseros abatida en configuración 60/40 (la superficie no es plana). Hay coches ligeramente más largos, que habitan a mitad de camino entre el segmento A y el de los utilitarios B, con más maletero: Nissan Micra (265 l) o Lancia Ypsilon (245 l), en ambos casos por encima de los 3,80 metros de longitud. Y también los hay más pequeños que son más capaces: Seat Mii (251 l), Hyundai i10 (252 l) y Suzuki Celerio (254 l).

El Space Star, que sucede al Colt y recupera las siglas Space Star que Mitsubishi utilizó hasta 2005 en un pequeño monovolumen, tiene dos niveles de acabado, cada uno de ellos asociados a un motor diferente: 100 MPI Challenge y 120 MPI Motion. El primero cuesta 9.600 euros y el segundo, el de nuestra unidad de prueba, 10.500 euros.
Los hay más baratos, pero no tan bien equipados. En el caso del Space Star 120 MPI Motion, la dotación de serie añade sobre el 100 MPI Challenge, elevalunas eléctricos en las cuatro ventanillas, climatizador automático, acceso y arranque sin llave, llantas de aleación (de 15′ sobre neumáticos de 175/55) o programador de velocidad. El único opcional, la pintura metalizada, por 300 euros más. En materia de conectividad, el Space Star se remite al bluetooth, ni rastro de aplicaciones vía Internet como los rivales más modernos.Por 10.500 euros, pocos coches más equipados de serie que el Space Star
Del resto del habitáculo, el puesto de conducción sigue en la línea de cordura general del modelo: el asiento es cómodo y sujeta bien el cuerpo; la visibilidad es buena en todas las direcciones aportando seguridad en el tráfico urbano; y los mandos quedan muy a mano, incluidos los del propio volante. Son características, todas ellas, vitales para valorar positivamente un Space Star que prescinde de los arabescos de la competencia: cuadro de instrumentos muy llamativo pero sin cuentarrevoluciones, volante con la parte baja achatada y pocos botones, o una pantalla de información muy cool integrada en la consola central que roba demasiada atención del conductor.

Por su parte, los motores, ambos de tres cilindros, atmosféricos, de gasolina y cajas de cambio de cinco velocidades, se diferencian en la cilindrada y la potencia. De 999 cm3 y 71 cv (100 MPI) a 1.193 cm3 y 80 cv (120 MPI). Este segundo, el probado durante una semana, destaca por dos aspectos: su potencia corresponde con unas razonables prestaciones (180 km/h de velocidad máxima y 11,7 segundos de 0 a 100) y una mejor respuesta (desde muy bajas vueltas responde con energía al pisar el acelerador) y en segundo lugar, su funcionamiento es muy suave, más allá de pequeñas vibraciones típicas de un tres cilindros.El motor de 80 cv tiene un funcionamiento muy suave y con pocas vibraciones, a pesar de sus tres cilindros
Los desarrollos del cambio son largos, muy largos en el caso de la quinta velocidad, tanto que es en cuarta y con el motor girando a más régimen (par motor máximo de 106 Nm a 4.000 rpm) cuando las recuperaciones (en la práctica, al realizar un adelantamiento en un corto espacio) son aceptables. Esta configuración motor/transmisión está pensada para que los consumos sean muy ajustados, pasando de los 4,3 litros (cifra homologada) a los 5,2 l finales que marcó el ordenador de a bordo después de los siete días de prueba.El consumo medio real es bueno, apenas supera los cinco litros
En ciudad el Space Star es un automóvil muy agradable de conducir. A su buena capacidad de aceleración o su baja sonoridad, se unen una suspensión muy confortable a la hora de superar badenes y otras irregularidades del tráfico urbano y lo bien que se maniobra con él, y eso que en comparación a la mayoría de rivales es más grande. En carreteras reviradas esa suspensión tan blanda y una dirección muy ligera y poco informativa hacen que se necesite un tiempo de adaptación para circular rápido con él. La carrocería inclina tanto en plena curva que hasta que la dirección recompone su verticalidad hay un momento de incertidumbre. Por lo demás, para su tamaño, la suspensión aísla bien del asfalto a los ocupantes, el ruido de rodadura es bajo y el aerodinámico está en los márgenes aceptables de la categoría.


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