Mini Cooper

DIVERSION ASEGURADA

De la mano de BMW el nuevo Mini intenta transmitir al presente los valores emotivos que desató en su día, conservando el espíritu del diseño original de Sir Alec Issigonis (1959). A la versión One (90 CV), recientemente presentada, se une ahora la Cooper de 115 CV, heredera de la que dominó en su tiempo el rallye Montecarlo y está aún por salir la Cooper S de 163 CV.

Los precios facilitados oscilan entre los 2.412.597 ptas. del Mini One y los 2.911.755 ptas. para el modelo intermedio Mini Cooper, ambos comercializados a partir de los primeros días de agosto. La versión más potente, el Cooper S de 163 CV, llegará a principios del próximo año y aún no tiene precio.

DISEÑO

Si se observa detenidamente, percibimos la misma línea compacta y aerodinámica que el modelo precedente, para advertir que los grupos ópticos tanto delanteros como traseros, junto con la parrilla han sido convenientemente sobredimensionados y equipan molduras cromadas (en el One la parrilla del radiador y los retrovisores son de color negro), sin duda para resaltar las características que definen al ya no tan pequeño Mini. Máxime si tenemos en cuenta que ha crecido casi 60 cm más que el modelo original, incremento que obedece a la necesidad de dotar al vehículo de las cotas de seguridad y confort esenciales en la actualidad en conjunción con la más alta tecnología.

Comparando las dimensiones exteriores encontramos que el Mini mide exactamente lo mismo que el Toyota Yaris, siendo 3 cm más ancho que este último con sus 1,69 m. La batalla de 2,47 m, resulta acertada para permitir una más que correcta estabilidad y capacidad, ya que puede transportar cómodamente a 4 adultos, aunque el acceso a las plazas posteriores es algo engorroso y resultan algo justas si la persona mide más de 1,80 m.

Los escasos 160 litros de capacidad del maletero, reducen bastante las pretensiones de meter más de dos bolsas de tipo medio, si bien al abatirse los asientos traseros (por mitades) permite ampliar la capacidad del baúl hasta 670 litros. No hay rueda de repuesto, pero cuenta con un kit de inflado (Mini MS), que opcionalmente puede sustituirse por una rueda de tipo emergencia.

EQUIPAMIENTO

El interior lo preside un salpicadero inspirado en el del Mini original, con cuatro entradas de aire y un gran reloj central que integra las funciones del velocímetro, testigos e indicadores de combustible y temperatura. Debajo del salpicadero, a uno y otro lado, se encuentran las guanteras que van al aire. Detrás del volante (regulable en altura) se sitúa el cuentarrevoluciones (opcional en el One), que en el caso de incluir la opción del navegador de 6 pulgadas, pasaría a ocupar el centro del salpicadero donde se haya el velocímetro, desplazando a este último a la columna de la dirección, junto con el cuentarrevoluciones.

Justo debajo, en la consola central y enmarcada entre dos barras de tipo aluminio, encontramos el radiocassette, los mandos de la climatización y un listón con 6 interruptores ‘retro’ de tipo palanca, que controlan los elevalunas eléctricos, las luces antiniebla, el control de tracción y el cierre centralizado. Debajo de la palanca del freno de mano, equipa de serie un botón que comprueba la presión de inflado de los neumáticos.

Los intervalos de servicio son de 20.000 a 30.000 km lo que representa una reducción considerable de los gastos de mantenimiento y, aunque el precio final del Cooper pueda parecer un tanto elevado, el equipamiento de serie es bastante alto contando con 6 airbags, volante de cuero, ASR, faros antiniebla, aire acondicionado y un autorradio de gama alta con 6 altavoces.

Opcionalmente el Mini puede incorporar hasta 50 opcionales de personalización entre los que se encuentran el techo eléctrico panorámico, un cambio automático tipo Steptronic y el control de estabilidad DSC. En cuanto a las pinturas, mientras el Mini One lleva el techo pintado del mismo color que la carrocería, el Mini Cooper tiene la opción de poder pintarlo de color blanco al igual que los espejos retrovisores y las llantas de aleación.

MOTOR

La mecánica que incorporan todas las versiones del nuevo Mini está basada en el motor ‘Pentagon’ 1.6 litros de 16 válvulas (bloque de fundición y culata de aluminio), desarrollado en conjunto con Chrysler (se fabrica en Brasil) y convenientemente adaptado por BMW para entregar 90, 115 ó 163 CV.

Dotado de un cambio rápido, suave y preciso, aunque con un salto demasiado acusado entre 2ª y 3ª el modelo Mini Cooper con sus 115 CV y 1.050 kg de peso, consigue unas prestaciones deportivas más que aceptables, si tenemos en cuenta que acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 9,2 sg y alcanza los 200 km/h de velocidad máxima, tirando muy bien en alta, y todo ello con un consumo medio de 6,7 litros a los 100 km, pero las recuperaciones ya no son tan brillantes. El sonido del motor es imperceptible hasta las 4.000 vueltas gracias al gran trabajo de insonorización del habitáculo; a partir de ahí es cuando empieza a emitir un rugido más propio de un vehículo deportivo.

TECNOLOGIA

BMW entiende que cualquiera que sea el modelo fabricado no tiene porqué carecer de la última tecnología disponible y el Mini no iba a ser menos. Al eje delantero de tipo Mac Pherson, con llantas de 15 pulgadas, se le une un eje trasero multibrazo más propio de una propulsión trasera (ambos incorporan barras estabilizadoras), que garantiza que el 37% del peso total que tiene que soportar no presente oscilaciones parásitas. Cuatro frenos de disco (ventilados los delanteros), 4 airbags (hay 2 más tipo cortina opcionales que abarcan las cuatro plazas), barras laterales en puertas, zonas de deformación programada en caso de colisión, ABS con reparto electrónico de la fuerza de frenado (EBD) y sistema de regulación de frenado en curva (CBC), cinturones con pretensores y limitador de tensión son varios de los elementos de seguridad que incorpora de serie el Mini.

La unidad que tuvimos la oportunidad de conducir estaba equipada con el acabado ‘Chili’ (los acabados inferiores son el Salt y el Pepper), correspondiente a la versión más dinámica que incorpora suspensión y asientos deportivos. Con estas suspensiones endurecidas sin duda es el que más se acerca al modelo original, con sensaciones muy parecidas a la conducción de un ‘kart’, con el centro de gravedad muy bajo y las ruedas situadas en las cuatro esquinas.

El volante de tipo deportivo de dos radios forrado en cuero, da paso a una dirección muy precisa y sobre todo muy rápida (2,5 vueltas), entrando prácticamente solo en las curvas con el primer giro instintivo del volante, aunque se aprecia una ligera tendencia a irse de delante (subviraje) al límite. Sin embargo las sensaciones en firme irregular son un poco incómodas aunque achacables al poco recorrido de estas suspensiones deportivas propias únicamente del acabado Chili, mientras los asientos ergonómicos resultan cómodos y envolventes, llevando los airbags laterales integrados.